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A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad anunció que no encontró registro o soportes sobre el destino final de los chalecos del extinto Fondo de Vigilancia y Seguridad (FVS) de Bogotá, los cuales fueron usados por algunos de los asaltantes durante el polémico robo a una bodega de oro que se registró en Medellín el pasado cuatro de noviembre.
De acuerdo a la investigación que adelantó la secretaria, para el momento de la liquidación de la FVS (entre 2016 y 2018), “no existían en el inventario chalecos antibalas” ni se encontró ninguna acción por parte del liquidador con relación a esos bienes.
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En el comunicado expedido por el Distrito se indica que se consultó el registro documental del Fondo, donde se encontró que la entidad había suscrito dos contratos para la adquisición de chalecos blindados. Ambas compras fueron realizadas a una empresa de Miguel Caballero, propietario de la compañía Mc Armor, empresa que suministraba los elementos al Fondo.
En total el FVS compró cerca de 2 mil chalecos entre los dos contratos de 2012 y 2015, donde en la primera entrega no se relacionaron los números seriales de los chalecos. Ante la limitada información que se encontró la Secretaría de Seguridad aseguró que no es posible determinar cómo fue manejada la disposición final de los chalecos del Fondo.
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La Secretaría aseguró que se puso a disposición de las autoridades pertinente. la información encontrada durante la investigación. Por el momento, aún se desconoce cómo estos chalecos del Distrito llegaron a las manos de asaltantes en Medellín.
