¿Bogotá funciona sin vehículos particulares? Esto es lo bueno y lo malo del Día sin carro
La jornada de hoy demuestra que en la capital se le puede dar espacio y protagonismo a quienes buscan otras alternativas de desplazamientos o se mueven en bicicleta, a pie y transporte público, entre otros. Y aunque indique un desarrollo en temas de movilidad, también deja pérdidas económicas en el sector automotor, así lo confirmó Fenalco.
Sara Caicedo
Hoy se vive la jornada del Día sin carro en Bogotá. Se espera que dejen de circular cerca de 1.850.000 carros particulares y 430.000 motocicletas en la ciudad, y con esto se le dé prioridad al transporte público, el uso de bicicletas, vehículos y motos con motores eléctricos, entre otros.
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Hoy se vive la jornada del Día sin carro en Bogotá. Se espera que dejen de circular cerca de 1.850.000 carros particulares y 430.000 motocicletas en la ciudad, y con esto se le dé prioridad al transporte público, el uso de bicicletas, vehículos y motos con motores eléctricos, entre otros.
Para Edder Velandia, profesor de la Universidad de La Salle y experto en movilidad, quienes salgan a desarrollar sus actividades, durante este día, van a encontrar la posibilidad de tener un ambiente más saludable que les permite un desplazamiento tranquilo, además, la jornada termina siendo una invitación para los ciudadanos a buscar otras alternativas de desplazamiento como la bicicleta, caminar y el transporte público.
Una ciudad que no dependa de los vehículos particulares
De acuerdo con Velandia, la jornada de hoy demuestra que una ciudad puede funcionar sin carros: “contribuye a que finalmente los habitantes de Bogotá vean que hay otras alternativas diferentes al vehículo particular e incluso la motocicleta. Además, el Día sin carro nos permite entender que realmente las ciudades pueden construirse alejadas de los carros, y aunque las ciudades han venido creciendo y desarrollándose, considerando el vehículo particular como una pieza fundamental en este engranaje, esta jornada demuestra que Bogotá puede seguir funcionando sin necesidad de que haya en carros”, señaló Velandia.
Por otra parte, hoy es un día en el que “se reduce el consumo de combustible, donde tenemos menores emisiones, no solamente en términos de calidad del aire, sino también en el cambio climático. Y si bien alguien puede decir que esto es marginal en términos de cantidad a nivel anual, es un granito de arena que nos muestra que siempre existirán alternativas para esta dramática situación en la que nos enfrentamos del cambio climático”, agregó el maestro de La Salle.
Y aunque el Día sin carro puede ser una muestra del camino para el desarrollo de una ciudad metropolitana, sin duda, hay sectores que resultan afectados con la jornada.
Perdidas económicas
De acuerdo con Juan Esteban Orrego, director de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), esta jornada para la economía es una desaceleración brutal, “el 60% de las citas de trabajo son canceladas y se caen las ventas en más del 50%”, señaló. Por otra parte, la afluencia de público disminuye en por lo menos en un 40%.
Orrego compartió con El Espectador que, aunque este día se hacen esfuerzos por el medioambiente, “los comerciantes no logran superar esto, aunque tengas otras alternativas como el comercio electrónico y se ofrezcan promociones y opciones como parqueaderos gratuitos para quienes se movilizan en bicicletas y patinetas”.
Y es que el gremio más afectado en este día es el sector automotor, también aquellos que venden electrodomésticos grandes y muebles, incluso, los negocios que venden mercados. Y aunque los comerciantes han optado en este día por las ventas por internet, para el director de Fenalco, esta es una “alternativa menos dolosa, pero no alcanzan para recuperarse”. Por ejemplo, hoy se suspenden en su mayoría actividades como lavado de vehículos, reparación de carros y parqueaderos.
“Históricamente, muchos empresarios utilizan este día para realizar arreglos locativos o hacer inventarios en sus locales, sin embargo, también han generado estrategias para recuperar ventas de este día. En el balance que realizamos de la última jornada del año pasado, el 25% de los comercios impulsó ventas por canales digitales, el 14% ofreció descuentos o promociones a quienes visitaron sus establecimientos en bicicleta o patineta, y el 9% permitió el parqueo gratuito a estos medios de transporte”, concluyó Orrego.
Para Velandia, en el Día sin carro se considera que “las actividades se paralizan, que las cosas no funcionan, que las entidades laboran a media máquina. Algunas actividades verán incluso reducida sus funciones diarias. Y esto hace que algunos ciudadanos, finalmente, crean que es un día festivo y que prefieran quedarse en su casa desarrollando cualquier otro tipo de actividad”.
Como todas las decisiones que generan cambios en la movilidad, esta jornada tiene críticas y halagos, las primeras apuntan, sobre todo, a la congestión de pasajeros en el transporte público y las pérdidas económicas; y los segundos al beneficio de esta medida para el medioambiente y la calidad del aire en la capital.
Asimismo, existen ciudadanos que respetan la medida (quienes son la mayoría) y otros que no la comparten e infringen la norma. Por ejemplo, en septiembre de 2022, esta jornada registró alrededor de 462 comparendos a los ciudadanos que incumplieron la restricción, quienes fueron multados por un valor de $522.900 y tal como lo indica la ley, se les inmovilizó el vehículo.
Además, la última jornada del Día sin carro, dejó un balance que indicaba que el 80% de los viajes se hicieron en transporte público (Sitp y Transmilenio), un 2% en taxi, un 7% en bicicleta y un 1% en patinetas. El 10% restante se movilizaron en los vehículos que hacían parte de las excepciones.
Finalmente, para el experto en movilidad, los ciudadanos tenemos que ser más reflexivos respecto a este día y entender que las ciudades necesitan mucho más espacio para los transeúntes, o para quienes buscan y hacen uso de mecanismo diferente como el transporte público, caminar o vivir cerca de su trabajo o lugar de estudio.
“Todo esto en pro de una ciudad sostenible, y en ese sentido estamos demorados, lo ideal sería que pudiéramos llevar este día de no carro por lo menos tres veces en el año, y así seguir explorando y creciendo en este enfoque”, concluyó Velandia.
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