Asesinó a tres adolescentes en Usaquén y pagará 40 años de prisión
Se trata de Daniel Arturo Prieto Beltrán, uno de los responsables de raptar y luego matar a tres menores de edad, en el año 2017. Los restos de las víctimas los hallaron dos años después. El condenado estaba preso por otro delito. Por tratarse de menores, no tuvo beneficios penales.
El rapto y el asesinato en 2017 de tres jóvenes, en el barrio San Cristóbal Norte, de Usaquén, no quedó impune. En la tarde del pasado lunes al fin se conoció la sentencia que pagará Daniel Arturo Prieto Beltrán, uno de los responsables del triple crimen, quien pese a haberse declarado culpable, tendrá que pagar 40 años de prisión. Cómo las víctimas eran menores de edad, no obtuvo rebaja en su condena.
El caso se remonta al 22 de febrero de 2017, cuando desaparecieron Brayan Andrés Montaña Pulido, de 17 años; Mauricio Castillo, de 16, y Juan Esteban Moreno Pachón, de 14, quienes trabajaban como domiciliarios frente a un supermercado del barrio. La última vez que los vieron fue por la calle 163, a bordo de la camioneta vinotinto, de placas EPA-947, que era del padre de uno de los jóvenes.
A partir de ese momento, les perdieron la pista. Sus familias pasaron dos años de incertidumbre y angustia, hasta que los detectives desentramaron el misterio, encontraron los cuerpos de las víctimas, reconstruyeron lo que ocurrió aquella noche y capturaron a los responsables del rapto, el asesinato y la desaparición. Según la investigación, el día que se perdió el rastro de Montaña, Castillo y Moreno, fueron víctimas de una banda dedicada al hurto de vehículos.
La reconstrucción de los hechos cuenta que minutos después de ver a los menores a bordo del vehículo, los delincuentes los interceptaron, para robarles el automotor. Pero no querían dejar testigos y por eso los llevaron a un punto desolado en los cerros orientales, donde los asesinaron a tiros.
Semanas después, cuando la denuncia por la desaparición tenía eco en la ciudad, surgió una pista que encaminó la investigación. En la calle octava sur con carrera 29, del barrio Santa Isabel, encontraron el carro abandonado, con las luces encendidas, sin radio ni parlantes, con el sistema de gas desconectado, sin el sistema de rastreo satelital y las placas cambiadas.
Le puede interesar: Hallan restos que serían los de jóvenes desaparecidos en Usaquén en 2017
A partir de ese momento se fueron recaudando pistas hasta dar con el primer detenido: José Andrés Ceballos, conocido como alias El Carpintero. Este sujeto fue quien compró la camioneta robada, en la que se fueron vistos por última vez los menores. Él aceptó su delito y lo condenaron a cuatro años de prisión. Sin embargo, dijo que nada había tenido que ver con la muerte de los muchachos.
Las pesquisas continuaron y fue gracias a ese trabajo minucioso que los investigadores llegaron a uno, este sí, responsable del crimen, quien para 2019 estaba tras la rejas, pero por otro delito: porte ilegal de armas. Se trataba de Prieto Beltrán, que al verse descubierto, decidió confesar y colaborar. Gracias a él, los forenses encontraron en mayo de ese año los despojos de los menores, paradójicamente cerca del lugar donde los vieron por última vez con vida.
Pero él no solo participó. Fue él quien les quitó la vida. En su declaración relató cómo esa noche, tras raptarlos y llevarlos a un paraje desolado en los cerros, les pidió que se quitaran los cordones de los zapatos y mientras ellos lo hacían, les disparó en la cabeza. Hoy, casi dos años después de haber encontrado los cuerpos y haber aclarado el crimen, un juez de conocimiento leyó la sentencia en su contra: 40 años de prisión, por los delitos de homicidio agravado, en concurso con desaparición forzada, porte ilegal de armas y hurto calificado.
Lea: Piden justicia por crimen de jóvenes en Usaquén
Como las víctimas eran menores de edad, a pesar de su confesión y de que en la audiencia les pidió perdón a las familias, el condenado no obtuvo rebajas de pena, como lo dispone las leyes de infancia y adolescencia. Así lo dio a conocer el juez al señalar: “En el presente asunto, este estrado judicial no puede conceder al procesado ningún beneficio penal por la forma vil, cruel y despiadada como fueron ultimados los menores de edad”.
Con la condena de Daniel Arturo Prieto Beltrán, el caso no termina. Actualmente la justicia avanza en un proceso penal contra otras seis personas que, presuntamente también participaron, de alguna manera, en el triple asesinato. Solo hasta que se conozca el desenlace de estas investigaciones, las familias de Brayan Andrés Montaña Pulido, de 17 años; Mauricio Castillo, de 16, y Juan Esteban Moreno Pachón, de 14, podrán decir que hubo plena justicia.
El rapto y el asesinato en 2017 de tres jóvenes, en el barrio San Cristóbal Norte, de Usaquén, no quedó impune. En la tarde del pasado lunes al fin se conoció la sentencia que pagará Daniel Arturo Prieto Beltrán, uno de los responsables del triple crimen, quien pese a haberse declarado culpable, tendrá que pagar 40 años de prisión. Cómo las víctimas eran menores de edad, no obtuvo rebaja en su condena.
El caso se remonta al 22 de febrero de 2017, cuando desaparecieron Brayan Andrés Montaña Pulido, de 17 años; Mauricio Castillo, de 16, y Juan Esteban Moreno Pachón, de 14, quienes trabajaban como domiciliarios frente a un supermercado del barrio. La última vez que los vieron fue por la calle 163, a bordo de la camioneta vinotinto, de placas EPA-947, que era del padre de uno de los jóvenes.
A partir de ese momento, les perdieron la pista. Sus familias pasaron dos años de incertidumbre y angustia, hasta que los detectives desentramaron el misterio, encontraron los cuerpos de las víctimas, reconstruyeron lo que ocurrió aquella noche y capturaron a los responsables del rapto, el asesinato y la desaparición. Según la investigación, el día que se perdió el rastro de Montaña, Castillo y Moreno, fueron víctimas de una banda dedicada al hurto de vehículos.
La reconstrucción de los hechos cuenta que minutos después de ver a los menores a bordo del vehículo, los delincuentes los interceptaron, para robarles el automotor. Pero no querían dejar testigos y por eso los llevaron a un punto desolado en los cerros orientales, donde los asesinaron a tiros.
Semanas después, cuando la denuncia por la desaparición tenía eco en la ciudad, surgió una pista que encaminó la investigación. En la calle octava sur con carrera 29, del barrio Santa Isabel, encontraron el carro abandonado, con las luces encendidas, sin radio ni parlantes, con el sistema de gas desconectado, sin el sistema de rastreo satelital y las placas cambiadas.
Le puede interesar: Hallan restos que serían los de jóvenes desaparecidos en Usaquén en 2017
A partir de ese momento se fueron recaudando pistas hasta dar con el primer detenido: José Andrés Ceballos, conocido como alias El Carpintero. Este sujeto fue quien compró la camioneta robada, en la que se fueron vistos por última vez los menores. Él aceptó su delito y lo condenaron a cuatro años de prisión. Sin embargo, dijo que nada había tenido que ver con la muerte de los muchachos.
Las pesquisas continuaron y fue gracias a ese trabajo minucioso que los investigadores llegaron a uno, este sí, responsable del crimen, quien para 2019 estaba tras la rejas, pero por otro delito: porte ilegal de armas. Se trataba de Prieto Beltrán, que al verse descubierto, decidió confesar y colaborar. Gracias a él, los forenses encontraron en mayo de ese año los despojos de los menores, paradójicamente cerca del lugar donde los vieron por última vez con vida.
Pero él no solo participó. Fue él quien les quitó la vida. En su declaración relató cómo esa noche, tras raptarlos y llevarlos a un paraje desolado en los cerros, les pidió que se quitaran los cordones de los zapatos y mientras ellos lo hacían, les disparó en la cabeza. Hoy, casi dos años después de haber encontrado los cuerpos y haber aclarado el crimen, un juez de conocimiento leyó la sentencia en su contra: 40 años de prisión, por los delitos de homicidio agravado, en concurso con desaparición forzada, porte ilegal de armas y hurto calificado.
Lea: Piden justicia por crimen de jóvenes en Usaquén
Como las víctimas eran menores de edad, a pesar de su confesión y de que en la audiencia les pidió perdón a las familias, el condenado no obtuvo rebajas de pena, como lo dispone las leyes de infancia y adolescencia. Así lo dio a conocer el juez al señalar: “En el presente asunto, este estrado judicial no puede conceder al procesado ningún beneficio penal por la forma vil, cruel y despiadada como fueron ultimados los menores de edad”.
Con la condena de Daniel Arturo Prieto Beltrán, el caso no termina. Actualmente la justicia avanza en un proceso penal contra otras seis personas que, presuntamente también participaron, de alguna manera, en el triple asesinato. Solo hasta que se conozca el desenlace de estas investigaciones, las familias de Brayan Andrés Montaña Pulido, de 17 años; Mauricio Castillo, de 16, y Juan Esteban Moreno Pachón, de 14, podrán decir que hubo plena justicia.