Así fue el robo de la primera edición de “Cien años de soledad” en la Filbo
Este ejemplar estaba resguardado mientras se encontraba en la Feria del Libro de Bogotá de 2015. Además, contaba con la firma de su autor, Gabriel García Márquez.
Aprovechando la coyuntura de la realización de la Feria del Libro de Bogotá 2023, del 18 de abril al 2 de mayo, queremos recordar aquella anécdota en la que cuando se le realizaba un homenaje al premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, fue robada la primera edición del libro Cien Años de Soledad.
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Los hechos ocurrieron el 2 de mayo de 2015, en medio de un homenaje al escritor colombiano, cuando ladrones no identificados se llevaron la primera edición de Cien Años de Soledad. Este ejemplar contaba con la particularidad de contener la firma real de García Márquez.
El ejemplar, perteneciente al librero Álvaro Castillo, quien afirmó que a pesar de no ser amigo del premio Nobel mantenían una buena relación, se encontraba en el pabellón conmemorativo del escritor.
Castillo recibió una llamada a eso de las 7:00 p.m., en la que se le informó que su libro había sido robado a pesar de la seguridad que Corferias y la misma Feria del Libro prestaban para cuidar todos los objetos que se encontraban en el pabellón del homenaje. Luego de recibir dicha llamada se dirigió a la exposición y se llevó cerca de treinta primeras ediciones de varios títulos de Gabo, que él había prestado.
Esta fue la vida de la primera edición de Cien Años de Soledad
Poco y nada se conoce sobre los dueños de ese libro antes de que llegara a manos de Castillo. Su historia comenzó en Argentina, en mayo de 1967, cuando fue publicado por Editorial Sudamericana. Luego fue obsequiado o comprado por su primer dueño, quien subrayó cada una de sus páginas tratando de sacar frases importantes para tener una lectura más comprensible.
(Puede leer: Regresa La aventura literaria de Mario Restrepo Botero)
Solo fue hasta 2006 cuando Álvaro Castillo visitó Argentina y aprovecho para ir a Uruguay, en donde compró el ejemplar en una librería de segunda mano ubicada en la Calle Tristán Navaja.
Fue en cuestión de segundos que Castillo, luego de ingresar al establecimiento, reconoció el lomo de la primera edición, similar a otra que compró en La Habana en 1998. Se acercó a la caja con el libro, con cierto temor y nerviosismo, y preguntó por el precio. En ese momento lo estaban vendiendo en $9 dólares y aun así solicitó un descuento que le permitió hacerse con el ejemplar solo por $6 dólares.
En su momento, Álvaro Castillo manifestó que fueron unos estudiantes quienes lo abrazaron y lo animaron luego del robo de su libro, pues le hicieron entender que el libro ya no era suyo, era de todos los colombianos y que aunque el robo de un libro es una bobada, la indignación fue enorme.
¿Qué pasó con el libro?
Como si fuera propio de una historia escrita por Gabo, con un poco de realismo mágico, el libro fue encontrado. El entonces general de la policía, Rodolfo Palomino, informó que luego de infiltrar una banda de tráfico de arte, las mismas personas que cometieron el hurto del libro dejaron el ejemplar en una cafetería de La Perseverancia.
(Puede leer: Retornaron a Colombia seis piezas precolombinas que estaban en Estados Unidos)
Posteriormente, el librero Álvaro Castillo anunció que ese ejemplar, junto con su edición completa de Gabriel García Márquez, sería donado a la Biblioteca Nacional, para que dicho patrimonio nacional fuera accesible a todos los colombianos.
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Los hechos ocurrieron el 2 de mayo de 2015, en medio de un homenaje al escritor colombiano, cuando ladrones no identificados se llevaron la primera edición de Cien Años de Soledad. Este ejemplar contaba con la particularidad de contener la firma real de García Márquez.
El ejemplar, perteneciente al librero Álvaro Castillo, quien afirmó que a pesar de no ser amigo del premio Nobel mantenían una buena relación, se encontraba en el pabellón conmemorativo del escritor.
Castillo recibió una llamada a eso de las 7:00 p.m., en la que se le informó que su libro había sido robado a pesar de la seguridad que Corferias y la misma Feria del Libro prestaban para cuidar todos los objetos que se encontraban en el pabellón del homenaje. Luego de recibir dicha llamada se dirigió a la exposición y se llevó cerca de treinta primeras ediciones de varios títulos de Gabo, que él había prestado.
Esta fue la vida de la primera edición de Cien Años de Soledad
Poco y nada se conoce sobre los dueños de ese libro antes de que llegara a manos de Castillo. Su historia comenzó en Argentina, en mayo de 1967, cuando fue publicado por Editorial Sudamericana. Luego fue obsequiado o comprado por su primer dueño, quien subrayó cada una de sus páginas tratando de sacar frases importantes para tener una lectura más comprensible.
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Solo fue hasta 2006 cuando Álvaro Castillo visitó Argentina y aprovecho para ir a Uruguay, en donde compró el ejemplar en una librería de segunda mano ubicada en la Calle Tristán Navaja.
Fue en cuestión de segundos que Castillo, luego de ingresar al establecimiento, reconoció el lomo de la primera edición, similar a otra que compró en La Habana en 1998. Se acercó a la caja con el libro, con cierto temor y nerviosismo, y preguntó por el precio. En ese momento lo estaban vendiendo en $9 dólares y aun así solicitó un descuento que le permitió hacerse con el ejemplar solo por $6 dólares.
En su momento, Álvaro Castillo manifestó que fueron unos estudiantes quienes lo abrazaron y lo animaron luego del robo de su libro, pues le hicieron entender que el libro ya no era suyo, era de todos los colombianos y que aunque el robo de un libro es una bobada, la indignación fue enorme.
¿Qué pasó con el libro?
Como si fuera propio de una historia escrita por Gabo, con un poco de realismo mágico, el libro fue encontrado. El entonces general de la policía, Rodolfo Palomino, informó que luego de infiltrar una banda de tráfico de arte, las mismas personas que cometieron el hurto del libro dejaron el ejemplar en una cafetería de La Perseverancia.
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Posteriormente, el librero Álvaro Castillo anunció que ese ejemplar, junto con su edición completa de Gabriel García Márquez, sería donado a la Biblioteca Nacional, para que dicho patrimonio nacional fuera accesible a todos los colombianos.