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En la evolución constante de las formas de expresión, la cultura adquiere nuevos contornos y métodos, que deben ser asimilados por creadores y tomadores de decisiones por igual, para que el ecosistema artístico capitalino no quede rezagado. Aunque la pintura, la escritura y la música siguen siendo lenguajes universales de lo sublime y de la vida, las herramientas digitales han ido ganando relevancia y, de paso, generando nuevas formas de apreciar el mundo. Y el ecosistema digital de Bogotá no ha sido ajeno a los cambios. En las últimas dos décadas han ido emergiendo talentos en el campo de la animación, el desarrollo de videojuegos, diseño 3D y otros contenidos interactivos.
El Distrito ha identificado un tesoro en este nicho para repotenciar las habilidades que existen y, por consiguiente, transformar a Bogotá en un referente continental de la innovación e inventiva digital. Una de las acciones para impulsar estos sectores la ejecuta la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, a través del programa Gente convergente, la cual, en asocio con Maloka, lanzó una convocatoria que llamó a ese talento oculto en las artes de la creación digital para competir por un estímulo que lleve sus creaciones a otro nivel.
Precisamente, el ecosistema existente, pero aún sin suficiente apoyo y respaldo, fue lo que motivó al alcalde Carlos Fernando Galán y al secretario de Cultura, Santiago Trujillo, a lanzar el programa, que abrió un nuevo espacio de fortalecimiento, para catalizar ese conjunto de ideas, en una constelación de innovación que irradie el tejido económico de Bogotá. El gran potencial se evidenció el 1.° de octubre al recibir la postulación de 82 proyectos, de los cuales quedaron habilitados 68 para competir por una bolsa de estímulos de $1.230 millones. Al final, cinco proyectos, los mejores, ganaron cada uno apoyos de $246 millones, para cubrir todos los costos, impuestos y tasas necesarias para impulsar sus iniciativas.
A ellos se suman cuatro proyectos, que participarán en un programa de fortalecimiento con expertos nacionales e internacionales. Según el secretario de Cultura, Santiago Trujillo, con esto se promueve una de las agendas más relevantes para el sector creativo, que genera trabajos de alto nivel para los jóvenes. “Este respaldo se orienta a fortalecer creadores de contenido, animadores, desarrolladores de videojuegos y a todo el ecosistema digital en Bogotá”.
La tarea no es fácil, ya que el mundo de la convergencia digital, en donde se concatenan y encuentran estos talentos, es amplio y tiene varias aristas. Sin embargo, es imperioso conocerlo y, sobre todo, entenderlo, para evitar que todo el potencial de la industria, que emerge en suelo capitalino, opte por irse a otros países alegando falta de oportunidades. La fuga de cerebros le quita a la ciudad la oportunidad de conformar su propio ecosistema y ser competitiva a escala internacional en este campo.
Juliana Restrepo, gestora de la Secretaría de Cultura y encargada del programa Gente Convergente, explica que el plan es apoyar esta industria, para que se convierta en un campo económico que le aporte al sector y a la vida cultural de la ciudad. “Buscamos cerrar brechas en el capital humano, para ofrecer empleo digno a estos agentes de las industrias culturales. Creamos espacios de formación corta, porque hay gente que desarrolla animaciones o videojuegos, pero tal vez desconozca los nuevos programas o equipos con los cuales avanza la industria. Entonces buscamos capacitarlos en estos subsectores y proyectar estas iniciativas a nivel internacional”.
De acuerdo con Restrepo, estas competencias son altamente demandadas en muchos sectores, aparte de los de la cultura y el entretenimiento. La industria automotriz, la salud, el turismo y la industria inmobiliaria son, entre otros, sectores que demandan creaciones digitales y, por lo tanto, potenciar estas capacidades le aporta al tejido económico de la ciudad.
Iniciativas ganadoras
Después del éxito en la convocatoria, un jurado conformado por expertos nacionales e internacionales se decantó por cinco iniciativas, que recibirán el reconocimiento económico para materializar su propuesta, así como un plan de formación para apoyar su proceso de consolidación. Las propuestas ganadoras fueron Clickarte SAS (Con el proyecto La Aldea), Grupo Linxs SAS (con el proyecto: IZi Waroa), Atractor SAS (con el proyecto Los Migrantes), Letrario SAS (con el proyecto Mukira) y Satellite LAB SAS (con el proyecto Guardianes de la Sierra).
“La cantidad de proyectos que se postularon muestra el potencial del sector en la ciudad. Desde Maloka estamos emocionados, porque los ganadores establecerán acuerdos de coproducción que les abrirán oportunidades para generar hitos, fortaleciendo habilidades y conocimientos en tecnologías digitales”, asegura María Cristina Díaz, presidenta ejecutiva de Maloka. Por su parte, Carmen Gil, profesora asociada del Departamento de Arte de la Universidad de los Andes y miembro del jurado, destaca el sentido profundo y elaborado en el concepto de los ganadores. “Son proyecto interesantes, porque tienen una exploración más allá del entrenamiento. Tienen una convicción social, ambiental y de la salud, y responden a preguntas de fondo, que obedecen a dinámicas socioculturales ineludibles”.
El también jurado Élder Tobar, líder de proyectos y asesorías en el campo de las artes y las humanidades, comenta que las iniciativas que ganaron son “proyectos que hablan a nivel Latinoamérica y tienen un enfoque y potencial intencional enorme de traspasar fronteras. La estrategia Gente convergente propone una pauta de fortalecimiento del ecosistema digital y apoyos económicos que va en línea con la proyección de las ideas ganadoras”.
Aunque no recibirán el apoyo económico, otras cuatro propuestas tendrán la posibilidad de nutrir sus iniciativas con ciclos de formación, que faciliten su inmersión en el mercado y la posibilidad de explotar sus creaciones en el marco de las industrias creativas y la creación digital. Bogotá ha dado el siguiente paso en su conversión a urbe moderna. El arte, la cultura y la innovación se unen ahora en un entorno infinito de posibilidades y de beneficios para una capital que aspira, y que de seguro no tardará mucho, a convertirse en la meca del ingenio digital a escala mundial.
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