Descenso acelerado en los embalses a 8 días de la suspensión del racionamiento
El nivel del sistema Chingaza se encuentra entre el 50 y el 49 % y el consumo de agua se ha incrementado en los primeros 15 días de diciembre.
A ocho días para que el racionamiento de agua se suspenda por dos semanas en la ciudad, el almacenamiento hídrico del sistema Chingaza se encuentra en caída libre. Los primeros 15 días de diciembre, el agua que recubre los embalses de Chuza y San Rafael (los cuales conforman Chingaza) ha descendido en un 4 %, el mismo porcentaje que se había recuperado durante los aguaceros torrenciales de octubre y noviembre.
Más información sobre Bogotá: 2025 será un año de inflexión para el futuro hídrico de la capital.
Lo anterior, de acuerdo a las cifras proporcionadas por la alcaldía de Bogotá, se debe a un incremento significativo del consumo de agua en la ciudad durante las últimas dos semanas. De acuerdo con el reporte oficial, Bogotá consume diariamente, en promedio, unos 16 m²/s, desde que comenzó diciembre; esto es, 1 m²/s más del estándar recomendado por la empresa de Acueducto de Bogotá para recuperar el nivel óptimo de los embalses.
Pero, además del incremento del consumo, el clima de la ciudad durante el último mes del año, parece alejado de la tendencia invernal evidenciada durante octubre y noviembre. De ahí, que con la ausencia de las lluvias, y los grifos de los hogares abiertos durante más tiempo, dada la temporada de vacaciones, el nivel de los embalses haya retomado la senda del descenso.
De acuerdo con los reportes de la Alcaldía de Bogotá, y la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR), el nivel actual del sistema Chingaza oscila entre el 50,09 % (cifras de la CAR) y el 49,68 % (cifras de la Alcaldía). Esto nos deja a solo a un 13 % de alcanzar el 36 %, que es cuando el Distrito decretaría oficialmente el día 0 y el racionamiento de agua se haría todavía más severo que el actual.
De todas formas, más allá de las cifras, que reflejan un panorama preocupante, la ciudad se prepara para una suspensión de la medida de racionamiento durante 15 días, en el periodo comprendido entre el 23 de diciembre y el 6 de enero. La decisión, que tomó la administración Distrital con base en sus estimaciones de consumo para esta época, ha suscitado toda clase de reacciones en la opinión pública.
Por un lado, quienes defienden la decisión de la alcaldía, se alinean con la hipótesis de que la ciudad ahorrará cerca de 1 millón de metros cúbicos de agua debido al éxodo de capitalinos, habitual por estas fechas.
No obstante, ya en la esquina de quienes se oponen a la medida, preocupa el hecho de que ocurra algo parecido al mes de agosto, cuando el racionamiento se flexibilizó con base en estimaciones climáticas que resultaron fallidas y, por consiguiente, no hubo más remedio que retornar al racionamiento diario.
En ese orden de ideas, la semana que viene se antoja clave para el futuro hídrico de la ciudad, y la forma en la cual los embalses recibirían 2025. Si bien, no parece haber atisbos de una retractación por parte de la Alcaldía, respecto a la suspensión del racionamiento durante las fiestas decembrinas, habrá que monitorear cuidadosamente la situación de las fuentes hídricas de abastecimiento de la ciudad.
No vaya a ser que luego de algarabía y euforia de diciembre, nos tome por sorpresa la resaca de un racionamiento más estricto, producto de una escasez del recurso en los embalses. En cualquier caso, allende las decisiones de la administración, el mensaje de ahorro y consumo consciente de agua, debe seguir siendo la prioridad.
Le puede interesar: Bogotá: ¿han servido las lluvias en medio de la escasez de agua?.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
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Pero, además del incremento del consumo, el clima de la ciudad durante el último mes del año, parece alejado de la tendencia invernal evidenciada durante octubre y noviembre. De ahí, que con la ausencia de las lluvias, y los grifos de los hogares abiertos durante más tiempo, dada la temporada de vacaciones, el nivel de los embalses haya retomado la senda del descenso.
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De todas formas, más allá de las cifras, que reflejan un panorama preocupante, la ciudad se prepara para una suspensión de la medida de racionamiento durante 15 días, en el periodo comprendido entre el 23 de diciembre y el 6 de enero. La decisión, que tomó la administración Distrital con base en sus estimaciones de consumo para esta época, ha suscitado toda clase de reacciones en la opinión pública.
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No obstante, ya en la esquina de quienes se oponen a la medida, preocupa el hecho de que ocurra algo parecido al mes de agosto, cuando el racionamiento se flexibilizó con base en estimaciones climáticas que resultaron fallidas y, por consiguiente, no hubo más remedio que retornar al racionamiento diario.
En ese orden de ideas, la semana que viene se antoja clave para el futuro hídrico de la ciudad, y la forma en la cual los embalses recibirían 2025. Si bien, no parece haber atisbos de una retractación por parte de la Alcaldía, respecto a la suspensión del racionamiento durante las fiestas decembrinas, habrá que monitorear cuidadosamente la situación de las fuentes hídricas de abastecimiento de la ciudad.
No vaya a ser que luego de algarabía y euforia de diciembre, nos tome por sorpresa la resaca de un racionamiento más estricto, producto de una escasez del recurso en los embalses. En cualquier caso, allende las decisiones de la administración, el mensaje de ahorro y consumo consciente de agua, debe seguir siendo la prioridad.
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