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Pese a lo extraño que pueda resultar, la Policía de Bogotá no tuvo más remedio que capturar a un ladrón y a su víctima luego de un intento de atraco que tuvo lugar en Usaquén.
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Los patrulleros acudieron a la Carrera 45 con calle 200, en donde una persona había sido impactada por arma de fuego en una de sus piernas. El herido, según el testimonio de la persona que le disparó, habría intentado robarle sus pertenecías minutos atrás con un arma blanca.
En medio del forcejeo, el ciudadano víctima de hurto, desenfundó un revolver Smith Wesson, calibre 38, y le disparó en la pierna al sujeto que lo abordó para robarle sus pertenencias.
Al realizar las averiguaciones del caso, la policía no solo detuvo al presunto ladrón que había resultado herido en su intento de perpetrar un robo. Entre tanto, el ciudadano que disparó el revolver, no pudo demostrar que contaba con el salvoconducto necesario para el porte de este tipo de arma, por lo cual tuvo que ser detenido junto a su verdugo.
De tal modo, que mientras el sindicado de robo fue conducido al Hospital Simón Bolívar para recibir atención médica por el disparo en su pierna, el ciudadano al que intentó robar fue llevado a la comisaria por el delito de porte ilegal de armas.
Pese a que esta persona obró en legítima defensa, según las versiones preliminares sobre los hechos, el abogado penalista Nilson Lisarazo le explicó a El Espectador, que “ello no lo exime del delito de porte ilegal de armas que se le aplica a todo ciudadano que sea hallado con posesión de un arma de fuego sin el salvoconducto requerido”.
En ese orden de ideas, el jurista explica que en el proceso que se lleve a cabo por este delito, se tendrán en cuenta “el historial que posea el serial de la pistola y otro tipo de variables que se aplican en este tipo de casos”. Tras el análisis que se haga de los factores anteriormente mencionados, las penas que podría recibir el ciudadano detenido podrían ir entre los 9 meses y 12 años de cárcel. Si la pena que se aplique, explica Lisarazo, resulta menor a los 4 años, podría ser excarcelable.
Por lo pronto, el presunto ladrón, de 26 años, se encuentra bajo custodia policía en el centro médico en donde es atendido. De allí, una vez se recupere la herida y reciba el alta, tendrá que ser conducido ante la autoridad competente para responder por el delito de hurto.
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