Así operaba ‘La Bestia ll’: abusaba sexualmente de menores desde 1998
A partir de una denuncia interpuesta el 17 de noviembre de este año en la localidad de Kennedy por el abuso que sufrió una menor de 12 años, las autoridades lograron dar con el paradero del depredador sexual de 62 años, quien venía abusando de niños, niñas y adolescentes desde 1998.
Sobre este sujeto, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, recae la investigación de siete casos de acceso carnal abusivo y violento contra menores de 14 años a quienes accedía luego de ganarse la confianza de su familia, aprovechándose de sus labores de maestro de construcción.
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La última agresión cometida, la que llevó a su captura, sucedió en el barrio El Socorro, en la localidad de Kennedy. Allí, entre agosto y septiembre de este año, el hoy capturado se inmiscuyó en la vivienda de una familia para realizar un trabajo locativo. Una vez se ganó la confianza de la familia, accedió a una menor de 12 años. Sus padres iniciaron las acciones legales correspondientes y a partir de la denuncia, se empezó el proceso investigativo que dilucidó el aberrante prontuario criminal de ‘La Bestia ll’.
Su modus Operandi, al parecer, fue el mismo desde la década de los noventa. El sujeto se ganaba la vida como maestro de construcción y plomero, razón por la cual lograba ingresar a la vivienda de las víctimas y podía acceder a sus espacios más privados. Una vez empezaba los trabajos para los cuales era contactado, se acercaba a los menores dándoles dulces y haciéndoles regalos y así ganarse su confianza.
Luego, cuando veía la oportunidad, amenazaba a sus víctimas con arma blanca y una vez sometidos, en total estado de indefensión, las accedía sexualmente.
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25 años de abusos
El acervo probatorio recolectado durante los meses que duró la investigación del caso que llevó a su captura, permitió establecer que este sujeto, oriundo del departamento de Boyacá, cometió su primera agresión sexual (o al menos la primera de la que se tenga registro) en Bogotá, una vez estableció su residencia permanente en la capital. En esa ocasión la víctima fue su sobrina, quien además sufre de una condición de discapacidad. Por estos hechos el sujeto fue condenado a tres años de cárcel.
A pesar de ello, su accionar criminal no se detuvo: en 2001 fue sentenciado por un caso. En 2005 fue sentenciado por dos casos más y, en 2006, por otro caso. Además, en el momento de su captura, las autoridades confirmaron que actualmente el sujeto tenía una orden de captura vigente por un hecho registrado en Ibagué, en el departamento del Tolima.
El hombre tendrá que responder por los delitos cometidos contra los menores con los respectivos agravantes.
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Su modus Operandi, al parecer, fue el mismo desde la década de los noventa. El sujeto se ganaba la vida como maestro de construcción y plomero, razón por la cual lograba ingresar a la vivienda de las víctimas y podía acceder a sus espacios más privados. Una vez empezaba los trabajos para los cuales era contactado, se acercaba a los menores dándoles dulces y haciéndoles regalos y así ganarse su confianza.
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