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Un familiar había sido la clave para dar con la captura con el hombre que, presuntamente, asesinó a Juan Esteban Alzate, un adolescente de 15 años, en un bus del sistema TransMilenio hace una semana. ¿La razón? La recompensa que las autoridades habían ofrecido por información que condujera a él.
Esta persona sería un primo del señalado homicida, quien habría suministrado la información necesaria a la Policía y Fiscalía para capturarlo en Medellín y así cobrar una recompensa de $20 millones.
Este viernes, en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y pedido de medida de aseguramiento, la Fiscalía lo sindicó del delito de homicidio agravado y, para sustentarlo, presentó un video dentro del sistema de transporte que muestra la riña que antecedió a la muerte del menor, así como una interceptación de una llamada telefónica en donde el hombre habría confesado el crimen.
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“Usted saca un arma blanca y la empuña contra un grupo de personas que se encontraban detrás de la discusión, a los cuales amenaza y no deja acercar y con la víctima totalmente desprevenida y en estado de indefensión, sin mediar palabra alguna, lo ataca a la altura del pecho”, expresó el fiscal durante la judicialización.
El fiscal también relató cómo el menor fallecido, en un movimiento brusco del bus, pisó a otro pasajero que iba en compañía de una mujer y un bebé. En ese momento, narró, se dio una discusión que duró algunos minutos y, en medio de la discusión, fue cuando se subió al articulado el imputado, quien nada tenía que ver con el pleito.
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En medio de esto, la mujer que acompañaba a quien pisó Alzate tomó del pelo a su amiga, lo que desató una riña. Posteriormente, según se ve en el video en poder de la Fiscalía, el procesado sacó un arma, se metió en la pelea y le pegó una puñalada en el pecho a Juan Esteban.
Alzate era estudiante de bachillerato, en la jornada nocturna, del colegio distrital Fernando Mazuera, en la localidad de Bosa.
El presunto agresor huyó de la ciudad y, luego de cinco días de pesquisas, las autoridades lograron identificarlo y, tras un operativo conjunto entre el CTI de la Fiscalía y la Policía Nacional, que lograron ubicarlo en una finca, a las afueras de Medellín.
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