Los retos de Bogotá en Educación y Salud para los próximos cuatro años
El secretario Alejandro Gómez (Salud) y la secretaria Edna Bonilla (Educación) entregaron el balance de sus carteras de los últimos cuatro años y mencionaron los retos que tendrán sus sucesores.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
Durante los últimos cuatro años, fueron más las luces que las sombras en la gestión de las secretarías de Salud y Educación de Bogotá. Desde las dos carteras, cuya dirección estuvo a cargo de Edna Bonilla en el sector educativo y de Alejandro Gómez en el de la salud, se implementaron políticas públicas con un gran margen de inversión.
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Durante los últimos cuatro años, fueron más las luces que las sombras en la gestión de las secretarías de Salud y Educación de Bogotá. Desde las dos carteras, cuya dirección estuvo a cargo de Edna Bonilla en el sector educativo y de Alejandro Gómez en el de la salud, se implementaron políticas públicas con un gran margen de inversión.
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La Secretaría de Educación tuvo un presupuesto de $2,6 billones y Salud con $11.223 millones, dejando resultados tangibles en el mediano plazo.
En El Espectador, las cabezas de estas carteras hablaron de los avances y pormenores de sus políticas públicas, además de los retos para sus reemplazos.
Cabe recordar que el alcalde electo, Carlos Fernando Galán, ya nombró como secretaria de Educación a Isabel Segovia, historiadora y profesional en Relaciones Internacionales. Y aunque aún no hay reemplazo de Gómez, es claro que ambos jefes de cartera contarán con un presupuesto generoso para el 2024, aprobado por el Concejo de Bogotá. Es decir, el distrito tendrá $33,2 billones, de los cuales 8,5 billones (que representan el 25 %) van para educación y $4 billones (el 15 %) son para salud.
Política pública de educación
Lo primero que destacó Edna Bonilla fue el trabajo que conlleva tomar decisiones para un sector en el que se mueven unos dos millones de personas.
“Nosotros tenemos en el sistema desde los más pequeñitos hasta los estudiantes avanzados, más las familias, los 35.000 docentes y los asistentes sociales”, explicó. Y agregó que mantener una política pública fue un reto durante el estallido social de 2021, que tuvo gran participación de estudiantes y jóvenes.
Para enfrentar la situación, Bonilla comenta: “Con las universidades hablamos y fuimos al Concejo de Bogotá, allí nos dieron unos recursos adicionales e implementamos el programa Reto a la U”. Además, con Jóvenes a la U, le apostaron a reducir la brecha que hay para ingresar a la educación superior. Este programa tuvo una inversión de $29.000 millones y 40.000 estudiantes lograron ingresar a la universidad con un apoyo semestral de un smmlv.
Bonilla destaca otro programa junto a la Universidad Distrital, que fue la creación de un nuevo estatuto con el que se busca eliminar los antiguos lastres de corrupción y hacer más eficiente la elección de los directivos, la oferta académica y las fuentes de financiación.
“Le pedimos a la Universidad del Valle que hiciera una auditoría. Fue difícil encontrar una universidad que se le midiera a hacerle una auditoría a otra, pero era la mejor forma de abordarlo”. Las pruebas recopiladas en este proceso se entregaron a la Fiscalía para darles continuidad a los procesos penales de los exdirectivos señalados por el detrimento patrimonial de la Distrital.
Después de este trabajo, para Bonilla, la siguiente secretaria deberá asumir estos retos:
Buscar financiación para seguir con Jóvenes a la U, continuar con el estatuto de la Distrital y reforzar la cooperación con el Gobierno Nacional, en especial con Minciencias.
Asimismo, apostarle a alianzas públicas y privadas para la construcción de nueva infraestructura, avanzar con las obras de los 25 colegios que quedan en construcción y 10 en diseño, y reducir cifras de suicidios y violencia en colegios e índices de acoso.
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El impacto de la pandemia en el sector de la salud
La bandera que más presume el secretario de Salud saliente, Alejandro Gómez, tiene que ver con la normalidad en Bogotá tras la pandemia. “Hoy todos hablamos sin tapabocas y salimos sin restricciones. Eso hace dos años, en pleno pico epidemiológico, era impensable”.
Para Gómez, el hecho de que 10 millones de personas en Bogotá enfrentaran una pandemia hizo parte del trabajo de miles de personas. “No obstante, nos queda el dolor de las más de 30.000 familias que hoy lloran a alguien que murió por la contingencia o por sus consecuencias: la pobreza, el desempleo y la malnutrición”. Además, menciona que la cobertura de vacunación para otro tipo de enfermedades se vio afectada por la pandemia. Sin embargo, Gómez destaca que, después de ese enorme reto, el sistema de salud adquirió nuevas fortalezas, como la ampliación de la capacidad hospitalaria, con 13 nuevos hospitales, y la plataforma Salud Data, que, según el secretario, se volvió un portal de referencia para todo el país.
Por otra parte, pese a la optimización de recursos, el área presupuestaria de la salud es una de las más críticas. Y eso se refleja en escenarios como el del último mes, cuando el 20 % de los trabajadores de la Subred Centro Oriente manifestaron retraso con sus pagos.
Además, el reciente informe de Salud Cómo Vamos indica que la capital tiene desorden en el flujo de cuentas de la financiación del sistema y destaca que el 30 % de los contratos por prestación de servicios están en la cartera de salud.
“Hay dificultades con el flujo de los recursos, porque los pagadores del sistema se están demorando en cumplir con sus obligaciones. Esto provoca que los centros de salud se retrasen con el pago de sus trabajadores y proveedores”, aseguró Gómez, quien deja claro los retos que tendrá su sucesor:
Propiciar el debate para construir una buena reforma a la salud, fortalecer la salud territorial con enfoque diferencial en la zona urbana y rural, mejorar el perfil epidemiológico de la ciudadanía y avanzar hacia la soberanía sanitaria, con la producción local de vacunas y otros insumos.
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