Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Videos que circulan en redes sociales muestran el momento en el que una muchedumbre de personas arremete contra una patrulla de la Policía, en la cual se movilizaba el patrullero Darío Dimas Cuesta y un subcomisario de apellido Barrera.
En los hechos, ocurridos hacia la madrugada de este lunes en el barrio Chicalá, cerca al Portal Américas, varios jóvenes lanzaron piedras contra el vehículo, mientras los agentes se escudaban en el mismo tras los intentos infructuosos de escapar de la escena. Los ataques fueron tan fuertes e insistentes que lograron romper los vidrios de la patrulla. En las imágenes se ve cómo varios aprovechan el momento para arremeter directamente en contra de los uniformados. Este es el relato del patrullero Cuesta entregado a Blu Radio.
Lea también: Paro nacional: así avanzan las movilizaciones en Bogotá durante este 31M
“Nos encontrábamos realizando un desplazamiento. En ese momento llegamos a una intersección, a un semáforo, y de un momento a otro nos abordó un grupo de muchachos gritando palabras soeces, a tratarnos mal”, comenta el Policía.
“Tratamos de resistir los ataques dentro del vehículo, pero fue difícil. No podíamos avanzar. De un momento a otro nos rodeó una turba impresionante y sentimos miedo, temor de salir del vehículo porque pensamos que nos podía hacer daño”, Añade.
Le puede interesar: El vandalismo contra las entidades públicas, una constante en el paro
Fue cuando rompieron los vidrios de la patrulla que comenzaron a herirlos físicamente. Cuesta recuerda que hubo un momento en el que impactaron con una piedra la cabeza del subcomandante, lo que hizo que cayera, inconsciente, en sus piernas. “Al ver eso me asusté, pensé que había sido peor. Salgo del vehículo con las manos arriba”, asegura.
Es en ese momento que un grupo de personas decide auxiliarlos, entre ellos un joven con un escudo y casco, quienes logran sacarlos de esa situación. Aunque las heridas de ambos uniformados fueron considerables (de hecho, el comisario Barrera tuvo que ser operado) no se perdió la vida de ninguno.
“Esos no eran manifestantes, eran vándalos, delincuentes que querían acabar con nuestras vidas. Me cogieron 60 puntos en mi oreja derecha, unos puntos en mi cabeza, recibí muchos golpes en diferentes partes del cuerpo. En ese momento uno piensa en Dios, en su familia. Se hace un llamado a las personas, esa no es la forma de protestar”, concluyó.