ALO Norte y Transmilenio por la séptima: más vivas que nunca
El Concejo aprobó el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) 2024-2027, que incluyó la construcción de la ALO Norte y la troncal para la carrera séptima. Ambas iniciativas van en contravía de lo planteado en el POT y de las promesas de Galán en campaña.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
He aquí un nuevo episodio en torno al debate que generan dos obras que llevan años sin poder concretarse: el tramo norte de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) y la troncal de Transmilenio por la carrera séptima. Esta vez el escenario fue el Concejo de Bogotá, que ayer aprobó el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) del alcalde Carlos Fernando Galán. Al final, ambos proyectos recibieron el visto bueno de la mayoría del cabildo.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
He aquí un nuevo episodio en torno al debate que generan dos obras que llevan años sin poder concretarse: el tramo norte de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) y la troncal de Transmilenio por la carrera séptima. Esta vez el escenario fue el Concejo de Bogotá, que ayer aprobó el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) del alcalde Carlos Fernando Galán. Al final, ambos proyectos recibieron el visto bueno de la mayoría del cabildo.
Más información sobre Bogotá: Las cuentas del Distrito para financiar su Plan de Desarrollo.
El más discutido, sin duda, fue el proyecto que busca solucionar la movilidad en el occidente de la capital: la ALO. Aunque el tramo norte lo había sepultado la exalcaldesa Claudia López, al descartarlo en el POT, la nueva administración lo revivió, como una de las obras claves para la movilidad. Y su propuesta tuvo eco en el Concejo, donde un grupo de cabildantes convencieron a las mayorías.
Luego fue el turno para la carrera séptima, propuesta que sorprendió a un grueso número de los electores del alcalde que residen en la zona de influencia. El mandatario incluyó la construcción de un corredor de alta capacidad sobre ese icónico corredor, lo cual, para los veedores del proyecto y los concejales de la oposición, solo tiene una traducción: troncal de Transmilenio. Allí la pelea será larga y ante una comunidad organizada que ya frenó el proyecto dos veces.
Si bien el Distrito celebró estos dos triunfos, sabe que el camino para hacerlas realidad no será sencillo. Por un lado, tendrá que prepararse para la batalla jurídica que emprenderán los contradictores de estos proyectos. Por el otro, resolver un asunto tan vital como la aprobación: la financiación, que de momento para ambas está en el limbo. Este es el panorama.
Y de nuevo: ¿Transmilenio por la carrera Séptima?
El protagonismo del debate para aprobar el Plan de Desarrollo no se lo llevó únicamente la ALO. El cabildo también acogió el artículo 119, que contempla la creación de un corredor vial de alta capacidad para la carrera Séptima. Para los cabildantes que se opusieron al artículo, esto no es más que revivir la idea de incluir nuevamente una troncal de Transmilenio para el corredor.
Para Carlos Ossa, lider opositor a Transmilenio por la Séptima, es sopresivo que el alcalde hubiese incluido el artículo, ya que durante la campaña les aseguró que no adelantaría ningún tipo de medida en el corredor sin la participación ciudadana. De hecho, para Ossa es aún más inquietante que el artículo no incluya un parágrafo como el que, en su momento incluyó Claudia López en su Plan de Desarrollo. “Logramos defender la Séptima gracias a que el parágrafo del Plan de la exalcaldesa vetaba troncales de Transmilenio pesadas para el corredor. Ahora no tenemos esa garantía”, explicó el líder comunitario.
Para Carlos Ossa, lider opositor a Transmilenio por la Séptima, es sopresivo que el alcalde hubiese incluido el artículo, ya que durante la campaña les aseguró que no adelantaría ningún tipo de medida en el corredor sin la participación ciudadana. De hecho, para Ossa es aún más inquietante que el artículo no incluya un parágrafo como el que, en su momento incluyó Claudia López en su Plan de Desarrollo. “Logramos defender la Séptima gracias a que el parágrafo del Plan de la exalcaldesa vetaba troncales de Transmilenio pesadas para el corredor. Ahora no tenemos esa garantía”, explicó el líder comunitario.
ALO vs. Ciudadela
La ALO es un proyecto vial del que se viene hablando en la ciudad desde hace 60 años, bajo la premisa de poder conectar al sur con el norte por el corredor occidental. Pero hace dos años sufrió una estocada, cuando la pasada administración sacó el tramo norte del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para reemplazarla por el megaproyecto urbanístico, Ciudadela del Cuidado, que se edificaría en los predios que se adquirieron para la avenida.
Y lo hizo bajo el argumento del impacto ambiental que supone atravesar una vía, de ocho carriles por tres humedales y partir la reserva Thomas van der Hammen. La exmandataria intentó blindar su proyecto catalogándola en el POT como actuación estratégica, e incluso trató de dejar el contrato de obra firmado.
Pero los que respaldan la necesidad de la ALO hicieron de todo por frenarlo y tener un chance como el que hoy lograron con el alcalde Galán. Pero mantenerlo no será fácil. Alrededor de la aprobación hay una pregunta clave que se tendrá que decantar en los próximos meses: ¿es necesaria?, o, ¿el Plan de Desarrollo puede modificar una norma superior como el Plan de Ordenamiento Territorial?
En cuanto a necesidad, hay expertos que dicen que sí. Como Juan Eduardo Chica, docente y líder del Urban Lab Bogotá Región, quien explica que “para la salida norte solo están la séptima y la Autonorte, por lo que es necesaria una vía en esa zona, tan densa. de no hacer la ALO solo quedaría la opción de la Boyacá, que también cruzará por 20 hectáreas de la Van der Hammen”.
En cuanto al choque de normas, los defensores de la ALO, dicen que tocaría ir más atrás de la aprobación del mismo POT. Concejales como Sandra Forero y Daniel Briceño, quienes ya propusieron modificar la norma urbanística, señalan que la pasada administración falló al descartar la vía para impulsar un proyecto urbanístico, sin antes cambiar la destinación de los predios, para lo cual existe un mecanismo jurídico que no se respetó.
La cabildante Forero argumenta que “el proceso para cambiar la destinación de los predios que fueron adquiridos con presupuestos de la nación y el Distrito tiene un mecanismo jurídico que el Distrito, bajo la anterior administración, no respetó. De hecho, el operador urbano, quien hizo la convocatoria de la licitación, fue RenoBo, y los predios están todavía bajo la tutela del IDU porque no se ha logrado concretar el mecanismo fiduciario para que los predios, que están ahí, pasen al constructor encargado de ejecutar el proyecto”, declaró Forero a El Espectador.
Otra visión tienen expertos y concejales, como Julián Espinosa, al considerar que el Plan de Desarrollo no podría modificar una norma de jerarquía superior. El argumento lo respaldan expertos como Enrique Gómez Pinzón, abogado y socio de la firma Holland & Knight, quien recordó que ”los procesos de revisión y modificación excepcional del POT los regula la Ley 388 de 1997″.
Incluso, añade, que dicha normativa contiene “limitaciones en cuanto a la modificación de objetivos y estrategias a largo y mediano plazo, así como la necesidad de adelantar las mismas etapas de concertación, consulta y aprobación que se requieren para la aprobación del POT”. Empero lo anterior, señala que el debate real será cómo el Distrito articule lo que aprobó el PDD con la norma urbanística. En ese sentido, a modo de conclusión, podría lograr que un jurídico, pueda prosperar contra las intenciones de la administración.
“Tanto el POT como la AE contemplan de forma expresa la construcción de la ALO (en general) como parte del componente de movilidad que se debe desarrollar. La discusión se centra en la forma en que dicho proyecto se aborda por parte del Distrito”, apostilló el experto. A modo de conclusión, el experto Gómez resalta en que el artículo como tal no contempla una modificación directa al POT, y por ende, ve difícil que cualquier recurso jurídico en contra, pueda prosperar en los tribunales.
Con la aprobación del Plan, ahora la Alcaldía tiene una hoja de ruta llena de pendientes. Si bien, los opositores de la ALO tienen en opciones para pelear contra el corredor, el Distrito tiene cosas por resolver. Por ejemplo, la articulación y la conciliación de las necesidades de una ciudad como Bogotá que requiere vías, pero también infraestructura social, cuidando el ambiente.
La solución parece estar en el artículo que da luz verde a la obra, donde también contempla destinar parte de los predios para infraestructura social y del cuidado. Como están las cosas, la única certeza es que a la ALO Norte le quedan muchos debates por superar.
Continúe leyendo en la sección: El suplicio de trancones y trabas de infraestructura en los accesos a Bogotá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.