Acción popular contra torniquetes del SITP busca el acceso para todos los cuerpos
Una nueva acción popular busca que el Sistema Integrado de Transporte de Bogotá haga cambios en las estructuras de torniquetes de la entrada de buses. La demanda la lideran colectivos activistas como Gordas sin Chaqueta y un concejal del cabildo. “No es un asunto de comodidad, sino de derechos humanos”, señala el documento.
Juan Camilo Parra
Las medidas para disminuir el índice de pasajeros que evaden su pasaje, mejor conocidos como colados, no solo le cuesta al sistema cerca de $52.000 millones que se suman al déficit económico en el que se encuentra, sino que además tienen impacto en el acceso a los buses de personas con movilidad reducida o cuerpos no hegemónicos. Así lo constataron las lideresas del colectivo Gordas sin Chaqueta, que junto al equipo del concejal Luis Carlos Leal, recogieron un malestar oculto que despertaron los nuevos torniquetes tipo “mariposa” o “muela”, instalados en los buses del SITP.
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Las medidas para disminuir el índice de pasajeros que evaden su pasaje, mejor conocidos como colados, no solo le cuesta al sistema cerca de $52.000 millones que se suman al déficit económico en el que se encuentra, sino que además tienen impacto en el acceso a los buses de personas con movilidad reducida o cuerpos no hegemónicos. Así lo constataron las lideresas del colectivo Gordas sin Chaqueta, que junto al equipo del concejal Luis Carlos Leal, recogieron un malestar oculto que despertaron los nuevos torniquetes tipo “mariposa” o “muela”, instalados en los buses del SITP.
Por esta razón, y tras un par de comunicaciones que sostuvo el colectivo con la empresa de transporte Tercer Milenio, decidieron interponer una tutela pidiendo a la empresa “retirar los torniquetes del SITP en cualquiera de sus modalidades” y “tomar medidas para que el sistema de transporte sea accesible para todos, todas y todes en todo momento y lugar”, señala el documento de la tutela.
Torniquetes “mariposa”
La historia de la acción popular se remonta al 11 de agosto de este año, cuando Gordas sin Chaqueta, colectivo que reivindica la gordura, envió un derecho de petición hacia la empresa Tercer Milenio, pidiendo aclarar varios puntos sobre el proceso que se adelantó para la incorporación de los torniquetes tipo “mariposa”, pensados para reducir a los colados. El derecho de petición fue respondido, pero las dudas no fueron aclaradas, dicen las lideresas que lo interpusieron.
Por ejemplo, pidieron a la empresa de transporte que entregara las cifras de colados en el SITP y los índices de reducción después de que se incorporaran los torniquetes. Sin embargo, la empresa reconoció que no tiene adelantados dichos estudios y no pudo responder a la solicitud, más que decir que los torniquetes han aportado a reducir en un 26% el índice de colados. Entre otras respuestas al derecho de petición, sobresale el hecho de que la entidad reconoce que los torniquetes conllevan barreras de ingreso, per se limita a referirse a ellos como “incómodas”.
“No es un asunto de comodidad, es un asunto de seguridad e integridad física y psicológica. Profesionales del área jurídica y el colectivo hemos venido evidenciando que realmente los torniquetes del SITP son inaccesibles para cualquier corporalidad que no sea una corporalidad que esté pensada en la extrema delgadez y particularmente nuestro trabajo tiene que ver con reconocer las diferentes formas de cuerpos, entre esos los cuerpos gordos. Nuestra lucha es porque se acabe la discriminación contra las personas gordas, que se nos deje juzgar por nuestras corporalidades y que realmente lo que tiene que pasar es que el sistema se adapte también como a la diversidad de cuerpos.”, señaló Marcela, activista que hace parte de Gordas sin Chaqueta.
Cabe anotar que los buses del SITP, son actualmente la flota que más usan los capitalinos. El componente Zonal reportó, en su informe más reciente, 46.374.735 validaciones de pasaje; el componente troncal (Bogotá) 41.911.397; troncal (Soacha), 2.604.139; dual, 1.401.849y639. La demanda va en pro de los usuarios con discapacidad, con movilidad reducida, con cuerpos no hegemónicos, personas de talla baja, mujeres y personas embarazadas, mujeres y personas con niños en brazos, niños y niñas personas con paquetes grandes como bolsas, coches, etc.
Luis Carlos Leal, concejal, considera hay que pensar en el problema de los colados, pero no está de acuerdo con las barreras que representan los nuevos torniquetes y que lo llevó a unir fuerzas con los colectivos. “Los colados son un problema, pero las medidas represivas no necesariamente son la solución, ¿cuántas plata se ha invertido en montar todos estos sistemas? ¿Cuánta plata estamos pagando de sobrecoste en operación a los operadores? Por qué no pensar alternativas que no se basen en inversiones y medidas represivas, sino en un servicio que realmente sea incluyente”, señaló a El Espectador.
De acuerdo con lo manifestado por Transmilenio, la empresa llevó a cabo estudios y pruebas de los torniquetes antes de que fuesen instalados. En el proceso participaron seis empresas operadoras de SITP, las cuales presentaron propuestas, entre ellas los torniquetes “mariposa”. Pero la acción popular también incluyó 14 casos de ciudadanos que se han visto afectados por los torniquetes.
“Soy una persona con sobrepeso y no pasó por ese espacio, cuando voy a utilizar el servicio debo pedir que me abran la puerta de atrás del bus, lo cual supone que el conductor en la mayoría de las ocasiones se indisponga haga malos comentarios o lo haga de mala voluntad, además pasar la vergüenza con todo el mundo, me parece un acto de discriminación. Toda mi familia tiene la misma inconformidad, mi hermana no pasa por sus caderas anchas, mi mamá y mi padrastro se lastiman por meterse a la mala”, es uno de los 14 relatos de usuarios que firmaron la acción popular.
Hay personas que empiezan a decir que lo que hay que hacer es bajar de peso y realmente eso lo que haces es reproducir una forma de discriminación y negar el derecho y trasladar la responsabilidad a las personas y no que se haga cargo. La sociedad, el Estado y quienes operan servicios que son públicos deben entender que no se trata de que si las personas gordas tienen que bajar de peso para acceder, si no que tiene que ser que el transporte esté diseñado para todas las personas y cuerpos”, concluye Marcela.
La acción popular ya fue aceptada por un juzgado de la capital, que deberá analizar los puntos presentados por los querellantes y una eventual medida para que los buses busquen otra solución de torniquete que sea incluyente y además combata el problema de los colados.
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