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Una estrategia efectiva para prevenir los colados en este sistema de transporte está logrando que los usuarios lo piensen dos veces antes de colarse. La misma consiste en el abordaje aleatorio, de la Policía, a los buses que recorren las distintas troncales. Una vez allí, los uniformados solicitan a los usuarios la tarjeta con la cual hicieron válido su ingreso al sistema, para luego escanearla en su celular.
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Tras este procedimiento, que usa a la tecnología NFC como su mejor aliado, se pueden consultar los últimos movimientos registrados por la tarjeta: cuándo se usó por última vez y en dónde. Gracias a este chequeo infalible, los uniformados pueden concluir fácilmente si el usuario pagó su pasaje o se coló. En caso de corroborar lo segundo, se procede a multar al evasor y a realizar la respectiva sensibilización.
Desde que se adoptó este mecanismo, los gestores y la Policía han logrado abordar 796 buses, en los que han logrado ubicar y amonestar a 70 evasores del sistema. De esta cifra, 25 fueron identificados y expulsados, encontrando incluso, en algunos casos, el porte de sustancias psicoactivas.
Es importante tener presente que, la multa por no pagar el pasaje es de 4 salarios mínimos legales vigentes. Una cuantía relevante, con la que se intenta disuadir a los usuarios de optar por este tipo de acciones, que solo debilitan las finanzas de un sistema de transporte, que ya acumula un déficit por $2,9 billones.
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