ABC sobre los nuevos impuestos que el alcalde quiere que paguen los bogotanos
En la propuesta de plan que radicó la Alcaldía se propuso la creación de tres nuevos tributos, que les tocarían el bolsillo a algunos capitalinos, para beneficiar a otros. El recaudo que se proyecta sería de $1,5 billones, para financiar las metas de la administración. Sin embargo, en medio de la discusión en el Concejo, se harían ajustes a los valores planteados.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
Cuando se trata de propuestas que tocan el bolsillo de la gente, como nuevos impuestos, no hay discusión sencilla. Su aprobación es una “papa caliente” y pocos quieren cargar con todo el peso político (así estén convencidos de su necesidad), como se evidencia en la discusión del Plan de Desarrollo (PDD), que radicó el alcalde Carlos Fernando Galán en el Concejo. El mandatario propuso crear tres nuevos tributos, que han suscitado álgidas discusiones, al punto de que los tres cabildantes ponentes (Daniel Briceño, Julián Espinosa y Clara Lucía Sandoval), al no ponerse de acuerdo, optaron por presentar ponencias positivas, pero por separado.
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Cuando se trata de propuestas que tocan el bolsillo de la gente, como nuevos impuestos, no hay discusión sencilla. Su aprobación es una “papa caliente” y pocos quieren cargar con todo el peso político (así estén convencidos de su necesidad), como se evidencia en la discusión del Plan de Desarrollo (PDD), que radicó el alcalde Carlos Fernando Galán en el Concejo. El mandatario propuso crear tres nuevos tributos, que han suscitado álgidas discusiones, al punto de que los tres cabildantes ponentes (Daniel Briceño, Julián Espinosa y Clara Lucía Sandoval), al no ponerse de acuerdo, optaron por presentar ponencias positivas, pero por separado.
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La justificación de la administración recae en la necesidad de liquidez para financiar varias metas de su programa. Y para conseguir ese flujo de caja busca luz verde del cabildo para cobrar una sobretasa bomberil, otra por parqueo en vías y la última por alumbrado público. La primera sería del 1% adicional en el impuesto del ICA (que pagan los comerciantes), para financiar equipos y construir una nueva estación de Bomberos; la segunda, un aumento del 17 % en la tarifa de los parqueaderos en vía pública, para financiar subsidios en el transporte para poblaciones vulnerables, y por último, un cobro adicional a través de la factura de energía, para mejorar las instalaciones eléctricas de la ciudad.
Aunque los montos que propuso el Distrito están sujetos a cambios en la discusión del PDD —modificaciones que de hecho ya están en marcha— la secretaría de Hacienda busca convencer a la ciudad sobre la necesidad de estos nuevos cobros, pues de no lograr la aprobación, tendrían que recortar de otras partes para materializar algunos planes. Así lo señaló Ana María Cadena, jefe de la cartera de Hacienda, quien explicó el trasfondo de los impuestos; a quiénes les tocaran el bolsillo, y cómo se invertirán.
Aplicar lo que ya existe
La sobretasa bomberil no es un invento de esta administración. Nació en la Ley 1575 de 2012, que dio luz verde para que las entidades territoriales, a través de los concejos, la implementaran para fortalecer sus cuerpos de bomberos. Esta necesidad en Bogotá, sobre todo en materia de equipos y nuevo personal, ha sido notoria con los estragos del cambio climático. Cadena destaca que “desde 2007 no se ha invertido en infraestructura ni en nuevos equipamientos”. Por consiguiente, la creación de la tasa bomberil, que ya cobran Medellín, Soacha, Cota o Villeta, será para poner al día la entidad. El cálculo de la secretaria es que, para este fin, los comerciantes pagarían en promedio entre $8.000 y $33.500 adicionales anuales.
Aunque el propósito parece loable, los expertos en materia tributaria resaltan la necesidad de fortalecer la transparencia de inversión en estos recursos. No hay que olvidar el reciente escándalo del contrato 588, para la compra de siete nuevas máquinas extintoras, que siguen sin llegar a la ciudad “Más allá de la conveniencia del impuesto, la discusión pública pasa por garantizar la transparencia. Un ciudadano puede pensar que si con un presupuesto limitado se pierde la plata, ¿qué se puede esperar si tienen más? Es un raciocino que alimenta el escepticismo de los contribuyentes”, opinó Danilo Tovar, abogado especialista en derecho tributario.
Y de nuevo: el alumbrado público
No es la primera vez que se intenta crear un cobro por alumbrado público en Bogotá. La iniciativa se ha hundido en seis oportunidades en el Concejo. La cabildante María Victoria Vargas (Partido Liberal), ha sido una férrea opositora, por una sencilla razón: “Se considera que el servicio de alumbrado contribuye a mejorar la percepción de seguridad y, por lo tanto, lo debe asumir el gobierno Distrital”, ha dicho la experimentada concejal en ocasiones anteriores, cuando se ha planteado su aprobación. Pese a ello, la secretaría de Hacienda insiste en la necesidad de este tributo, porque los recursos hoy no alcanzan para modernizar la infraestructura, de la cual el 30 % sigue funcionando con viejas bombillas, cuando deberían usar tecnología LED. Además, el plan apunta a instalar temporizadores, para optimizar el recurso energético, y nueva infraestructura para fortalecer el componente Bogotá 24 horas, también incluido en el PDD. Respecto a los cobros, la jefe de cartera señaló que se harían de manera progresiva y que los estratos más altos y las industrias tendrían la mayor proporción del recaudo.
Financiar el transporte público
Respecto al incremento del 17 % en la tasa de parqueo, el argumento principal del gabinete distrital reside en la premisa de la reducción de brechas entre los dueños de vehículos particulares, y quienes usan el transporte público. “Lo que queremos es que las personas vulnerables puedan tener unos bonos de transporte que se reflejen en recargas mensuales en sus tarjetas. Por ejemplo, los $756 que se paguen de más, se van a ir a una carga en una tarjeta de alguien con menos capacidad económica”, explicó Cadena. Sobre este aspecto, el experto Tovar señala que sería una buena iniciativa para financiar el transporte público, “en medio de una coyuntura, en el cual el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) está en números rojos y no hay claridad sobre la ayuda de la Nación. No obstante, dudo que una tasa tan elevada sobreviva la discusión política del Concejo”, aseveró.
Los cambios
Sobre el papel, la administración tendrá que ajustar varias de sus proyecciones, luego del análisis que ha tenido su propuesta en el Concejo. Esta semana, la propia secretaría Cadena ha tenido conversaciones con los cabildantes, de cara a modificar e, incluso, eliminar componentes de las tres propuestas tributarias. “Hemos hecho modificaciones. En la tarifa de alumbrado público, por ejemplo, el estrato tres tenía una tasa del 5%, pero el Concejo nos dijo que le parecía mucho y la bajamos al 4 %. También se disminuyó la tasa para el estrato 4, que ahora quedaría en 5 %; la del estrato 5 quedaría en 7%, y la del estrato seis, en 8 %. Adicionalmente, en respuesta a la petición de gremios, se incluyó un tope de 100 UVT para que ninguna empresa pague por encima de eso”. La sobretasa bomberil, de momento, se mantiene en el 1 % del ICA, y la tasa de parqueo sigue en discusión.
Aunque el Distrito necesita dinero para financiar parte de sus metas, resulta contraproducente depender excesivamente de impuestos sujetos a modificarse. Aunque el alcalde Galán logre sacar adelante su PDD la próxima semana, las cuentas, así como algunas metas, deberán reajustarse o, por lo menos, replantearse, frente a su financiación. Al final, lo único claro, es que sí habrá un ligero impacto en los bolsillos de la ciudadanía que, como siempre, esperará que los recursos se manejen bien y sobrevivan al flagelo de la ineficiencia administrativa y la corrupción.
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