Amenazas en la UN

El jueves, en horas de la mañana y por vía electrónica, llegaron a las oficinas de la decanatura de derecho y a otras secretarías de la Universidad Nacional, sede Bogotá, dos hojas con un título que les heló las venas a las personas que recibieron la comunicación: “Última advertencia”.

El texto, firmado por un grupo que se denomina Águilas Negras, establece como objetivos militares a 32 estudiantes y egresados, así como a sus familias, de cuatro facultades de la institución educativa. El Espectador conoció el documento, pero se abstiene de publicar nombres por razones obvias de seguridad.

De acuerdo con el texto, las personas señaladas como objetivos militares serían auxiliadores de las Farc y también los responsables de los desmanes que se producen en el interior de la universidad. Asimismo, que algunos de los amenazados pertenecen a las Juventudes Comunistas (Juco) y otros fueron los organizadores de las marchas que se realizaron para rechazar la implementación del estatuto universitario. De la misma forma, el comunicado asegura que los casilleros de las facultades de Economía, Derecho, Sociología y Zootecnia son utilizados como depósitos para “almacenar propaganda subversiva, explosivos y armamento”.

De igual manera, se anuncia un toque de queda que regirá a partir del 18 de noviembre “no para los estudiantes, sino para los subversivos: no deben permanecer en los predios universitarios entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m., pues ya dispusimos de personal para hacer presencia en esta zona”.

Lo que tiene sorprendidas a algunas personas es que, en otras ocasiones, las amenazas suelen ser rumores que se transmiten de personas a persona. Esta es la primera vez que llega un comunicado que señala directamente a diferentes personas, con nombres y apellidos.

Al cierre de esta edición estaba en curso una reunión entre las directivas de la universidad para determinar qué acciones se tomarán de frente al comunicado de las supuestas Águilas Negras. Un portavoz de la institución educativa aseguró que hasta que las directivas tomen decisiones, habrá un pronunciamiento oficial por parte de la universidad.

El jueves, en horas de la mañana y por vía electrónica, llegaron a las oficinas de la decanatura de derecho y a otras secretarías de la Universidad Nacional, sede Bogotá, dos hojas con un título que les heló las venas a las personas que recibieron la comunicación: “Última advertencia”.

El texto, firmado por un grupo que se denomina Águilas Negras, establece como objetivos militares a 32 estudiantes y egresados, así como a sus familias, de cuatro facultades de la institución educativa. El Espectador conoció el documento, pero se abstiene de publicar nombres por razones obvias de seguridad.

De acuerdo con el texto, las personas señaladas como objetivos militares serían auxiliadores de las Farc y también los responsables de los desmanes que se producen en el interior de la universidad. Asimismo, que algunos de los amenazados pertenecen a las Juventudes Comunistas (Juco) y otros fueron los organizadores de las marchas que se realizaron para rechazar la implementación del estatuto universitario. De la misma forma, el comunicado asegura que los casilleros de las facultades de Economía, Derecho, Sociología y Zootecnia son utilizados como depósitos para “almacenar propaganda subversiva, explosivos y armamento”.

De igual manera, se anuncia un toque de queda que regirá a partir del 18 de noviembre “no para los estudiantes, sino para los subversivos: no deben permanecer en los predios universitarios entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m., pues ya dispusimos de personal para hacer presencia en esta zona”.

Lo que tiene sorprendidas a algunas personas es que, en otras ocasiones, las amenazas suelen ser rumores que se transmiten de personas a persona. Esta es la primera vez que llega un comunicado que señala directamente a diferentes personas, con nombres y apellidos.

Al cierre de esta edición estaba en curso una reunión entre las directivas de la universidad para determinar qué acciones se tomarán de frente al comunicado de las supuestas Águilas Negras. Un portavoz de la institución educativa aseguró que hasta que las directivas tomen decisiones, habrá un pronunciamiento oficial por parte de la universidad.