Así como en pandemia, lave muy bien sus manos para evitar contagios y tenga cuidado con los alimentos y dónde almacena el agua. / Mauricio Alvarado
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Esta semana la ciudad cumple un mes de racionamiento de agua y arranca el cuarto ciclo. Y tras la preocupación por no haber alcanzado las metas (reducir el consumo diario a 15 m3/s y aumentar el nivel de los embalses del sistema Chingaza al 20 %), surge otra: la salud de los bogotanos. En medio de las campañas de ahorro de agua (sin ser la causa directa), se disparó la enfermedad diarreica aguda (EDA).
Por Alexánder Marín Correa
Periodista manizaleño, con experiencia en periodismo de datos, judicial, investigación y local. @alexmarin55Jamarin@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación