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La fecha está clara. Mañana termina la cuarentena en Bogotá y comienza el tránsito a lo que el Distrito denominó “Nueva realidad”. Eso sí, pese a que se levantan el confinamiento, la idea no es que todos salgan a las calles al tiempo. El plan es que transiten menos de cuatro millones de personas al día y para lograrlo, la mayoría de los sectores podrán abrir, pero con menos del 35 % de ocupación, y en días y horarios específicos.
Esta decisión se toma en el momento en el que el Gobierno Nacional cambia parte del discurso y comienza a hablar de una nueva fase del aislamiento selectivo y sostenible, en lugar del aislamiento generalizado con excepciones, el cual no solo se implementó en Bogotá sino en las principales ciudades del país. Bajo esta premisa, ya no se busca aislar a un gran porcentaje de la población sino, en cambio, “fortalecer la vigilancia epidemiológica, e incrementar el rastreo y aislamiento de contactos, sin descuidar las medidas de protección personal”, como lo ha señaló Julián Fernández, director (e) de Epidemiología del Ministerio de Salud.
Es así como desde ahora Bogotá buscará fortalecer la estrategia de rastreo, vigilancia y cerco epidemiologico, es decir, que se pedirá a quienes hayan tenido estrecho contacto con personas contagiadas aislarse por al menos 10 días, así no tenga el resultado de las pruebas. “La palabra clave es el aislamiento, si tuvo contacto directo con el virus. Además, si la persona necesita apoyo económico, lo podrá solicitar como ya lo han hecho otros en los últimos meses”, dijo la alcaldesa capitalina, Claudia López.
Asimismo, se levantará la restricción de salir a las personas con comorbilidades. En cambio, en acuerdo con las EPS, se establecerán medidas de cuidado al millón y medio de ciudadanos con estas condiciones. Mientras que, para garantizar el distanciamiento en el espacio público, se hará control al comercio informal, bajo la estrategia de cultura ciudadana “Alas”, y medidas puntuales de entrada y salida, en zonas de alto tránsito como 20 de julio y San Victorino.
Finalmente se invertirán recursos para las microempresas que deban hacer adaptaciones físicas para volver a operar y se evaluará el regreso de las zonas de cuidado especial, como se hizo en mayo en algunas UPZ, en caso de que se presente un rebrote. Estas decisiones se tomarán en las reuniones que se harán cada 15 días con el Gobierno Nacional. Además, una vez al mes, analizará si otros sectores (que hoy no hacen parte de la nueva realidad) se pueden reactivar o no.
Por lo pronto la más reciente revisión de las cifras dan un parte de esperanza y tranquilidad al Distrito pues, además de que el número de recuperados (122.225) duplica los casos activos (60.701), se ha logrado un considerable descenso en el RT (capacidad de contagio), que en los primeros días de la pandemia llegó a 2,5 y hoy se encuentra en 1,03 en Bogotá.
En medio de todo esto, algo que ha celebrado la Alcaldía es la reducción de la ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que en tres semanas de julio pasó del 64% al 94%. Ahora, tras varias medidas, más allá de la instalación de nuevas camas UCI, está se redujo al 77%, lo que permite darle un respiro al sector de la salud. Gran parte del éxito, se lo adjudica López a las cuarentenas sectorizadas, que fueron fundamentales para desacelerar el ritmo de contagio que traía la ciudad antes de julio.
De la misma forma, al evaluar las localidades, pese a que la mayoría de casos acumulados se presentan en sectores de alta ocupación como Kennedy y Suba, al ver la tasa por cada 100.000 habitantes, la preocupación se centra en las localidades más pequeñas como Santa Fe y La Candelaria, que por su vocación comercial, terminan siendo zonas con alta probabilidad de contagio.
Por ello, la administración recalca en que no se ha vencido el virus. Sin una vacuna ni tratamiento, los casos de contagio se van a seguir presentando y como lo ha señalado el secretario de Salud, Alejandro Gómez, es probable que con más gente en la calle aumenten los casos. Además propone nuevas medidas de circulación, ante la amenaza del virus.
“El coronavirus sigue circulando en la ciudad y en el mundo, y seguirá siendo mortal, así que esto no significa bajar la guardia. Esto implica aprender, no solo a trabajar, sino a vivir nuevamente, disfrutar de los parques y la ciclovía, así como el regreso a los colegios y universidades, de forma gradual y concertada con los papás y maestros”, dijo la alcaldesa.
Ante esto, la cuestión ahora es mantener las medidas básicas de autocuidado, como lo es el constante lavado de manos, el uso del tapabocas y el aislamiento físico, pues de esto dependerá que la ciudad no entre en una nueva cuarentena, pues como lo indicó la alcaldesa, “dependemos de que todos cumplamos para que todos ganemos”, pues de acuerdo a proyecciones el segundo pico de la pandemia llegaría en noviembre.
La nueva realidad
A partir de ahora, mantener abiertos los diferentes sectores dependerá de dos indicadores: el costo y el cupo epidemiológico, bajo los cuales se establecieron las condiciones por días y horarios para volver a la normalidad, en la que se mantendrá, por ejemplo, el pico y cédula para servicios básicos como mercar, hacer diligencias en bancos o notarías.
En este plano, se dará vía libre para el regreso a clases presenciales en colegios y universidades con un aforo menor al 35 %, dependiendo de los acuerdos que el Distrito logre con los colegios, y de las condiciones entre padres, maestros y estudiantes. Además, con el aumento de las personas en calle, Transmilenio subirá su operación al 50%, donde se recomendará mantener la distancia y evitar hablar. Por su parte, el Aeropuerto El Dorado tendrá 14 rutas nacionales, como lo había propuesto la Aerocivil, con lo que funcionará con una capacidad de hasta el 12 %.
Con la reconexión aérea nacional se permitirá la reactivación de hoteles y el sector turístico al 30%, mientras que para escuelas artísticas, gimnasios, prácticas deportivas individuales y colectivas se podrá volver a abrir, siempre y cuando sean a cielo abierto, condición que se impondrá a gran parte de los sectores, por lo que a partir de ahora el espacio público será uno de los principales protagonistas del desconfinamiento de la ciudad.
Para el regreso de los sectores productivos se trazará un esquema 4x4, es decir que habrá quienes podrán salir de lunes a jueves y otros de jueves a domingo, por lo que las actividades económicas se dividirán en tres grupos, según el costo y cupo epidemiológico. Aunque en teoría, el jueves todos podrían salir, se va a restringir las salidas este día de la semana para la educación y los servicios de oficina.
El primer sector lo conforman las actividades esenciales y de primera necesidad, que no se han restringido desde que se dio el simulacro en marzo, como lo son la venta y distribución de alimentos y medicamentos de primera necesidad, domicilios, así como la salida del personal médico y mantenimiento de servicios públicos. Estas actividades, según la administración, podrán operar de lunes a domingo, sin restricciones. A este se le suma el sector de la construcción, que obtuvo buenos resultados en el proceso de reactivación, por lo que podrá operar de lunes a sábado.
El segundo grupo lo integran las actividades industriales, manufactureras y el comercio al por mayor, que tendrán permiso para operar de lunes a jueves, a partir de 10:00 a.m., en similares circunstancias a las que venían haciéndolo de acuerdo con las consideraciones nacionales. El tercer grupo, en el que se encuentra el comercio al por menor, podrá trabajar de jueves a domingo, sin restricción de horario, pero a cielo abierto.
En cuanto a los servicios de oficina y servicios profesionales, se recomienda mantener el teletrabajo a más del 70%, por lo que se permitirá el regreso a las oficinas del personal restante, mientras que el hospital provisional de Corferias se desmontará en septiembre.
En el caso de los autocines y las automisas, que ya habían sido autorizadas, se continuará con las mismas condiciones del Gobierno Nacional, mientras seguirán cerrados sectores como los casinos, centros de espectáculos, parques de diversiones, cines y demás actividades que impliquen aglomeraciones o la reunión en espacios cerrados, sobre los que todavía no se han tomado decisiones, aunque la Secretaría de Cultura no descarta la reactivación de las artes en el espacio público.
Con las condiciones sobre las que se construirán la “Nueva realidad” de la ciudad, la alcaldesa Claudia López asegura que se podrá pagar parte del sacrificio en salud metal que han generado estos cinco meses de encierro, en especial para los niños y jóvenes que no solo tuvieron que cambiar el modelo de estudio sino dejar a un lado sus dinámicas de vida, por lo que, además de la reconexión de la ciudad con el país, dentro de las prioridades estará recuperar este tiempo perdido.
“Este modelo de nueva realidad es posible gracias a que Bogotá ha sido un ejemplo de cultura ciudadana y ha hecho un esfuerzo muy grande implementando todos los cambios y adaptaciones. Por eso tenemos menos de 5.000 fallecidos, porque entre todos hemos trabajado para cambiar de vida”.