Bogotá, 486 años de historia: lo que esconden los nombres de las 20 localidades
A proósito del cumpleaños 486 de la capital, repasamos la historia del nombre de las 20 localidades que conforman nuestra amada ciudad
A propósito de los 486 años cumple la capital del país, repasamos la historia y el legado de los nombres de las 20 localidades que conforman el Distrito Capital, nombres que además de formar parte de nuestra historia, configuran nuestra cotidianidad y son una ventana permanente al pasado indígena y campesino de estas tierras.
En contexto: Plano Bogotá futuro: así se pensó en el pasado lo que vivimos en el presente
Herencia muisca, hitos arquitectónicos, homenajes a próceres de la patria, a mártires de la independencia e incuso un expresidente estadounidense han marcado la biografía moderna de la capital, la cual, día a día refrendamos sin saberlo al nombrar una localidad, un barrio o una calle cualquiera.
- Usaquén
La primera localidad, ubicada en el borde nororiental de la capital, debe su nombre al vocablo muisca Usaquén, sobre el cual hay varias referencias históricas. Por un lado, de acuerdo con el Distrito, el nombre proviene de una antigua práctica, que implicaba sacrificios humanos, realizada por los primeros moradores de esas tierras.
La palabra está relacionada con el proceso de construcción de las grandes casas en las que vivían los sacerdotes o zaques de la cultura muisca. Una vez abiertas las fosas en donde se habrían de enterrar los troncos que sostendrían la edificación, metían dentro de cada hoyo a una niña de la comunidad, símbolo de pureza, ataviada con sus mejores ropas. Una vez allí, dejaban caer los enormes trozos de madera, causando una muerta inmediata.
Esta práctica, conocida como Usaque, que etimológicamente, según la lengua chibcha, provine de las palabras ‘usa’, que quiere decir debajo, y ‘que’, la cual traduce palo o madero, se llevaba a cabo debido a la creencia generalizada que indicaba que cimentar las viviendas sobre carne y sangre humana era símbolo de buena suerte.
Por otro lado, también se cree que la palabra Usaquén proviene del término ‘Usaque’, el cua era usado como un título de distinción que el Zipa de Bacatá (autoridad máxima del pueblo Muisca) le otorgó al cacique gobernador de dicho territorio.
- Chapinero
La localidad dos de Bogotá, ubicada en el oriente de la ciudad, debe su nombre a un zapatero español llamado Antón Hero Cepeda quien poco después de la fundación de la ciudad se casó con la hija del cacique de Usaquén, razón por la cual recibió como dote una enorme hacienda que estaba ubicada, aproximadamente, en donde actualmente queda el parque de los Hippies, en la carrera séptima con calle 60.
Hero era artesano y rápidamente ganó popularidad por ser la única persona que fabricaba unos peculiares zapatos con suela de madera llamados chapines, los cuales eran ideales para caminar las embarradas calles de la entonces incipiente ciudad. Con el tiempo, los habitantes de la ciudad empezaron a referirse a esa zona como Chapinero.
- Santa Fe
La localidad tres de la ciudad heredó su nombre del antiguo nombre de la capital del país, la cual, hasta el año 2.000 se llamó Santa Fe de Bogotá. En esta localidad se encuentran gran parte de los testimonios de la ciudad colonial y de la transformación que ha sufrido en estos casi 500 años de historia.
- San Cristóbal
Los primeros asentamientos de vivienda de los que se tiene registro en este sector de la ciudad datan del periodo transcurrido entre 1890 y 1910. Por estar en la rivera del río Fucha, la zona fue un punto de convergencia por las prácticas agrícolas y culturales que allí de desarrollaban. Por ese desarrollo del campo se empezaron a formar las primeras grandes haciendas de la ciudad, entre ellas la hacienda San Cristóbal, en cuyos alrededores se empezaron a formar los primeros barrios obreros de la ciudad, como el barrio San Francisco Javier, hoy conocido como Villa Javier.
Con el tiempo, por la cercanía con la hacienda, la cual era el punto de referencia de esa zona, el sector, en general, se empezó a nombrar como San Cristóbal.
- Usme
El nombre de la localidad quinta de la ciudad, ubicada en el extremo suroriental de la ciudad, debe su nombre al vocablo muisca Usme el cual significa nido de amor. Como poblado rural, Usme apareció en el siglo XVII, cuando la iglesia de San Pedro de Usme fue fundada en el año 1650 y constituida como parroquia.
Otras versiones aseguran que Usme debe su nombre a una mujer muisca llamada Usminia, a la cual, históricamente se le relacionó con los caciques de Bacatá, de tal manera que Usme, según esa versión, sería un nombre que rinde homenaje a la belleza y a las virtudes la mujer muisca, representada por Usminia..
- Tunjuelito
La localidad sexta de la ciudad debe su nombre al diminutivo de tunjo, una representación antropomórfica que el pueblo muisca realizaba a manera de ofrenda y símbolo de agradecimientos por los favores recibidos de sus deidades. En el Museo del Oro se pueden observar varias de estas figuras.
- Bosa
Etimológicamente, la palabra Bosa, según la lengua Muisca, significa dos, y se relaciona con el segundo día de la semana, y con el segundo poblado muisca más importante durante la llegada de los españoles. Techotiva era el entonces dueño y señor del poblado de Bosa. Según la alcaldía de Bogotá, apellidos como Neuta, Chiguazuque, Tunjo y Orobajo, entre otros, provienen de los primeros habitantes de esas tierras.
Por otro lado, Bosa también significa ‘cercado que guarda y defiende las mieses’, es decir, los cereales con los que los indígenas se alimentaban. Esta acepción de la palabra se representaba con un jerogliífico en forma de maíz.
- Kennedy
Hasta 1963, la localidad octava de Bogotá se llamó Ciudad Techo, en honor al cacique Techotiva.
Años después, en 1961, el entonces presidente de Estados Unidos John F. Kennedy aterrizó en Bogotá en el marco de la ‘Alianza para el Progreso’, un programa de ayuda económica, política y social que Estados Unidos implementó en Latinoamérica. La intención oficial de la presencia del mandatario en la ciudad era poner la primera piedra de un megaproyecto urbano que luego sería conocido como Ciudad Techo, el cual fue planeado para albergar 18.000 viviendas.
El proyecto arrancó con éxito y fue una realidad que cambió las dinámicas sociales y económicas de la localidad. Dos años después, Kennedy fue asesinado y, a manera de homenaje por haber liderado el proyecto y haber puesto la primera piedra, el gobierno decidió cambiar el nombre de la localidad y nombrarla con el apellido del desaparecido mandatario.
En 1.967 el Concejo ratificó oficialmente el nuevo nombre de la localidad.
- Fontibón
El nombre de la localidad nueve de la ciudad proviene de nombres como Hyntiba, Hontybón, u Ontibón, los cuales están ligados al nombre del cacique que gobernaba esas tierras y a las gentes que las habitaban, quienes también eran apodadas con dichos vocablos.
- Engativá
El nombre de la décima localidad de la ciudad proviene del vocablo chibcha ‘Inga-tiva’, el cual tiene dos significados. Por un lado, algunos historiadores aseguran que significa ‘tierra del sol’, y para otros, el nombre significa ‘seños de lo ameno o lo sabroso’.
Fue fundada en 1537 y como muchos lugares fue centro de duros enfrentamientos entre nativos y conquistadores por su carcter agrícola y la amplia presencia de yacimientos de agua, elemento sagrado para la cultura musica. Su primer encomendero fue Diego Romero de Aguilar, y el cura dominico Juan López su primer doctrinero, en 1556.
- Suba
Sobre el origen del nombre de la localidad 11 de la ciudad hay varias teorías. La principal, según señala la alcaldía local, sustenta el origen del nombre de la raíz muisca ‘Zhu-Ba’ que significa ‘mi cara, mi rostro o mi flor’.
Por otro lado, hay teorías que sugieren que el nombre proviene de la unión de dos palabras muiscas, ‘Sua’, que significa sol, y ‘Sia’, que significa agua, elementos ampliamente venerados por el pueblo muisca.
- Barrios Unidos
La zona que hoy ocupa la localidad 12, inicialmente era considerada una zona de invasión que empezó a poblarse a partir de los primeros años de la década de 1.930, en territorios ocupados por extensas haciendas, entre ellas la del expresidente Miguel Abadía Méndez; la finca San León en lo que hoy es el barrio Los Alcázares; la Quinta de Mutis, denominada así por haber sido en el siglo XVII un lugar de vivienda y estudio del sabio José Celestino Mutis, localizada en el costado occidental de lo que hoy es la carrera 24 entre calles 63 y 66.
Los barrios Siete de Agosto, Benjamín Herrera y Colombia fueron los primeros en expandirse y empezar a ser conocidos como los primeros barrios obreros de esa zona de la ciudad. En 1972, mediante el acuerdo 26, que planteaba la creación de alcaldías menores en el entonces Distrito Especial de Bogotá, se ratificó la figura de localidad al grupo de barrios aledaños a los ya mencionados.
- Teusaquillo
La palabra que nombra la localidad 13 de la ciudad, de acuerdo con el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá, es un diminutivo español de la palabra chibcha Teusaca o Teusacá, que significa, ‘cercado prestado’.
La zona era el lugar elegido por el jerarca de la zona para pasar una temporada de descanso y aprovechar los ratos libres,o actividades religiosas, para sumergirse en la laguna que estaba ubicada en donde actualmente quedan los barrios Nicolás de Federman, El Campín, Pablo VI y La Esmeralda.
- Los Mártires
Su nombre evoca los suplicios que cientos de personas sufrieron en la plaza que hoy lleva el mismo nombre. En la actual Plaza de los Mártires, durante las guerras de independencia y los procesos de sublevación contra el régimen español, varios de los protagonistas de aquellas gestas fueron fusilados a manera de correctivo y de represalia por osarse a enfrentar a la corona.
Francisco José de Caldas, Jorge Tadeo Lozano, Mercedes Abrego (fusilada por tejer el uniforme de Bolívar) y Camilo Torres Tenorio, entre muchos otros nombres, fueron ultimados en la Plaza de los Mártires, donde actualmente, en el costado occidental, queda la iglesia del Voto Nacional.
En 1850, como homenaje a los mártires de la independencia de Colombia, se le encargó el arquitecto danés Thomas Reed la construcción del obelisco de 17 metros en cuyos muros se encuentran los nombres de las personas fusiladas. El monumento fue inaugurado en 1880.
- Antonio Nariño
Su nombre es un homenaje al precursor de la independencia y traductor de los derechos del hombre y del ciudadano Antonio Nariño, quien además vivió durante un corto periodo en una amplia casona ubicada en los terrenos que conforman la localidad.
- Puente Aranda
El nombre de la localidad 16 de la capital proviene del puente que el oidor Francisco de Anuncibay construyó en la hacienda Jorge Aranda con el fin de poder pasar los terrenos cienagosos que conformaban el cruce de los ríos Chinúa y San Agustín.
El puente existió hasta 1.944, fecha en que fue demolido para darle paso a la construcción de la Avenida de las Américas.
- La Candelaria
El nombre con el que comúnmente se conoce al sector del centro histórico de la capital, inicialmente se usó como una referencia de las cercanías de la iglesia y el convento de los pares Agustinos Recoletos que llevaba ese nombre en honor a la virgen de la Candelaria, cuyo irgen se remonta al siglo XV en las Islas Canarias.
Con el tiempo, el nombre se extendió a toda el área situada al oriente de la Plaza de Bolívar, desde la calle 7ª, hasta la calle 13, y desde la Av. Circunvalar hasta la carrera décima.
- Rafael Uribe Uribe
La localidad fue bautizada con el nombre del prócer liberal Rafael Uribe Uribe, nacido en Antioquia y asesinado en las escalinatas del Capitolio Nacional el octubre en 1.914
- Ciudad Bolívar
En los años cuarenta, tras el inicio de parcelación de las grandes haciendas ubicadas en el extremo sur de lo que hoy es Bogotá, se empezaron a conformar los primeros caseríos de invasión que luego conformarían los primeros barrios de la localidad: Meissen, San Francisco, México, Lucero Bajo e Ismael Perdomo, situados en la parte baja de la localidad. Estos barrios fueron habitados principalmente por personas que llegaron a la capital provenientes, principalmente de pueblos de Boyacá, Tolima y Cundinamarca, durante el periodo de La Violencia.
En 1983, con el proceso de urbanización de la parte alta de la localidad que inició en los primeros años de esa década en barrios como Naciones Unidas, Alpes, Juan Pablo II, entre otros, mediante el acuerdo 14 de septiembre de ese año, el Concejo de Bogotá dio lu verde para que se creara la alcaldía menor de la localidad.
Sobre el origen del nombre hay varias teorías, sin embargo la más aceptada a lo largo de los años es que se trata de un homenaje al libertador.
- Sumapaz
La historia del territorio que conforma la localidad, ubicada en el páramo más grande del mundo, se remonta al periodo precolombino. En la cuenca del río Sumapaz cohabitaban los chibchasy los indígenas Sutagos, que habitaron ampliamente el territorio que hoy se conoce como Fusagasugá. El nombre indígena con el que se desginaba al páramos de Sumapaz era Fugunzua.
Con la llegada de los españoles, se empezaron a construir grandes haciendas entre las que se destacaba la hacienda Sumapaz, la cual se extendía desde la aldea de Nazareth, en Usme, hasta límites con el departamento del Meta.
Alrededor de esa hacienda se empezaron a crear los asentamientos que luego conformarían los sectores que agrupa la localidad, la cual fue constituida legalmente como tal en 1.986.
Lea además: La historia de una uva de hace 60 millones de años que encontraron cerca a Bogotá
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
A propósito de los 486 años cumple la capital del país, repasamos la historia y el legado de los nombres de las 20 localidades que conforman el Distrito Capital, nombres que además de formar parte de nuestra historia, configuran nuestra cotidianidad y son una ventana permanente al pasado indígena y campesino de estas tierras.
En contexto: Plano Bogotá futuro: así se pensó en el pasado lo que vivimos en el presente
Herencia muisca, hitos arquitectónicos, homenajes a próceres de la patria, a mártires de la independencia e incuso un expresidente estadounidense han marcado la biografía moderna de la capital, la cual, día a día refrendamos sin saberlo al nombrar una localidad, un barrio o una calle cualquiera.
- Usaquén
La primera localidad, ubicada en el borde nororiental de la capital, debe su nombre al vocablo muisca Usaquén, sobre el cual hay varias referencias históricas. Por un lado, de acuerdo con el Distrito, el nombre proviene de una antigua práctica, que implicaba sacrificios humanos, realizada por los primeros moradores de esas tierras.
La palabra está relacionada con el proceso de construcción de las grandes casas en las que vivían los sacerdotes o zaques de la cultura muisca. Una vez abiertas las fosas en donde se habrían de enterrar los troncos que sostendrían la edificación, metían dentro de cada hoyo a una niña de la comunidad, símbolo de pureza, ataviada con sus mejores ropas. Una vez allí, dejaban caer los enormes trozos de madera, causando una muerta inmediata.
Esta práctica, conocida como Usaque, que etimológicamente, según la lengua chibcha, provine de las palabras ‘usa’, que quiere decir debajo, y ‘que’, la cual traduce palo o madero, se llevaba a cabo debido a la creencia generalizada que indicaba que cimentar las viviendas sobre carne y sangre humana era símbolo de buena suerte.
Por otro lado, también se cree que la palabra Usaquén proviene del término ‘Usaque’, el cua era usado como un título de distinción que el Zipa de Bacatá (autoridad máxima del pueblo Muisca) le otorgó al cacique gobernador de dicho territorio.
- Chapinero
La localidad dos de Bogotá, ubicada en el oriente de la ciudad, debe su nombre a un zapatero español llamado Antón Hero Cepeda quien poco después de la fundación de la ciudad se casó con la hija del cacique de Usaquén, razón por la cual recibió como dote una enorme hacienda que estaba ubicada, aproximadamente, en donde actualmente queda el parque de los Hippies, en la carrera séptima con calle 60.
Hero era artesano y rápidamente ganó popularidad por ser la única persona que fabricaba unos peculiares zapatos con suela de madera llamados chapines, los cuales eran ideales para caminar las embarradas calles de la entonces incipiente ciudad. Con el tiempo, los habitantes de la ciudad empezaron a referirse a esa zona como Chapinero.
- Santa Fe
La localidad tres de la ciudad heredó su nombre del antiguo nombre de la capital del país, la cual, hasta el año 2.000 se llamó Santa Fe de Bogotá. En esta localidad se encuentran gran parte de los testimonios de la ciudad colonial y de la transformación que ha sufrido en estos casi 500 años de historia.
- San Cristóbal
Los primeros asentamientos de vivienda de los que se tiene registro en este sector de la ciudad datan del periodo transcurrido entre 1890 y 1910. Por estar en la rivera del río Fucha, la zona fue un punto de convergencia por las prácticas agrícolas y culturales que allí de desarrollaban. Por ese desarrollo del campo se empezaron a formar las primeras grandes haciendas de la ciudad, entre ellas la hacienda San Cristóbal, en cuyos alrededores se empezaron a formar los primeros barrios obreros de la ciudad, como el barrio San Francisco Javier, hoy conocido como Villa Javier.
Con el tiempo, por la cercanía con la hacienda, la cual era el punto de referencia de esa zona, el sector, en general, se empezó a nombrar como San Cristóbal.
- Usme
El nombre de la localidad quinta de la ciudad, ubicada en el extremo suroriental de la ciudad, debe su nombre al vocablo muisca Usme el cual significa nido de amor. Como poblado rural, Usme apareció en el siglo XVII, cuando la iglesia de San Pedro de Usme fue fundada en el año 1650 y constituida como parroquia.
Otras versiones aseguran que Usme debe su nombre a una mujer muisca llamada Usminia, a la cual, históricamente se le relacionó con los caciques de Bacatá, de tal manera que Usme, según esa versión, sería un nombre que rinde homenaje a la belleza y a las virtudes la mujer muisca, representada por Usminia..
- Tunjuelito
La localidad sexta de la ciudad debe su nombre al diminutivo de tunjo, una representación antropomórfica que el pueblo muisca realizaba a manera de ofrenda y símbolo de agradecimientos por los favores recibidos de sus deidades. En el Museo del Oro se pueden observar varias de estas figuras.
- Bosa
Etimológicamente, la palabra Bosa, según la lengua Muisca, significa dos, y se relaciona con el segundo día de la semana, y con el segundo poblado muisca más importante durante la llegada de los españoles. Techotiva era el entonces dueño y señor del poblado de Bosa. Según la alcaldía de Bogotá, apellidos como Neuta, Chiguazuque, Tunjo y Orobajo, entre otros, provienen de los primeros habitantes de esas tierras.
Por otro lado, Bosa también significa ‘cercado que guarda y defiende las mieses’, es decir, los cereales con los que los indígenas se alimentaban. Esta acepción de la palabra se representaba con un jerogliífico en forma de maíz.
- Kennedy
Hasta 1963, la localidad octava de Bogotá se llamó Ciudad Techo, en honor al cacique Techotiva.
Años después, en 1961, el entonces presidente de Estados Unidos John F. Kennedy aterrizó en Bogotá en el marco de la ‘Alianza para el Progreso’, un programa de ayuda económica, política y social que Estados Unidos implementó en Latinoamérica. La intención oficial de la presencia del mandatario en la ciudad era poner la primera piedra de un megaproyecto urbano que luego sería conocido como Ciudad Techo, el cual fue planeado para albergar 18.000 viviendas.
El proyecto arrancó con éxito y fue una realidad que cambió las dinámicas sociales y económicas de la localidad. Dos años después, Kennedy fue asesinado y, a manera de homenaje por haber liderado el proyecto y haber puesto la primera piedra, el gobierno decidió cambiar el nombre de la localidad y nombrarla con el apellido del desaparecido mandatario.
En 1.967 el Concejo ratificó oficialmente el nuevo nombre de la localidad.
- Fontibón
El nombre de la localidad nueve de la ciudad proviene de nombres como Hyntiba, Hontybón, u Ontibón, los cuales están ligados al nombre del cacique que gobernaba esas tierras y a las gentes que las habitaban, quienes también eran apodadas con dichos vocablos.
- Engativá
El nombre de la décima localidad de la ciudad proviene del vocablo chibcha ‘Inga-tiva’, el cual tiene dos significados. Por un lado, algunos historiadores aseguran que significa ‘tierra del sol’, y para otros, el nombre significa ‘seños de lo ameno o lo sabroso’.
Fue fundada en 1537 y como muchos lugares fue centro de duros enfrentamientos entre nativos y conquistadores por su carcter agrícola y la amplia presencia de yacimientos de agua, elemento sagrado para la cultura musica. Su primer encomendero fue Diego Romero de Aguilar, y el cura dominico Juan López su primer doctrinero, en 1556.
- Suba
Sobre el origen del nombre de la localidad 11 de la ciudad hay varias teorías. La principal, según señala la alcaldía local, sustenta el origen del nombre de la raíz muisca ‘Zhu-Ba’ que significa ‘mi cara, mi rostro o mi flor’.
Por otro lado, hay teorías que sugieren que el nombre proviene de la unión de dos palabras muiscas, ‘Sua’, que significa sol, y ‘Sia’, que significa agua, elementos ampliamente venerados por el pueblo muisca.
- Barrios Unidos
La zona que hoy ocupa la localidad 12, inicialmente era considerada una zona de invasión que empezó a poblarse a partir de los primeros años de la década de 1.930, en territorios ocupados por extensas haciendas, entre ellas la del expresidente Miguel Abadía Méndez; la finca San León en lo que hoy es el barrio Los Alcázares; la Quinta de Mutis, denominada así por haber sido en el siglo XVII un lugar de vivienda y estudio del sabio José Celestino Mutis, localizada en el costado occidental de lo que hoy es la carrera 24 entre calles 63 y 66.
Los barrios Siete de Agosto, Benjamín Herrera y Colombia fueron los primeros en expandirse y empezar a ser conocidos como los primeros barrios obreros de esa zona de la ciudad. En 1972, mediante el acuerdo 26, que planteaba la creación de alcaldías menores en el entonces Distrito Especial de Bogotá, se ratificó la figura de localidad al grupo de barrios aledaños a los ya mencionados.
- Teusaquillo
La palabra que nombra la localidad 13 de la ciudad, de acuerdo con el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá, es un diminutivo español de la palabra chibcha Teusaca o Teusacá, que significa, ‘cercado prestado’.
La zona era el lugar elegido por el jerarca de la zona para pasar una temporada de descanso y aprovechar los ratos libres,o actividades religiosas, para sumergirse en la laguna que estaba ubicada en donde actualmente quedan los barrios Nicolás de Federman, El Campín, Pablo VI y La Esmeralda.
- Los Mártires
Su nombre evoca los suplicios que cientos de personas sufrieron en la plaza que hoy lleva el mismo nombre. En la actual Plaza de los Mártires, durante las guerras de independencia y los procesos de sublevación contra el régimen español, varios de los protagonistas de aquellas gestas fueron fusilados a manera de correctivo y de represalia por osarse a enfrentar a la corona.
Francisco José de Caldas, Jorge Tadeo Lozano, Mercedes Abrego (fusilada por tejer el uniforme de Bolívar) y Camilo Torres Tenorio, entre muchos otros nombres, fueron ultimados en la Plaza de los Mártires, donde actualmente, en el costado occidental, queda la iglesia del Voto Nacional.
En 1850, como homenaje a los mártires de la independencia de Colombia, se le encargó el arquitecto danés Thomas Reed la construcción del obelisco de 17 metros en cuyos muros se encuentran los nombres de las personas fusiladas. El monumento fue inaugurado en 1880.
- Antonio Nariño
Su nombre es un homenaje al precursor de la independencia y traductor de los derechos del hombre y del ciudadano Antonio Nariño, quien además vivió durante un corto periodo en una amplia casona ubicada en los terrenos que conforman la localidad.
- Puente Aranda
El nombre de la localidad 16 de la capital proviene del puente que el oidor Francisco de Anuncibay construyó en la hacienda Jorge Aranda con el fin de poder pasar los terrenos cienagosos que conformaban el cruce de los ríos Chinúa y San Agustín.
El puente existió hasta 1.944, fecha en que fue demolido para darle paso a la construcción de la Avenida de las Américas.
- La Candelaria
El nombre con el que comúnmente se conoce al sector del centro histórico de la capital, inicialmente se usó como una referencia de las cercanías de la iglesia y el convento de los pares Agustinos Recoletos que llevaba ese nombre en honor a la virgen de la Candelaria, cuyo irgen se remonta al siglo XV en las Islas Canarias.
Con el tiempo, el nombre se extendió a toda el área situada al oriente de la Plaza de Bolívar, desde la calle 7ª, hasta la calle 13, y desde la Av. Circunvalar hasta la carrera décima.
- Rafael Uribe Uribe
La localidad fue bautizada con el nombre del prócer liberal Rafael Uribe Uribe, nacido en Antioquia y asesinado en las escalinatas del Capitolio Nacional el octubre en 1.914
- Ciudad Bolívar
En los años cuarenta, tras el inicio de parcelación de las grandes haciendas ubicadas en el extremo sur de lo que hoy es Bogotá, se empezaron a conformar los primeros caseríos de invasión que luego conformarían los primeros barrios de la localidad: Meissen, San Francisco, México, Lucero Bajo e Ismael Perdomo, situados en la parte baja de la localidad. Estos barrios fueron habitados principalmente por personas que llegaron a la capital provenientes, principalmente de pueblos de Boyacá, Tolima y Cundinamarca, durante el periodo de La Violencia.
En 1983, con el proceso de urbanización de la parte alta de la localidad que inició en los primeros años de esa década en barrios como Naciones Unidas, Alpes, Juan Pablo II, entre otros, mediante el acuerdo 14 de septiembre de ese año, el Concejo de Bogotá dio lu verde para que se creara la alcaldía menor de la localidad.
Sobre el origen del nombre hay varias teorías, sin embargo la más aceptada a lo largo de los años es que se trata de un homenaje al libertador.
- Sumapaz
La historia del territorio que conforma la localidad, ubicada en el páramo más grande del mundo, se remonta al periodo precolombino. En la cuenca del río Sumapaz cohabitaban los chibchasy los indígenas Sutagos, que habitaron ampliamente el territorio que hoy se conoce como Fusagasugá. El nombre indígena con el que se desginaba al páramos de Sumapaz era Fugunzua.
Con la llegada de los españoles, se empezaron a construir grandes haciendas entre las que se destacaba la hacienda Sumapaz, la cual se extendía desde la aldea de Nazareth, en Usme, hasta límites con el departamento del Meta.
Alrededor de esa hacienda se empezaron a crear los asentamientos que luego conformarían los sectores que agrupa la localidad, la cual fue constituida legalmente como tal en 1.986.
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