Aglomeraciones y hasta fallecimientos: ¿qué pasa con los bares y eventos en Bogotá?
Incumplimientos con el aforo, falta de atención médica y operar en una zona residencial, son algunas de las normas que violaron tres establecimientos de la localidad de Chapinero, en menos de una semana. Aunque las alcaldías locales y secretarías de Gobierno y Seguridad realicen operativos y sanciones temporales, la Policía es quien tiene la facultad del cierre permanente de estos sitios, pero no siempre lo hacen.
Sara Caicedo
En enero de 2023 se llevaron a cabo 825 visitas a bares y discotecas, de los cuales 209 fueron cerrados y otros suspendidos por violar las normas del aprovechamiento económico que dicta el Código Nacional de Policía. Durante 2022, de las 19.195 vistas realizadas por la Secretaría de Gobierno y Policía, se cerraron y suspendieron 4.027 establecimientos. ¿Qué está pasando?
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En enero de 2023 se llevaron a cabo 825 visitas a bares y discotecas, de los cuales 209 fueron cerrados y otros suspendidos por violar las normas del aprovechamiento económico que dicta el Código Nacional de Policía. Durante 2022, de las 19.195 vistas realizadas por la Secretaría de Gobierno y Policía, se cerraron y suspendieron 4.027 establecimientos. ¿Qué está pasando?
Para que un bar o discoteca pueda operar y ejecutar eventos como conciertos o fiestas, se debe cumplir con una serie de normativas dispuestas por la ley, que vigila el aforo, la norma del uso del suelo, el tipo de actividad, entre otros, y con estos documentos al día y presentados ante la Policía, las alcaldías locales y la Secretaría de Gobierno, hay luz verde para su operación.
Sin embargo, muchos establecimientos ni siquiera hacen el requerimiento ni comunican el desarrollo de los eventos, en los que se han convocado hasta más de 1.000 personas. Un ejemplo de esto fue la fiesta Fetish in wonderland, que tuvo lugar en el bar Studio 64, ubicado en la carrera 13 con calle 64, en la localidad de Chapinero.
Studio 64
De acuerdo con la Alcaldía Local, este sitio no presentó ninguno de los documentos requeridos, ni mucho menos dio aviso a que se iba a llevar a cabo dicha fiesta el pasado 11 de febrero. De acuerdo con uno de los djs que se presentaron, el organizador del evento Metamorphosis, habría vendido 1.200 boletas para un lugar en el que solo caben 700.
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Además, asistentes denunciaron falta de ventilación en el punto, la restricción al servicio de agua en los baños y una mala organización en general. La consecuencia de todo esto, más la presencia de drogas y alcohol, fue la muerte Miguel Rodríguez y Arles Ardila, jóvenes que habrían consumido sustancias psicoactivas, lo que les generó problemas de salud y no fueron atendidos oportunamente en el evento.
“Studio 64 violó todas las normas, así lo señaló el alcalde de Chapinero”, Óscar Yesid Ramos Calderón, quien también se refirió a otros establecimientos de esa localidad que están en la mira de las autoridades.
Incógnito Club
Ubicado sobre la carrera 14 #85-31, este sitio se convirtió en el dolor de cabeza de los habitantes de la zona, quienes desde hace dos años han presentado derechos de petición a la Alcaldía Local y a la Secretaría de Seguridad para el cierre de este sitio, con el argumento de que está violando la norma del uso de suelo en ese sector residencial.
Estas entidades del Distrito han trasladado las peticiones a la Policía, ya que esta es la única institución que puede llevar a cabo un cierre permanente de los establecimientos. Y a pesar de que se haya solicitado la apertura del expediente en las inspecciones de Policía, no ha pasado nada y aunque el bar cuenta con toda la documentación al día para operar como club, está ubicado en un sector residencial, pero eso es algo que solo la Policía puede solucionar.
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“Hemos recibido todo tipo de quejas, hicimos más de 15 visitas y pudimos hacer dos suspensiones temporales, pero la facultad de hacer cierres es de la Policía, pero usualmente ellos no lo hacen”, señaló el alcalde Ramos. Incluso, la misma comunidad habla de corrupción entre la Policía y los encargados de Incógnito.
Recordemos que en este sitio también se registró un incendio el pasado fin de semana, el cual no presentó heridos y fue atendido por los bomberos de la zona.
Mezcal
Este establecimiento, ubicado en la calle 83 #14-26, fue sellado de manera temporal, ya que no habría cumplido con la norma de aglomeraciones de público, porque iban a llevar a cabo un concierto para 500 personas en la noche del pasado 16 de febrero, sin embargo, no declararon que el evento se iba a realizar en un bar, así lo señaló el alcalde local de Chapinero.
En el sitio también encontraron pipetas de CO2 al lado de la tarima, “lo que representaba un riesgo mayor para los ciudadanos que asistirían al evento. Además, no contaba con salidas de emergencia y sus respectivas señalizaciones”, compartió la Secretaría de Seguridad.
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¿Quién los regula?
De acuerdo con la cartera de Seguridad, estos establecimientos están regulados por la Ley 1801 de 2016 “pues al convocar este tipo de eventos deben cumplir con todo lo exigido por el registro en el Sistema Único de Gestión de Aglomeraciones (SUGA)”.
Por su parte, la Secretaría de Gobierno señala que los empresarios deben realizar la verificación de la complejidad de su evento ante el SUGA, y dar respuesta con las condiciones reales de su evento. El Distrito, por su parte, realizará la verificación de la información.
“Este registro se debe hacer 10 días antes, en donde tendrán que informar su plan de emergencias, manejo de tránsito y seguridad, entre otros, para darle cumplimiento a todas las condiciones y dar a autorización”, agregó la entidad.
El Idiger, los bomberos, las alcaldías locales y las secretarías de Movilidad, Gobierno y Seguridad, en conjunto con la Policía, verificarán estos documentos y permitirán la realización del evento “con el objetivo de garantizar las condiciones de seguridad de las personas que asisten a estos espacios”, agregó la cartera de Gobierno.
Todo esto se puede consultar en la ley 1493 de 2011, la cual va de la mano con la 1523 de 2012, que es la ley nacional de gestión de riesgo.
¿Qué está fallando?
De acuerdo con Vanessa Morris, coordinadora del proyecto Échele Cabeza, en Colombia hubo un antes y después de la pandemia en temas de eventos y fiestas, ya que antes la regulación de estos espacios eran más evidentes, sin embargo, durante la contingencia hubo establecimientos que empezaron a operar bajo la clandestinidad.
“Lo que notamos como proyecto fue que hubo más gente que comenzó a salir, esto generó un impacto en los establecimientos, ahorita podemos ver que existen alrededor de unos 10 y 15 eventos al mismo tiempo, en simultáneo, donde la gente está acudiendo casi que a todo cada fin de semana. Pero también hay muchos espacios donde todavía están manteniendo estas condiciones de precariedad que estaban teniendo durante la pandemia y son estas faltas de garantías como en el acceso al agua, la seguridad y una atención médica”, agregó Morris.
Ella señala que tampoco existen protocolos puntuales en cuanto a la atención, por ejemplo, “en situaciones de riesgo por sobredosis. Ahorita lo que notamos es que el personal de logística o médico, muchas veces no están capacitados idóneamente para atender una situación de riesgo por consumo”.
De acuerdo con el alcalde de Chapinero, la localidad tiene más de 2.000 establecimientos, entre bares y discotecas, y a aquellos que incumplen alguna normativa se les abre un expediente con la Policía, sin embargo, con el ejemplo de los tres sitios que violaron la ley, en menos de una semana, solo queda un llamado de atención a la Policía, para que actúe de manera eficaz ante el primer llamado de emergencia, asimismo, a quienes asisten a eventos o espacios en los que su vida corre peligro, y sobre todo a los dueños y operadores de los establecimientos y eventos, quienes deben garantizar la seguridad de sus clientes.
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