Alerta desde el Concejo de Bogotá por el robo de mobiliario público en 2022
Según la denuncia, los bogotanos han pagado $22.000 millones en la reposición de estos elementos, entre los que están contenedores de basura, tapas de alcantarilla, luminarias, cestas públicas y señalizaciones del Sitp.
El concejal de Bogotá, Andrés Ongaza (Alianza Verde), dio a conocer este martes las cifras de la investigación que hizo sobre el seguimiento y control a las cifras semestrales anuales del hurto de mobiliario público en Bogotá, así como el total de costos de reposición.
Para el cabildante, “esta situación ha impactado de diferentes maneras a la ciudadanía, tanto en seguridad, como en calidad de vida; por lo que es imperante visibilizar el incremento de estas problemáticas para hallar una solución”.
La investigación de Onzaga muestra que “los elementos con mayor incidencia en el hurto de mobiliario público bogotano fueron los contenedores de basura, que reportan en el primer semestre, un total de 7.644 hurtados, con un costo $6.072.843.388″.
Al respecto, recalcó que “si bien es cierto, este costo no lo asume la ciudad, sino los operadores, es igual de importante resaltar el valor que están pagando los concesionarios, pues afecta los costos de los próximos contratos al significar un ítem contractual con alto riesgo de variación”.
En cuanto al hurto de tapas de alcantarilla, las cifras indican que está creciendo de forma indiscriminada, perjudicando la calidad de movilización en las vías y presentando un alto porcentaje de accidentalidad y averías en vehículos.
Durante este primer periodo de 2022, se han registrado un total de 2.749 tapas robadas, lo que significa un incremento del 65 % en comparación con 2021. Las localidades más afectadas han sido Engativá (325), Kennedy (319), Suba (313) y Usaquén (253), con un costo total de $2.218.464.992.
En cuanto al robo de luminarias, Onzaga recalcó que “es primordial identificar con lupa los sectores que están dejando a una Bogotá a oscuras, que están permitiendo el aumento de robos e inseguridad en las calles”, puesto que, durante 2021, se tuvo un total de 1.517 luminarias hurtadas y tan solo este primer semestre 2022, se lleva un total de 1.943″.
El costo por su reparación, según la indagación del concejal, asciende a $3.486.878.656 y las localidades con mayor afectación son Kennedy (264), Suba (242), Puente Aranda (166), Barrios Unidos (163) y Ciudad Bolívar (145).
“También se contó con las cifras del hurto de las cestas públicas, cuya implementación ha tenido el propósito de mejorar y controlar el desaseo en los espacios públicos; sin embargo, este año el robo de las cestas públicas ha tenido un costo de $14.970.031.411, dejando desamparado los parques y calles”.
Robos que afectan el sistema de transporte público
El hurto de señalización ha afectado el correcto uso del sistema y ubicación de los ciudadanos, debido al desconocimiento de las paradas y la desinformación de las rutas de los buses del Sitp, lo que ha aumentado, de acuerdo con Onzaga, la desorganización peatonal y el tránsito vehicular.
El total de piezas hurtadas ha sido de 1.994 y las localidades con mayor afectación son Kennedy (342), Engativá (217), Bosa (211), Suba (173) y Usaquén (171).
Así mismo, en cuanto al robo de maletines viales (los naranjas que sirven de separadores), los datos recopilados indican que en este año han sido robados 665 de estos, cuyo valor asciende a un valor de $232.750.000, siendo los meses con más impacto enero (333) y febrero (187).
Respecto de las localidades con mayor reporte se encuentran Engativá y Barrios unidos con 205, Suba 112 y Puente Aranda 125.
“Al final, este incremento de afectación al mobiliario público en la ciudad está generando un gasto público anual de mil y miles de millones que se podrían invertir en proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, señala el concejal.
Por ende, Onzaga manifestó que “este dinero debería ir para los programas sociales, las universidades públicas, para la protección y bienestar de nuestras poblaciones con discapacidad, pobreza total, víctimas del conflicto armado y madres cabeza de hogar o con algún tipo de vulnerabilidad y no en la reposición de un insumo que en su momento se instaló y que hoy en día brilla su ausencia afectando la calidad y seguridad de vida de los bogotanos”.
El cabildante de la Alianza Verde hizo un llamado a la Alcaldía a “fortalecer actividades orientadas a la prevención y cuidado de todos los elementos del mobiliario público en la ciudad”, así como pidió resultados en las investigaciones instauradas por las entidades responsables.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
El concejal de Bogotá, Andrés Ongaza (Alianza Verde), dio a conocer este martes las cifras de la investigación que hizo sobre el seguimiento y control a las cifras semestrales anuales del hurto de mobiliario público en Bogotá, así como el total de costos de reposición.
Para el cabildante, “esta situación ha impactado de diferentes maneras a la ciudadanía, tanto en seguridad, como en calidad de vida; por lo que es imperante visibilizar el incremento de estas problemáticas para hallar una solución”.
La investigación de Onzaga muestra que “los elementos con mayor incidencia en el hurto de mobiliario público bogotano fueron los contenedores de basura, que reportan en el primer semestre, un total de 7.644 hurtados, con un costo $6.072.843.388″.
Al respecto, recalcó que “si bien es cierto, este costo no lo asume la ciudad, sino los operadores, es igual de importante resaltar el valor que están pagando los concesionarios, pues afecta los costos de los próximos contratos al significar un ítem contractual con alto riesgo de variación”.
En cuanto al hurto de tapas de alcantarilla, las cifras indican que está creciendo de forma indiscriminada, perjudicando la calidad de movilización en las vías y presentando un alto porcentaje de accidentalidad y averías en vehículos.
Durante este primer periodo de 2022, se han registrado un total de 2.749 tapas robadas, lo que significa un incremento del 65 % en comparación con 2021. Las localidades más afectadas han sido Engativá (325), Kennedy (319), Suba (313) y Usaquén (253), con un costo total de $2.218.464.992.
En cuanto al robo de luminarias, Onzaga recalcó que “es primordial identificar con lupa los sectores que están dejando a una Bogotá a oscuras, que están permitiendo el aumento de robos e inseguridad en las calles”, puesto que, durante 2021, se tuvo un total de 1.517 luminarias hurtadas y tan solo este primer semestre 2022, se lleva un total de 1.943″.
El costo por su reparación, según la indagación del concejal, asciende a $3.486.878.656 y las localidades con mayor afectación son Kennedy (264), Suba (242), Puente Aranda (166), Barrios Unidos (163) y Ciudad Bolívar (145).
“También se contó con las cifras del hurto de las cestas públicas, cuya implementación ha tenido el propósito de mejorar y controlar el desaseo en los espacios públicos; sin embargo, este año el robo de las cestas públicas ha tenido un costo de $14.970.031.411, dejando desamparado los parques y calles”.
Robos que afectan el sistema de transporte público
El hurto de señalización ha afectado el correcto uso del sistema y ubicación de los ciudadanos, debido al desconocimiento de las paradas y la desinformación de las rutas de los buses del Sitp, lo que ha aumentado, de acuerdo con Onzaga, la desorganización peatonal y el tránsito vehicular.
El total de piezas hurtadas ha sido de 1.994 y las localidades con mayor afectación son Kennedy (342), Engativá (217), Bosa (211), Suba (173) y Usaquén (171).
Así mismo, en cuanto al robo de maletines viales (los naranjas que sirven de separadores), los datos recopilados indican que en este año han sido robados 665 de estos, cuyo valor asciende a un valor de $232.750.000, siendo los meses con más impacto enero (333) y febrero (187).
Respecto de las localidades con mayor reporte se encuentran Engativá y Barrios unidos con 205, Suba 112 y Puente Aranda 125.
“Al final, este incremento de afectación al mobiliario público en la ciudad está generando un gasto público anual de mil y miles de millones que se podrían invertir en proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, señala el concejal.
Por ende, Onzaga manifestó que “este dinero debería ir para los programas sociales, las universidades públicas, para la protección y bienestar de nuestras poblaciones con discapacidad, pobreza total, víctimas del conflicto armado y madres cabeza de hogar o con algún tipo de vulnerabilidad y no en la reposición de un insumo que en su momento se instaló y que hoy en día brilla su ausencia afectando la calidad y seguridad de vida de los bogotanos”.
El cabildante de la Alianza Verde hizo un llamado a la Alcaldía a “fortalecer actividades orientadas a la prevención y cuidado de todos los elementos del mobiliario público en la ciudad”, así como pidió resultados en las investigaciones instauradas por las entidades responsables.
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