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El caso de Adriana Pinzón, la psicóloga que había sido reportada como desaparecida el pasado 7 de junio y quien posteriormente fue encontrada sin vida, está por llegar a su fin. Luego de semanas de incertidumbre, su cuñado, procesado por este crimen, aceptó el delito y será condenado a 28 años de prisión.
Este jueves, en audiencia privada, una juez especializada de Cundinamarca avaló la negociación a la que había llegado el imputado y la Fiscalía. En la diligencia, Jhonatan Torres Campos, aceptó los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada, hizo una manifestación de perdón y arrepentimiento y explicó los móviles del crimen, reiterando que actuó solo.
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“Luego de valorar los términos del preacuerdo suscrito por la Fiscalía General de la Nación con Jhonatan Torres Campos, en el que aceptó voluntariamente que asesinó a su cuñada, la psicóloga Adriana Pinzón Castellanos, una juez especializada de Cundinamarca avaló la negociación judicial y emitió sentido de fallo condenatorio”, indicó el ente investigador.
Además de la condena que tendrá que purgar en un centro carcelario, Torres deberá pagar una multa 779 salarios mínimos mensuales y no podrá ejercer funciones o derechos públicos durante 18 años.
El esclarecimiento del crimen de Adriana Pinzón
Según la Fiscalía, luego de que se diera a conocer la desaparición de la psicóloga, activaron el mecanismo de búsqueda urgente, por medio de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos.
En la labor investigativa, las autoridades pudieron hallar los videos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial en donde vivía Pinzón, en los cuales se identificó que Torres Campos estuvo allí durante ese mismo día. Tras varias horas en la vivienda, el hombre salió en dos oportunidades con el carro de su cuñada, primero con un morral negro y luego con una bolsa plástica que cargó con dificultad y subió al automóvil.
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Durante la inspección al predio de la mujer, los investigadores hallaron rastros de sangre en una habitación y otros puntos del predio, lo que determinó que allí se habría cometido un crimen. “En el curso de las verificaciones, un conocido del investigado reveló que Torres Campos le dio a guardar un maletín, en el que tenía cuchillos con manchas de sangre, fotografías y documentos de la psicóloga como la licencia de conducción”, agregó la Fiscalía.
Con estas pruebas en su contra, las autoridades capturaron a Jhonatan Torres el pasado 15 de junio, fecha en la que fue presentado ante un juez de control de garantías. Durante las audiencias preliminares, el hombre no aceptó los delitos imputados, pero de igual manera fue cobijado con medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.
“Las labores investigativas continuaron y arrojaron nuevos elementos que permitieron a un equipo especializado del CTI ubicar el cuerpo de Adriana Pinzón Castellanos, la madrugada del pasado 23 de junio, en una zanja ubicada a un costado de una vía de la vereda Río Frío, en Zipaquirá (Cundinamarca). La mujer estaba oculta en cuatro bolsas plásticas industriales y, según el dictamen del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, tenía algunas heridas ocasionadas con arma cortopunzante”, concluyó la Fiscalía.
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La desaparición de la psicóloga
Adriana Pinzón, de 42 años, fue reportada como desaparecida el pasado 7 de junio en el sector de Tres Esquinas de Chía, cumpliendo con una diligencia personal, al parecer la venta de su automóvil. La última información que sus familiares tuvieron de ella es que, tras finalizar sus trámites, pidió un vehículo en una aplicación de transporte, y luego desapareció.
Sin embargo, esta información inicial ha sido desmentida por los investigadores del caso que señalaron que Adriana no salió de su apartamento ubicado en el municipio de Zipaquirá, Cundinamarca, contrario a la versión que entregó Torres en su primera indagación.
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Esta versión fue ratificada por el dueño del concesionario donde se iba a vender el carro de Pinzón, que manifestó que ella nunca estuvo en el negocio y que Jonathan fue quien realizó la venta del carro de ella con un traspaso, que tenía algunas inconsistencias, supuestamente firmado por la psicóloga.
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