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Las interacciones sociales de diciembre no han sido del todo favorables para el panorama del COVID-19 en la capital. Las aglomeraciones presentadas en San Victorino y centros comerciales, las dinámicas de las festividades de fin de año y casos como la celebración de 3.000 hinchas en las calles por la final del fútbol profesional colombiano, se han encargado de engrosar las cifras de contagios y ocupación de camas UCI en la capital.
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Arrancando el mes de diciembre, la alcaldesa Claudia López brindó un parte de tranquilidad (sobre todo a los comerciantes que temían una cuarentena estricta durante durante el último mes de 2020, para ellos, la temporada más importante del año) al exponer que la ocupación de camas UCI continuaba con unos porcentajes manejables y que la temida segunda ola de la pandemia llegaría, pero en 2021. Lo cierto es que las cifras hoy le permiten asegurar a la mandataria que Bogotá ya la está atravesando.
Así lo manifestó en repetidas ocasiones durante una entrevista dada a Canal Capital, en la que además explicó que las proyecciones que manejan los expertos es que las cifras relacionadas a la propagación del virus continúen en ascenso en lo que queda de 2020 (hay que recordar que faltan las celebraciones de fin de año), pero que en la primera semana de 2021 estos números comienzan a descender.
Según las más recientes cifras manejadas por la Secretaría Distrital de Salud, Bogotá concentra más de 452.900 casos confirmados de COVID-19, de los cuales hay 438, 9 activos por cada 100.000 habitantes, cifra que ha estado en un constante crecimiento desde el 11 de diciembre. A esto se suma que la ocupación de camas UCI, desde el 9 de diciembre, ha registrado un leve pero constante crecimiento, pasando del 68,7 % al 79 %. Eso en el panorama general, porque las que están dedicadas a pacientes COVID tienen una ocupación del 71,2 %.
Ante estas circunstancias se genera la pregunta de si se vienen nuevas restricciones para la ciudad. La respuesta de la mandataria es no. De momento, la apuesta de López es continuar con las medidas moderadas que se implementan hasta la fecha, por lo que se descarta una cuarentena estricta o por localidades, incluso en enero.
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Lo anterior implica que seguirá el pico y cédula y las restricciones en la venta y consumo de alcohol. “Vamos a tener un fin de año muy zanahoria, sin fiestas en la calle”, dijo la mandataria.
Lo que sí prepara 2021 es el perfeccionamiento del sistema D.A.R. (Detecto, Aislo, Reporto) ya que se espera que al menos un millón de bogotanos salgan de la ciudad por motivos de descanso. La idea es que las personas, cuando retornen a la ciudad se aisle durante unos días en sus casas, hasta que verifiquen que no presentan síntomas relacionados al contagio.
“Año nuevo, vida nueva”, es lo que muchos cantan por estos días. Lo cierto es que el COVID-19 le cambió la vida a todos. Algo que puede destacarse de 2020 es que se logró maniobrar la pandemia y Bogotá no registró un colapso en su sistema hospitalario, no solo por el refuerzo que recibió en infraestructura y capacitaciones en materia de salud, sino por el compromiso de muchos por respetar las medidas de bioseguridad. Se busca que esa actitud continúe, y se perfeccione, para así ganarle terreno al COVID y mitigar las cifras de las vidas que ha cobrado y seguirá cobrando.
