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Sobre el último suspiro de su mandato, Claudia López logró lo que tanto le costó durante gran parte de su administración: mantener estables los índices de aprobación de la ciudadanía sobre su gestión. Aunque López cerrará su administración con un 54 % de desaprobación, este índice ha mostrado una notoria mejoraría respecto a la popularidad que tuvo la mandataria durante su cuatrienio.
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Después del arranque crítico que tuvo su popularidad el año pasado, en el cual sus índices de aprobación sufrieron su caída más pronunciada, según Invamer Poll, llegando al 66 % de desaprobación, la mandataria saliente logró remontar y estabilizar su imagen durante los últimos 12 meses. De esta manera, las estadísticas le permiten a López culminar con un modesto, pero nada despreciable, teniendo en cuenta las circunstancias, 40 % de aprobación final.
Así lo dio a conocer la publicación de la encuesta sobre aprobación y desaprobación de mandatarios e ideas políticas que Invamer lanzó para el mes de diciembre. En este sondeo, en el que se publicó el nivel de popularidad que tienen otros alcaldes y gobernadores, además del presidente, la aprobación de López solo se redujo en un dígito desde la última medición publicada, en el mes de octubre, cuando fue valorada con un 41 % de aprobación.
Pese a que su desaprobación supera en 14 puntos porcentuales a su nivel de aprobación, con un 54 %, la popularidad de la alcaldesa mostró durante los últimos 4 meses de 2023 una remontada significativa respecto a 2022, cuando su imagen cayó hasta el 66 % de desaprobación durante la medición de marzo del año pasado.
A partir de este mes, la aprobación de la alcaldesa se mantuvo en sus mínimos, y su nivel de impopularidad no abandonó el rango del 60 % hasta la culminación del primer semestre de 2023. A partir de aquí, la aprobación de la mandataria saliente mejoró sustancialmente y pasó de un marchito nivel de aprobación del 29 %, a un nada despreciable 40 % con el que cierra su gestión.
De hecho, frente a los otros 4 mandatarios, cuya aprobación fue medida por la encuesta Invamer Poll, Claudia ocupó el segundo lugar tras el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, quien fue el único de los cinco alcaldes de las principales ciudades de país (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga) que tuvo un porcentaje mayor de aprobación (60 %) que de desaprobación (39 %).
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Claudia López frente a sus dos antecesores
La aprobación con la que López cerró su administración, respecto a sus dos antecesores, también se salda a favor de la alcaldesa saliente.
Enrique Peñalosa, por ejemplo, cerró su administración una desaprobación del 67 % y una aprobación de tan solo el 34 %. El mandatario, que dirigió a la capital del país por segunda ocasión, tuvo durante su cuatrienio picos de desaprobación que alcanzaron el 80 %.
De hecho, según el historial de Invamer Poll, Peñalosa nunca fue un alcalde popular. Ni siquiera al comienzo de su mandato, cuando la mayoría de alcaldes comienzan con el impulso natural que les da el ser los vencedores de la contienda electoral. Al comienzo de su mandato, Peñalosa arrancó con un 33 % de aprobación que, de hecho, logró mejorar en un punto porcentual tras los cuatro años de su alcaldía.
Por el lado de Gustavo Petro, la comparación es similar. Si bien el mandato distrital del ahora presidente tuvo momentos convulsos, como su destitución y la crisis de las basuras, al entonces promotor de la Bogotá Humana no le fue tan mal, en términos de popularidad, respecto a su sucesor.
Petro cerró su mandato con un 36 % de aprobación y un 61 % de desaprobación después de 4 años de inestabilidad. El escenario más crítico para su popularidad se registró durante la medición efectuada en abril de 2013, cuando su desaprobación alcanzó el 71 %. Por otro lado, la faceta más popular del ahora presidente, fue en mayo de 2014, cuando logró consolidar un 48 % de aprobación.
Del mismo modo, otra diferencia a resaltar entre Claudia López y sus dos antecesores, fue el nivel de aprobación con el que la mandataria arrancó. En contraste con Peñalosa y Petro, López empezó su mandato con un 89 % de aprobación, con lo cual se consolidó como la mandataria con mayor popularidad en la historia de la Alcaldía de Bogotá.
Sin embargo, ese arranque intempestivo se erosionó con el pasar de los meses, en medio de una pandemia que puso contra las cuerdas al sistema de salud Distrital, y una creciente ola de inseguridad en Bogotá, que es el punto sobre el cual más recaen las críticas la alcaldesa saliente.
Con esta última oportunidad de nivel su imagen, Claudia López se despide del Liévano para comenzar, lo que, seguramente será, una campaña larga para ser elegida como presidenta en 2026. Habrá que ver si ese 40 % con el que cerró su alcaldía, le alcanza para aspirar a semejante cargo.
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