Así le han seguido la pista al Tren de Aragua en Bogotá, ¿dónde opera?
Se legalizó la captura de los 19 detenidos y, tras la imputación, pedirán medida de aseguramiento en prisión. La alerta sobre su expansión en la región se dio a mediados de septiembre. Hoy, dicen las autoridades, hay evidencias para esclarecer, al menos, ocho homicidios.
Alexánder Marín Correa
La captura de 19 presuntos integrantes de la temible banda conocida como el “Tren de Aragua”, las autoridades distritales hablan de un contundente golpe a una de las organizaciones que más miedo ha sembrado entre los capitalinos. Sus sangrientos crímenes, su expansión por varias localidades, así como la lucha a sangre y fuego que libran por el dominio de las rentas ilegales, hacen parte de sus cartas de presentación.
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La captura de 19 presuntos integrantes de la temible banda conocida como el “Tren de Aragua”, las autoridades distritales hablan de un contundente golpe a una de las organizaciones que más miedo ha sembrado entre los capitalinos. Sus sangrientos crímenes, su expansión por varias localidades, así como la lucha a sangre y fuego que libran por el dominio de las rentas ilegales, hacen parte de sus cartas de presentación.
No obstante, lo sonoro de sus delitos llevó a que los entes investigativos concentraran todos sus esfuerzos para conocer esta organización por dentro y desentrañar cada detalle de su proceder criminal.
Hoy cuentan con un pormenorizado prontuario y detalles de sus integrantes, que apuntan a esclarecer cada crimen cometido por la banda. Hoy, dice la Fiscalía, hay evidencia suficiente para resolver, al menos, ocho de los asesinatos que han cometido este año.
Con esto, llegaron a la audiencia de legalización de captura, formulación de imputación y solicitud de medida de aseguramiento, etapa previa a la acusación formal en la que les imputaran a los capturados delitos como homicidio, concierto para delinquir agravado, tráfico de armas y estupefacientes, extorsión y cohecho.
Según la Fiscalía, entre los detenidos no solo está un teniente de la Policía, adscrito a la Estación de Policía de Kennedy, quien supuestamente “facilitaba el actuar ilegal del ‘Tren de Aragua’ y alertaba sobre las acciones judiciales e investigativas contra sus integrantes, a cambio de dádivas”; sino también ‘Osmer’, señalado cabecilla responsable de asesinatos selectivos, y alias ‘Brayan’, “quien sería el encargado de obtener las drogas y las armas para la organización criminal”.
Ambos, dicen las autoridades, tenían contacto directo con alias Giovanny y alias Niño Guerrero, presuntos máximos articuladores de la organización trasnacional, quienes están presos en cárceles de Venezuela.
“Luego de más de 300 horas de análisis de videos y fotografías, y gracias a la labor llevada a cabo por los fiscales de la seccional Bogotá, se puso en evidencia la dinámica criminal de estas personas hoy procesadas que permite avanzar en el esclarecimiento de siete homicidios ocurridos este año. En dos de estos casos, las víctimas fueron atacadas violentamente con armas cortopunzantes y contundentes, envueltas en bolsas plásticas y abandonadas en vía pública”, explicó la Fiscalía.
Siguiendo las pistas
Para llegar a identificar a los presuntos miembros de la organización, las autoridades recopilaron todo tipo de información.
Para comenzar, el Distrito presentó un análisis alrededor de la migración de venezolanos a Colombia y su relación con el crimen. Explican que se han presentado tres olas migratorias: la primera, en 2015, cuando llegaron personas profesionales; la segunda, a mediados de 2016, con la llegada de personas de oficios varios, y la tercera, a mediados de 2017, cuando llegaron personas con antecedentes penales, hoy responsables, según las autoridades, de la situación de inseguridad.
Y esas olas migratorias, señalan, han tenido una incidencia directa en el aumento de capturas y homicidios, en los que se han visto involucrados ciudadanos del vecino país. Muestran cómo en los últimos siete años la población venezolana que ha llegado a Bogotá pasó de 2.447 en 2015 a 534.630 personas en 2022. Y, con el aumento de la migración, también crecieron las capturas por diferentes delitos y los homicidios, asociados a este fenómeno.
La evolución ha sido exponencial y se evidencia al conocer que mientras en 2016 hubo 68 capturas y un homicidio, para 2021 fueron 3.692 aprehensiones y 109 asesinatos. En lo corrido del 2022, las cifras señalan 3.482 detenciones y 75 muertes violentas, supuestamente, asociadas a las bandas delincuenciales relacionadas con migrantes.
La amenaza no era desconocida. Ya existía una alerta en los países de la región, que se encendió a finales de 2019, tras una cumbre de cancilleres entre Colombia, Perú, Chile y Ecuador, en la que se compartió información sobre las diferentes bandas, que se estaban propagando por los países andinos. Desde entonces se habló de la banda el Tren de Aragua y Los Gatilleros de la Guaira, en Perú; Los Melean y Yeico Masacre, en Colombia, y la conformación de nuevas organizaciones en Ecuador y Chile.
“Casi todas dedicadas a la venta de estupefacientes, la extorsión, el hurto y el homicidio. Con su crecimiento, se expandieron por la región dinámicas criminales como el hallazgo de personas descuartizadas, homicidios múltiples, hurto a entidades bancarias y confrontaciones contra la fuerza pública”, indica el Distrito.
¿Dónde opera el “Tren de Aragua” en Bogotá?
Todo esto para llegar a la banda del “Tren de Aragua”, con origen en Venezuela, pero que es protagonista en el presente de inseguridad, no solo en Colombia, sino en los países de la región, del cual indican tiene casi 4.000 hombres y que su centro de operaciones está en la cárcel de Tocorón, en el hermano país. Hoy, dice el informe de la administración, tiene incidencia en siete países, partiendo de Venezuela y pasando por Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Brasil e, incluso, Costa Rica.
Como cabecilla principal identifican a Héctor Rusthernford Guerrero Flórez, alias Niño Guerrero, de 38 años. En su trayectoria criminal tiene homicidios de policías y hurtos a residencias en Venezuela. Hoy está condenado por homicidio, fuga de presos, falsificación de documentos, ocultamiento de armas de guerra, usurpación de identidad, secuestro agravado, asociación para delinquir, entre otros.
A pesar de que está detenido desde 2013, en 2017 empezó la expansión de su organización y la consolidación del poder desde la cárcel. Su base de operaciones en Bogotá está en la localidad Kennedy, en inmediaciones de Corabastos, puntualmente en los barrios La 38, María Paz, El Amparo, Llano grande, Bellavista y Dindalito, por ser zonas que concentran actividades de reciclaje, comercio ambulante, bicitaxismo, y donde, además, viene creciendo la concentración de población extranjera y vulnerable.
Hoy, dicen las autoridades, expandieron su incidencia también a localidades como Chapinero, Los Mártires, Bosa, Ciudad Bolívar y Usme. Allí, hacen presencia y buscan adueñarse de rentas ilegales como el tráfico de estupefacientes, la extorsión, la venta de armas, licor adulterado y el control de pagadiarios. Lo hacen a sangre y fuego.
En la última operación capturaron a 19 supuestos integrantes, de los cuales, 15 son venezolanos. La operación incluyó 21 allanamientos en cinco localidades de Bogotá y en Soacha. En la operación incautaron 12.300 dosis de bazuco, 3.500 de marihuana y 123 de cocaína. También, dos armas de fuego, munición, 21 celulares, 223 cédulas y 41 tarjetas Edenred. Entre las evidencias para vincular a varios de los detenidos durante el último operativo está la comunicación directa de algunos de sus integrantes con Niño Guerrero.
Los homicidios
Con la captura, dicen las autoridades, tienen evidencia suficiente para esclarecer ocho homicidios que impactaron a la capital, entre ellos tres cometidos por sicarios, en la localidad Kennedy, como el de Maria Eugenia Lozada (colombiana), asesinada por sicarios el 15 de febrero, en el barrio Llano Grande; el de Juan José Martínez (colombiano), registrado el 22 de mayo, en el barrio Saucedal, y el de Leonard Alexánder López (Venezolano), cometido el 16 de julio, en el barrio El Tintal.
A estos se suman el asesinato de Óscar Javier Reyes (colombiano), el 23 de julio, en el barrio Alcalá de la localidad de Suba. También, cuatro de las víctimas que encontraron en bolsas en las calles de la capital, como el de Jonhathan Esturar López (venezolano), al que encontraron el 18 de abril en el barrio Palmeras con signos de tortura y heridas con arma blanca.
También, los de Carlos José Guedes y Wilfre José Quevedo (ambos venezolanos), a quienes hallaron el 11 de mayo, en el barrio Palmitas. Y finalmente, el crimen de Franyer Javier Ojeda (venezolano), encontrado el 6 de agosto, en el barrio Tropezón de la localidad de Bosa, con signos de tortura. Entre las evidencias para vincular a varios de los detenidos durante el último operativo está la comunicación directa de algunos de sus integrantes con ‘Niño Guerrero’.
Para llegar a esta certeza, los investigadores analizaron más de 300 horas de videos y fotografías que pusieron en evidencia sus delitos.
“Este es el resultado de un trabajo articulado que se hace en favor de la ciudadanía. Confiamos en que este trabajo redunde en calidad de vida, en seguridad, en salvar vidas. Estamos muy satisfechos y agradecidos con este trabajo articulado”, afirmó la alcaldesa (e) de Bogotá, Edna Bonilla Sebá.
“La ciudadanía de Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, van a ver reflejados estos resultados en mayor seguridad. Estamos comprometidos con salvar vidas y eso lo hacemos de la mano con todas las entidades comprometidas completamente con este trabajo que se está haciendo para desarticular todas estas bandas multicrimen”, agregó la mandataria interina.
“Estamos dando resultados en la ciudad de Bogotá permanentes gracias a la articulación de nuestra Policía, la Fiscalía y a la Alcaldía de Bogotá. Desde que conocimos la presencia de esta estructura delictiva y de algunas de sus prácticas crueles, nos propusimos combatirla con itinerancia y con todas las capacidades”, concluyó el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa.
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