A ‘Rochi’ le cegaron la luz por una violencia machista
En Fontibón, a plena luz del día, una mujer de 34 años fue víctima de agresión en su rostro. Su familia no supo nada de ella por un día y luego de identificarla gracias a sus tatuajes, pues su cara estaba totalmente maltratada, piden que el hecho no quede impune y capturen al responsable, a quien sospechan, sería la expareja el principal autor.
María Angélica García Puerto
Imagine salir de una larga jornada laboral y sin esperarlo, ver su vida pasar en segundos. Sentir esa angustia de no saber cómo y quién fue, mientras el dolor se va haciendo cada vez más insoportable. Esto fue lo que vivió Lorena Rocío ‘Rochi’ Vargas Amaya, de 34 años, el pasado domingo 24 de noviembre.
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Imagine salir de una larga jornada laboral y sin esperarlo, ver su vida pasar en segundos. Sentir esa angustia de no saber cómo y quién fue, mientras el dolor se va haciendo cada vez más insoportable. Esto fue lo que vivió Lorena Rocío ‘Rochi’ Vargas Amaya, de 34 años, el pasado domingo 24 de noviembre.
Según relato de un familiar -quien pidió reserva su nombre por seguridad- ella salía a las seis de la mañana de cumplir un turno nocturno, como guarda de seguridad en un conjunto residencial del barrio La Aldea en Fontibón. Fue entonces que en una de las cuadras, dos hombres de aproximadamente 18 y 40 años, la abordaron para dispararle y agredirla con arma blanca en su rostro.
Minutos después, cámaras de seguridad de la zona grabaron el momento en que, ante la alerta, una patrulla de la policía acude a su auxilio, mientras las personas piden desesperadamente una ambulancia ante la conmoción de verla ensangrentada y sentada en el suelo lamentándose de dolor.
“Ese día no llegó a dormir, ni tampoco fue a su turno en la noche. La llamábamos y no contestaba. Se nos hizo extraño y me comuniqué con la empresa donde trabaja, pero me respondieron que no se presentó. Ese día interpuse una denuncia por su desaparición”, relata la familiar.
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Fue entonces que ese día transcurrió y la mamá de Lorena viajó desde Girardot a Bogotá para hacerse cargo de la búsqueda. A medida que pasaban las horas, el video posterior a los hechos se empezó a difundir en chats y redes sociales, llegando a los familiares de la sobreviviente, quienes la identificaron. “Uno jamás piensa que es la familia de uno. Pero nos desplazamos hasta allá y la comunidad nos facilitó una fotografía donde lamentablemente era ella y una de las testigos nos dijo que la habían trasladado al Hospital de Fontibón”.
Con esta información, se trasladaron hasta el lugar, donde les informaron que Lorena estaba como NN y la habían llevado a otro centro asistencial de mayor complejidad ante la gravedad de sus heridas. “Nos dejaron ingresar para hacer el reconocimiento y nos mostraron fotos de sus tatuajes y era ella. Tenía su carita vendada y sus ojos tapados porque la destrozaron. La conmoción fue muy grande. Estaba inflamada y sedada”, dice su familiar.
Y el pronóstico médico no era el mejor. Cuenta que la ingresaron a cirugía y luego a coma inducido del cual ya despertó. Sin embargo, aunque reconoció y poco a poco se comunica nuevamente con su familia, “nos dijeron que lo más grave son sus ojos, que no pudieron hacer nada y quedó ciega de por vida. Además, tiene una bala alojada en su cabeza”, lamentó Nora Isabel Maya, madre de Lorena.
El sospechoso
Para la familia de la sobreviviente, este hecho no se puede atribuir como un hurto, sino como un intento de feminicidio, pues indican, el principal sospechoso sería su expareja a quien identifican como Carlos Vargas de al menos 47 años. “Si es una persona que la va a robar, no la hubiera agredido en la cara y solo fue ahí. Uno piensa que es la expareja porque le decía que no quería nada más con él y lo había bloqueado”, dijo Nora Isabel. “En el hospital nos dijeron si había alguna persona sospechosa y yo comenté sobre él. Dije que habían tenido varios altercados y que ella ya no quería estar más con él, ni tampoco quería casarse”, sentencia la otra familiar.
Y es que parte de la razón por la que Lorena Rocío llegó a Bogotá sobre el mes de marzo, cuentan, era para empezar una nueva vida a partir de lo que había aprendido del oficio de guarda de seguridad para así sacar adelante a su hija de 15 años. “Ella se vino a la capital para huir de esa relación, porque me contaba que era muy tóxico, posesivo. Intentaba ganársela con detalles. Incluso yo me di cuenta que le tenía interceptado el teléfono. Él podía ver lo que ella hacía. Supe por qué me salió un mensaje de dispositivo vinculado con ubicación de Ricaurte, Cundinamarca. Municipio donde él vivía”, señaló su familiar.
El proceso judicial avanza a paso lento. La madre de Lorena indicó que hasta el momento la Fiscalía no se ha comunicado con ella. Mientras tanto, recibe acompañamiento por parte de la Secretaría de la Mujer. “Nos están apoyando para que adelanten el proceso y se investigue. No tenemos abogado”. Por su parte, la otra familiar detalló que la denuncia por agresión está en la URI de Engativá, de acuerdo al auxilio que recibió por parte de los uniformados de esa jurisdicción. “Todo está muy lento, falta diligencia. Incluso fuimos al lugar para pedir que nos dejaran ver las cámaras de seguridad, pero la gente está asustada y nos decían excusas que no servían o que los dueños estaban de viaje”.
Una mujer alegre
A Lorena Rocío ‘Rochi’ Vargas Amaya la describen como una mujer fuerte, juiciosa y vanidosa. “Es excelente mamá. Ella quería salir adelante y tenía el sueño de salir del país con su niña. La quiero muchísimo porque he compartido mucho con ella. Por eso me duele lo qué pasó”. “Ella es mi hija mayor, independiente. Por eso se vino a Bogotá buscando oportunidades. Estaba en un grupo de mujeres moteras que la están apoyando”, cuenta su mamá.
‘Moto mamis’ es el colectivo al que Nora Isabel se refiere, donde compañeras y amigas salieron a las calles de Fontibón el domingo 1 de diciembre para exigir “¡Justicia para Rochi!”, con arengas y carteles que decían “hoy somos los ojos de ‘Rochi’. Ojos que un desquiciado le arrebató”.
El unísono de la voz es celeridad y justicia. Qué identifiquen a los presuntos responsables y se les judicialice con todo el peso de la Ley. Mientras tanto, Lorena Rocío sigue hospitalizada, escuchando de ahora en adelante la voz de los que ama, porque sus ojos fueron apagados a causa de una violencia machista.
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La Secretaría de la Mujer de Bogotá, respondió a El Espectador asegurando que activaron la ruta y pusieron en conocimiento el caso a la Fiscalía. Asimismo, están brindando atención y asesoría a los familiares de la sobreviviente. La Policía Metropolitana de Bogotá acotó que las heridas fueron propinadas con arma traumática y “el hecho está en investigación para dar con la ubicación del agresor”.
Más de 2 mil mujeres en riesgo de feminicidio
Según datos de la Secretaría de la Mujer de Bogotá, hasta octubre había 2.275 mujeres, en su mayoría de 25 a 29 años, en riesgo de feminicidio, un 146 % más que en el mismo período en 2023, siendo las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Suba las que más casos registran.
De igual manera, entre enero y octubre, la entidad distrital atendió a 100.940 ciudadanas, de las cuales cuatro de cada 10 llegaron por violencia de género. Kennedy (4.802), Bosa (4.572), Ciudad Bolívar (4.166), Suba (4.165) y Engativá (3.311) fueron las localidades con más atenciones, en su mayoría por violencia psicológica y verbal (27.613, 7 de cada 10), seguido de física (14.088, 3 de cada 10) y patrimonial.
El 37 % de atenciones a la Línea Púrpura Distrital están relacionadas con violencias. Entre enero y octubre realizaron 15.304 atenciones. Por otro lado, la Fiscalía General de la Nación tipificó 22 feminicidios entre enero y noviembre de este año. Una disminución del 4,3 % con respecto al mismo periodo en 2023.
“La denuncia va en aumento porque estamos evidenciando más la violencia contra las mujeres. Pero ese interés social debería redundar en un mayor compromiso de la sociedad en cultivar una cultura libre de sexismos, a encontrarnos como igual. Mientras trabajamos en esa transformación que lleva un tiempo, nuestro compromiso definitivamente está en la identificación de esas violencias ha hecho que las mujeres accedan más a las rutas y servicios”, manifestó la secretaria de la Mujer, Laura Tami.
Si su vida o conoce que la integridad de una mujer está en riesgo, puede comunicarse a la Línea de emergencias 123, describiendo lo que está ocurriendo y la ubicación del mismo. Recuerde que también puede brindar datos claves a las autoridades como características del agresor o aportar evidencia. Si requiere orientación o conocer sus derechos, puede llamar a la Línea Púrpura 018000112137.
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