Alcaldía formulará nuevo proyecto de acuerdo para salvar a La Rolita
La administración buscará subsanar los vacíos que provocaron la anulación del acuerdo original. Mientras tanto, la operación continuará sin novedades, según confirmó Transmilenio.
Los cerca de 600 empleados del operador público La Rolita acaban de recibir una buena noticia de cara al futuro de la entidad. Luego de que el Tribunal Superior de Cundinamarca anuló el acto administrativo que la creó —el cual emitió la anterior alcaldía— la administración distrital confirmó, en las últimas horas, que tomará cartas en el asunto y se ocupará de resolver los problemas jurídicos que actualmente tiene La Rolita para su funcionamiento.
Continúe leyendo: Obras en Av. carrera 68 y calle 53 modificarán el tráfico por seis meses.
De acuerdo con el alcalde Carlos Fernando Galán, su alcaldía impulsará un nuevo proyecto de acuerdo en el Concejo, con el cual se buscaría solucionar la inconsistencia jurídica que provocó la anulación del acto original. Vale la pena resaltar que, con base en el fallo que emitió el Tribunal Superior de Cundinamarca, el acto administrativo que creó La Rolita se declaró nulo, debido a que omitió el requisito de un estudio técnico con el cual se debía validar la necesidad de crear un operador público de transporte.
“Vamos a corregir los errores del pasado. Presentaremos ante el Concejo un proyecto que cumpla con todos los requisitos legales para ratificar la autorización para que Transmilenio pueda seguir siendo parte del contrato de sociedad que creó La Rolita”, informó el alcalde Carlos Fernando Galán.
Dicho en otras palabras, lo que hará el gobierno de Galán es exactamente lo mismo que Claudia López hizo en su momento para crear La Rolita: acudir al Concejo, como dictamina la ley, para obtener la aprobación del cabildo, y ratificar la acción administrativa de la cual derivó el operador público de transporte. La única diferencia, en este caso, reside en que la nueva iniciativa corregiría todos los vacíos que provocaron su nulidad.
¿Qué pasará mientras tanto con La Rolita?
Respecto al funcionamiento de La Rolita, la gerente de Transmilenio, María Fernanda Ortíz, informó que las 10 rutas que opera La Rolita no se verán afectada, al menos mientras se consigue subsanar la falla que anuló su creación. Lo anterior, explicó Ortíz, se logró porque la nulidad que emitió el Tribunal aplica exclusivamente al acto con el cual el Concejo aprobó a La Rolita, pero no al contrato que, posteriormente, firmó La Rolita con la empresa de Transmilenio para prestar el servicio de transporte en Ciudad Bolívar.
“Nosotros vamos a respetar el fallo, pero este acto de nulidad no declara el acto de sociedad de la empresa con La Rolita. Por lo tanto, desde nuestra posición jurídica, anunciamos que la empresa operará con normalidad y continuará prestando el servicio de transporte en Ciudad Bolívar”, declaró la gerente de Transmilenio.
En ese orden de ideas, el Distrito tendrá que subir dos marchas y darse prisa con la formulación de nuevo proyecto de acuerdo. Desde el momento en el que sea radicado en la corporación, hasta los dos debates necesarios para ser aprobado (en comisión y luego plenaria) lo más probable es que transcurra un periodo de dos meses. Esto, con una agenda en el cabildo favorable y sin asomos de recusaciones que puedan dilatar los debates en el Recinto de los Comuneros.
Por el momento, lo cierto que con este anuncio, la Alcaldía optó por defender al operador, en tanto otra de las opciones en la mesa sugería la opción de transferir el contrato de La Rolita a los otros operadores privados. Ahora, la cuestión reside en la efectividad de la maniobra y lo fácil que resulte de ejecutar en el Concejo.
Claudia celebra y apunta al “peñalozismo”
Tras el anuncio de Galán, la primera que celebró fue la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, una de las figuras más criticadas por la decisión que tomó el Tribunal de Cundinamarca. Mediante un extenso trino, López le agradeció a Galán la decisión de defender a La Rolita, a pesar de haber sido uno de los concejales que votó en contra de la aprobación del acuerdo original que la creó.
“Celebro que el Alcalde que votó en contra de crear La Rolita, haya cambiado de opinión y ahora la defienda. En 2 años la empresa demostró que el cuasimonopolio de operadores privados de Transmilenio están esquilmando a Bogotá. En cambio, La Rolita es eficiente, incluyente, eléctrica y rentable, y todas sus ganancias públicas se reinvierten en calidad del servicio y del transporte público”, apostilló López.
Asimismo, la exalcaldesa no se abstuvo de las indirectas en contra de lo que ella denomina “El peñalozismo” y un nuevo intento para segar la existencia de un operador público en el sistema de transporte de la ciudad. “Precisamente por eso el peñalosismo y el uribismo se unieron para exterminar a La Rolita le impidieron defenderse y le quitaron la administración del cable de Ciudad Bolívar, hicieron sacar a la gerente que logró sacar la empresa adelante, y pusieron las demandas para provocar que se liquide” sentencio la exmandataria.
El problema de La Rolita
La historia del lío comienza cuando la administración de Claudia López presentó su Plan de Desarrollo Económico y Social en 2020, en el cual consagró la creación de La Rolita como una empresa distrital de transporte para atender el servicio que, se argumentó en ese momento, operaba sin la suficiente cobertura.
Pero la historia de la creación de La Rolita se puede rastrear a más de cuatro décadas atrás, época en la que ya se venía pensando en que el Distrito llevase la operación de servicios de transporte públicos. En medio de esta necesidad de movilidad y evidentes intereses de privados en este negocio, se integró a la movilidad de Bogotá el transporte público colectivo, gracias a que se habilitaron los permisos y el esquema tarifario, pero la operación quedó bajo el esquema privado. Posteriormente, en el 2010, la capital adjudicó el transporte público a través de unas concesiones en el marco del Sistema Integrado de Transporte Público, actual sistema de transporte de la capital que, en suma, integra empresas privadas operadoras para llevar a cabo la operación completa de Transmilenio y SITP.
Deyanira Ávila, exsecretaria de Movilidad en la administración López, complementa el antecedente de La Rolita. “Después de más de cuatro décadas de no operar el distrito, La Rolita se crea con un fin exclusivo de prestar servicio de transporte y otras líneas de negocio que se abrieron posteriormente. Es uno de los proyectos, creo yo, más lindos y más incluyentes en transporte. Es también un ejercicio de prestación de transporte público para los bogotanos en una zona descubierta donde nadie quería prestar el servicio y hoy en día operan no solo buses, sino el cable y la red de electrolineras de Bogotá”.
Es así como la pasada administración estructuró un proyecto con una esencia verde e inclusiva. Todo esto, a pesar de que desde que fue plan, La Rolita tuvo un contrapeso legal de dos demandas que afrontaba aún cuando era solo un proyecto del PDD de Claudia López.
Una de las demandas que surgió fue la de Germán Calderón España, quien presentó una demanda de nulidad contra La Rolita, alegando que ese proyecto no era parte del programa político con que Claudia López ganó la alcaldía de Bogotá. Sin embargo, la demanda no prosperó. La que sí lo hizo fue la de Felipe Bastidas Paredes, que finalmente tuvo el fallo a favor del juzgado.
En conversación con El Espectador, el abogado señaló sobre la demanda: “Cuando se hizo la inclusión de La Rolita, fui consultado por clientes privados para ver si esa auto sanción estaba cumpliendo los requisitos de ley. Al hacer ese análisis me encontré que existe toda una reglamentación, en la ley, que determina cómo las entidades públicas se deben crear. En este caso, la iniciativa es de la alcaldesa, y la creación es del Concejo que la aprobó. Pero esa iniciativa, por ley, debe tener un estudio que justifique la creación de esa entidad. En este caso, ese estudio no se hizo, y no se hizo porque el Distrito tuvo una interpretación distinta. Ellos pensaron que no era necesario, porque no estaban creando La Rolita, sino que estaban autorizando su creación. Pero esa interpretación no estaba conforme a la ley. Por eso se presentó la demanda que me da la razón tanto en primera, como en segunda instancia”, sentenció el togado.
El estudio que omitió la administración para configurar La Rolita, lo exige el artículo 69 de la Ley 489 de 1998. “El Concejo de Bogotá, sin exigir ese estudio, violando la ley, aprobó el artículo 91 del Acuerdo No. 761 de 2020, o Plan Distrital de Desarrollo”, agregó el abogado.
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Los cerca de 600 empleados del operador público La Rolita acaban de recibir una buena noticia de cara al futuro de la entidad. Luego de que el Tribunal Superior de Cundinamarca anuló el acto administrativo que la creó —el cual emitió la anterior alcaldía— la administración distrital confirmó, en las últimas horas, que tomará cartas en el asunto y se ocupará de resolver los problemas jurídicos que actualmente tiene La Rolita para su funcionamiento.
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De acuerdo con el alcalde Carlos Fernando Galán, su alcaldía impulsará un nuevo proyecto de acuerdo en el Concejo, con el cual se buscaría solucionar la inconsistencia jurídica que provocó la anulación del acto original. Vale la pena resaltar que, con base en el fallo que emitió el Tribunal Superior de Cundinamarca, el acto administrativo que creó La Rolita se declaró nulo, debido a que omitió el requisito de un estudio técnico con el cual se debía validar la necesidad de crear un operador público de transporte.
“Vamos a corregir los errores del pasado. Presentaremos ante el Concejo un proyecto que cumpla con todos los requisitos legales para ratificar la autorización para que Transmilenio pueda seguir siendo parte del contrato de sociedad que creó La Rolita”, informó el alcalde Carlos Fernando Galán.
Dicho en otras palabras, lo que hará el gobierno de Galán es exactamente lo mismo que Claudia López hizo en su momento para crear La Rolita: acudir al Concejo, como dictamina la ley, para obtener la aprobación del cabildo, y ratificar la acción administrativa de la cual derivó el operador público de transporte. La única diferencia, en este caso, reside en que la nueva iniciativa corregiría todos los vacíos que provocaron su nulidad.
¿Qué pasará mientras tanto con La Rolita?
Respecto al funcionamiento de La Rolita, la gerente de Transmilenio, María Fernanda Ortíz, informó que las 10 rutas que opera La Rolita no se verán afectada, al menos mientras se consigue subsanar la falla que anuló su creación. Lo anterior, explicó Ortíz, se logró porque la nulidad que emitió el Tribunal aplica exclusivamente al acto con el cual el Concejo aprobó a La Rolita, pero no al contrato que, posteriormente, firmó La Rolita con la empresa de Transmilenio para prestar el servicio de transporte en Ciudad Bolívar.
“Nosotros vamos a respetar el fallo, pero este acto de nulidad no declara el acto de sociedad de la empresa con La Rolita. Por lo tanto, desde nuestra posición jurídica, anunciamos que la empresa operará con normalidad y continuará prestando el servicio de transporte en Ciudad Bolívar”, declaró la gerente de Transmilenio.
En ese orden de ideas, el Distrito tendrá que subir dos marchas y darse prisa con la formulación de nuevo proyecto de acuerdo. Desde el momento en el que sea radicado en la corporación, hasta los dos debates necesarios para ser aprobado (en comisión y luego plenaria) lo más probable es que transcurra un periodo de dos meses. Esto, con una agenda en el cabildo favorable y sin asomos de recusaciones que puedan dilatar los debates en el Recinto de los Comuneros.
Por el momento, lo cierto que con este anuncio, la Alcaldía optó por defender al operador, en tanto otra de las opciones en la mesa sugería la opción de transferir el contrato de La Rolita a los otros operadores privados. Ahora, la cuestión reside en la efectividad de la maniobra y lo fácil que resulte de ejecutar en el Concejo.
Claudia celebra y apunta al “peñalozismo”
Tras el anuncio de Galán, la primera que celebró fue la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, una de las figuras más criticadas por la decisión que tomó el Tribunal de Cundinamarca. Mediante un extenso trino, López le agradeció a Galán la decisión de defender a La Rolita, a pesar de haber sido uno de los concejales que votó en contra de la aprobación del acuerdo original que la creó.
“Celebro que el Alcalde que votó en contra de crear La Rolita, haya cambiado de opinión y ahora la defienda. En 2 años la empresa demostró que el cuasimonopolio de operadores privados de Transmilenio están esquilmando a Bogotá. En cambio, La Rolita es eficiente, incluyente, eléctrica y rentable, y todas sus ganancias públicas se reinvierten en calidad del servicio y del transporte público”, apostilló López.
Asimismo, la exalcaldesa no se abstuvo de las indirectas en contra de lo que ella denomina “El peñalozismo” y un nuevo intento para segar la existencia de un operador público en el sistema de transporte de la ciudad. “Precisamente por eso el peñalosismo y el uribismo se unieron para exterminar a La Rolita le impidieron defenderse y le quitaron la administración del cable de Ciudad Bolívar, hicieron sacar a la gerente que logró sacar la empresa adelante, y pusieron las demandas para provocar que se liquide” sentencio la exmandataria.
El problema de La Rolita
La historia del lío comienza cuando la administración de Claudia López presentó su Plan de Desarrollo Económico y Social en 2020, en el cual consagró la creación de La Rolita como una empresa distrital de transporte para atender el servicio que, se argumentó en ese momento, operaba sin la suficiente cobertura.
Pero la historia de la creación de La Rolita se puede rastrear a más de cuatro décadas atrás, época en la que ya se venía pensando en que el Distrito llevase la operación de servicios de transporte públicos. En medio de esta necesidad de movilidad y evidentes intereses de privados en este negocio, se integró a la movilidad de Bogotá el transporte público colectivo, gracias a que se habilitaron los permisos y el esquema tarifario, pero la operación quedó bajo el esquema privado. Posteriormente, en el 2010, la capital adjudicó el transporte público a través de unas concesiones en el marco del Sistema Integrado de Transporte Público, actual sistema de transporte de la capital que, en suma, integra empresas privadas operadoras para llevar a cabo la operación completa de Transmilenio y SITP.
Deyanira Ávila, exsecretaria de Movilidad en la administración López, complementa el antecedente de La Rolita. “Después de más de cuatro décadas de no operar el distrito, La Rolita se crea con un fin exclusivo de prestar servicio de transporte y otras líneas de negocio que se abrieron posteriormente. Es uno de los proyectos, creo yo, más lindos y más incluyentes en transporte. Es también un ejercicio de prestación de transporte público para los bogotanos en una zona descubierta donde nadie quería prestar el servicio y hoy en día operan no solo buses, sino el cable y la red de electrolineras de Bogotá”.
Es así como la pasada administración estructuró un proyecto con una esencia verde e inclusiva. Todo esto, a pesar de que desde que fue plan, La Rolita tuvo un contrapeso legal de dos demandas que afrontaba aún cuando era solo un proyecto del PDD de Claudia López.
Una de las demandas que surgió fue la de Germán Calderón España, quien presentó una demanda de nulidad contra La Rolita, alegando que ese proyecto no era parte del programa político con que Claudia López ganó la alcaldía de Bogotá. Sin embargo, la demanda no prosperó. La que sí lo hizo fue la de Felipe Bastidas Paredes, que finalmente tuvo el fallo a favor del juzgado.
En conversación con El Espectador, el abogado señaló sobre la demanda: “Cuando se hizo la inclusión de La Rolita, fui consultado por clientes privados para ver si esa auto sanción estaba cumpliendo los requisitos de ley. Al hacer ese análisis me encontré que existe toda una reglamentación, en la ley, que determina cómo las entidades públicas se deben crear. En este caso, la iniciativa es de la alcaldesa, y la creación es del Concejo que la aprobó. Pero esa iniciativa, por ley, debe tener un estudio que justifique la creación de esa entidad. En este caso, ese estudio no se hizo, y no se hizo porque el Distrito tuvo una interpretación distinta. Ellos pensaron que no era necesario, porque no estaban creando La Rolita, sino que estaban autorizando su creación. Pero esa interpretación no estaba conforme a la ley. Por eso se presentó la demanda que me da la razón tanto en primera, como en segunda instancia”, sentenció el togado.
El estudio que omitió la administración para configurar La Rolita, lo exige el artículo 69 de la Ley 489 de 1998. “El Concejo de Bogotá, sin exigir ese estudio, violando la ley, aprobó el artículo 91 del Acuerdo No. 761 de 2020, o Plan Distrital de Desarrollo”, agregó el abogado.
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