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Este lunes, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) citó a una reunión extraordinaria al Consejo Directivo con el fin de presentar el concepto que se necesita para definir la sustracción de la reserva Van der Hammen, que la alcaldía de Bogotá solicitó para la ampliación de la avenida Boyacá.
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Dicha reunión ha generado una serie de inconformismos debido a que se espera la respuesta de un tribunal a la apelación que hicieron a la decisión del pasado 10 de abril del juez 47 penal del circuito, que levantó las medidas cautelares al estudio de la sustracción, que puso mientras analizaba una tutela en la que defensores de la reserva piden que se garantice la participación ciudadana.
En medio de la sesión, el jurídico de la CAR señaló que el juez consideró la carencia actual del objeto y declaró improcedente la acción de tutela y aunque fue apelada la tutela “eso no quiere decir que no se pueda seguir con la discusión en el consejo directivo”, por lo que hay viabilidad jurídica para seguir con la discusión sobre la intervención de la reserva. Esto mismo lo recalcó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien indicó que el caso está impugnado, pero el fallo no está en firme.
La solicitud de la sustracción de la reserva Van der Hammen la hizo la alcaldesa Claudia López el 3 de diciembre de 2021, luego de retirar las solicitudes de categorización y realinderación de la reserva que había hecho a la misma corporación el alcalde Enrique Peñalosa. El 11 de febrero de 2022 se abrió el expediente y un mes y medio después se dio inicio al estudio administrativo.
Con la presentación del concepto de evaluación, que se realiza este lunes, el Consejo directivo de la CAR puede hacer la votación para definir si se acepta o no la solicitud de la alcaldía de Bogotá para ampliar la avenida Boyacá y la vía Suba-Cota.
El proyecto es vital no solo para terminar las vías, sino además para garantizar la ejecución de Lagos de Torca, proyecto de expansión que ofertará 130.000 viviendas en 1.803 hectáreas en el norte de Bogotá (desde la carrera séptima hasta la Van der Hammen y desde la calle 183 hasta el límite con Chía).
Para los defensores de la reserva hay factores que se deben tener en cuenta como que la reserva impide la conurbación con los municipios al norte de Bogotá, así como “la intervención-redefinición de linderos de la reserva y la fragmentación del bloque de su área original harán inútiles los procesos de restauración y recuperación de la biodiversidad original” de la zona de conservación más grande de la capital.