Advierten el impacto que causarán los rascacielos en Bogotá
Aseguran que los constructores ya tienen claro que es su cuarto de hora para lograr la aprobación de las licencias en las curadurías urbanas.
Redacción Bogotá
“Es aterrador el silencio que ha guardado la administración distrital frente a las críticas que se le han hecho durante los últimos nueve meses sobre el efecto nocivo que tendrá en la ciudad la aplicación del decreto 562 del 2014, que le dio vía libre a la altura de edificios en Bogotá”, señaló la concejal Lucía Bastidas.
La cabildante explicó que ese decreto da a los constructores la posibilidad de pagar en dinero la obligación de construir espacio público a cambio de conseguir autorización para construir más piso y cambiará dramáticamente la estructura urbana de la ciudad.
“Soterradamente la administración le esconde a la ciudad el número y alcance de las licencias que se han tramitado a la luz de este decreto, expedido en plena Navidad del 2014. Aunque en el primer trimestre del año negaron que las licencias de edificios de gran altura se hubieran disparado, la verdad es otra”, agregó.
“Los constructores ya tienen claro que es su cuarto de hora para lograr la aprobación de las licencias en las curadurías urbanas y lo están aprovechando para dejar hechos cumplidos que difícilmente el próximo alcalde podrá revertir, y así los bogotanos tendremos que lidiar con los problemas que generarán edificios de 30 y más pisos, hasta tapar el cielo”, puntualizó.
Para Bastidas, la terquedad de la administración de revisar un acto administrativo que desde todas partes ha recibido críticas por el nefasto impacto que producirá en la ciudad condenará a los bogotanos a sufrir la saturación de tráfico en las calles congestionadas con más carros en avenidas y carreras que no serán ampliadas.
“Redes y servicios públicos, especialmente el acueducto y el alcantarillado, serán insuficientes para la nueva población que llenará esos edificios sin ninguna planificación de estas moles de cemento. He comprobado que hasta hoy la Empresa de Acueducto no ha aprobado su plan maestro para mejorar la red de alcantarillado de la ciudad, y está a la espera de salir a arreglar los problemas cuando los edificios aparezcan. Improvisación”, subrayó.
Finalmente, dijo que este sería uno de los mayores daños que le dejará a la ciudad el alcalde Petro.
“Es aterrador el silencio que ha guardado la administración distrital frente a las críticas que se le han hecho durante los últimos nueve meses sobre el efecto nocivo que tendrá en la ciudad la aplicación del decreto 562 del 2014, que le dio vía libre a la altura de edificios en Bogotá”, señaló la concejal Lucía Bastidas.
La cabildante explicó que ese decreto da a los constructores la posibilidad de pagar en dinero la obligación de construir espacio público a cambio de conseguir autorización para construir más piso y cambiará dramáticamente la estructura urbana de la ciudad.
“Soterradamente la administración le esconde a la ciudad el número y alcance de las licencias que se han tramitado a la luz de este decreto, expedido en plena Navidad del 2014. Aunque en el primer trimestre del año negaron que las licencias de edificios de gran altura se hubieran disparado, la verdad es otra”, agregó.
“Los constructores ya tienen claro que es su cuarto de hora para lograr la aprobación de las licencias en las curadurías urbanas y lo están aprovechando para dejar hechos cumplidos que difícilmente el próximo alcalde podrá revertir, y así los bogotanos tendremos que lidiar con los problemas que generarán edificios de 30 y más pisos, hasta tapar el cielo”, puntualizó.
Para Bastidas, la terquedad de la administración de revisar un acto administrativo que desde todas partes ha recibido críticas por el nefasto impacto que producirá en la ciudad condenará a los bogotanos a sufrir la saturación de tráfico en las calles congestionadas con más carros en avenidas y carreras que no serán ampliadas.
“Redes y servicios públicos, especialmente el acueducto y el alcantarillado, serán insuficientes para la nueva población que llenará esos edificios sin ninguna planificación de estas moles de cemento. He comprobado que hasta hoy la Empresa de Acueducto no ha aprobado su plan maestro para mejorar la red de alcantarillado de la ciudad, y está a la espera de salir a arreglar los problemas cuando los edificios aparezcan. Improvisación”, subrayó.
Finalmente, dijo que este sería uno de los mayores daños que le dejará a la ciudad el alcalde Petro.