Bogotá le dio la Presidencia a Gustavo Petro: superó a Hernández por 773.799 votos
La diferencia de votos a nivel nacional con Rodolfo Hernández la obtuvo en la capital. Con 2′253.997 apoyos, la de Petro fue la mayor votación en la historia de Bogotá para una elección presidencial. Por su parte, Rodolfo Hernández sacó 1′480.198.
Colombia decidió. Este domingo 19 de junio, el exalcalde y congresista en cuatro oportunidades, Gustavo Francisco Petro Urrego, ganó la presidencia de la República para el periodo 2022-2026. En su triunfo, Bogotá fue fundamental. Y ganó con una votación histórica, tanto en el país como en la capital, pues a nivel nacional obtuvo 11′276.310 votos (con el 99,83 % de las mesas informadas). Uno de cada cinco votos los ganó en Bogotá, con 2′253.997.
Con ese último resultado, de lejos, Petro batió un récord electoral en la ciudad, respecto a las elecciones presidenciales, en los que los números más altos para quien fue elegido presidente los tenían Juan Manuel Santos, que en segunda vuelta de 2010 y 2014 sacó 1′448.930 (61,52 %) y 1′341.963 (52,54 %), respectivamente; y Álvaro Uribe, que en 2002 y 2006 sacó 1′214.379 (57,27 %) y 1′396.155 (64,01 %), respectivamente.
Presidente electo | Año | Votación | Porcentaje |
---|---|---|---|
Álvaro Uribe Vélez | 2002 | 1′214.379 | 57,27 % |
Álvaro Uribe Vélez | 2006 | 1′396.155 | 64,01 % |
Juan Manuel Santos | 2010 (segunda vuelta) | 1′448.930 | 61,52 % |
Juan Manuel Santos | 2014 (segunda vuelta) | 1′341.963 | 52,54 % |
Iván Duque Márquez | 2018 (segunda vuelta) | 1′449.092 | 40,95 % |
Gustavo Petro Urrego | 2022 (segunda vuelta) | 2′253.997 | 58,59 % |
¿Cómo se movió el voto respecto a la primera vuelta?
Los resultados de la segunda vuelta presidencial terminaron por confirmar la tendencia del 29 de mayo: Bogotá es el principal bastión del petrismo —que a partir del próximo 7 de agosto será gobierno—, seguido por la costa atlántica y la costa pacífica, en cuyos departamentos sus resultados estuvieron por encima del 60%.
Lea: Rodolfo Hernández o Gustavo Petro: ¿quién le conviene más a Bogotá?
Para primera vuelta, con una participación de 3′796.277 de votantes (63,95 %), el ahora presidente electo sacó 1′769.671 (47,05 %) apoyos, seguido por los 833.016 (22,15 %) de Rodolfo Hernández; 723.538 (19,24 %) de Federico Gutiérrez, y los 299.266 (7,95 %) de Sergio Fajardo. Para esta ocasión, con Gutiérrez y Fajardo fuera de combate, se preveía que sus votos tomaría caminos distintos.
Entre tanto, para la segunda vuelta —con una participación de 3′887.345 (65,49 %)— Petro subió en 484.326 los sufragios a su favor y, en el de Hernández, fue un ascenso de 647.182. Aunque el crecimiento del segundo fue más alto que el del primero, lo cierto es que la distancia entre uno y otro fue un de un amplio 20,11 %.
En principio, se podría avizorar que una gran parte de los bogotanos que votaron por Fajardo y que una buena porción de los 118.068 votantes de más, con respecto a la primera vuelta, acompañaron a Gustavo Petro en segunda vuelta, mientras que cerca del 90% del electorado de “Fico” se fueron para las toldas del candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción
Así mismo, que a pesar de la victoria de Petro en la ciudad de la que fue alcalde entre 2012 y 2015, la votación de Rodolfo Hernández (1′480.198) no es, ni cerca, despreciable y también superó a la de Uribe, Santos y Duque en sus respectivos años. Lo que refleja que el voto antipetrista en Bogotá, aunque fue menor, cuando se une puede dar pelea.
Le puede interesar: ¿Cómo explicar el fenómeno electoral de Rodolfo Hernández en Bogotá y Cundinamarca?
Una carrera política marcada por la persistencia
El sueño de Gustavo Petro se hizo realidad: ser presidente de Colombia, algo que había intentado desde hace 12 años. Y de paso, convertirse en el dirigente político más importante de la izquierda en Colombia y de la política en general. La tercera fue la vencida: pasando por cargos como personero, representante a la Cámara, senador y alcalde.
Desde que aventuró en política electoral, Petro se ha destado por las votaciones destacadas. En 2002, llegó a la Cámara con 78.895 votos; luego, en 2006, dio el salto al Senado con 143.443 apoyos, la tercera votación más alta en el país en ese entonces.
Después, en 2010, aspiró por primera vez a la presidencia. Esa vez quedó en cuarto lugar con 1′331.267 votos, de los cuales 241.381 provinieron de Bogotá; un año después, salió electo alcalde de Bogotá con 732.308 apoyos.
Regresó al ruedo político en 2018, con más viento en la camiseta y su primera experiencia como administrador. Pasó a segunda vuelta contra Iván Duque y sacó la votación más alta de la izquierda hasta entonces. Sus resultados en la capital en la consulta interpartidista de marzo y en las dos rondas presidenciales de mayo y junio fueron de 678.803, 1′099.955 y 1′889.050 votos, respectivamente.
Lea también: Bogotá se consolida como el bastión del petrismo en el país.
Este año, que Petro y Colombia recordarán por décadas, evolucionó y creció electoralmente en la capital, iniciando con 887.567 sufragios en la consulta de marzo, pasando a 1′769.671 en la primera vuelta y finalizando con 2′253.997 este 19 de junio.
Su paso en el Congreso
Fue desde esa corporación que Gustavo Petro creó un haber político que lo situó como un senador brillante, que develó los vínculos de decenas de congresistas con los paramilitares y narcotraficantes; que fue una de las voces más altisonantes de la oposición al gobierno de Álvaro Uribe, y por haberse peleado con su entonces partido, el Polo Democrático, por el escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá, que investigó y denunció, cuando Samuel Moreno Rojas era el alcalde de la capital.
En su último paso por el Senado, entre 2018 y 2022, su papel fue como el líder de la oposición al gobierno de Iván Duque y desde donde pavimentó su llegada a la Casa de Nariño, alternado sus duros choques con el expresidente Álvaro Uribe con sus recorridos por Colombia.
Su gestión como alcalde de Bogotá
Las cifras oficiales de la Veeduría Distrital dejan ver que la “Bogotá Humana” de Petro se caracterizó por fijarse metas retadoras, pero que cumplió a medias, a pesar de que la ejecución presupuestal de los programas más relevantes de su plan de desarrollo hubieran tenido buenos porcentajes.
En contexto: ¿Cómo le fue a Gustavo Petro en la Alcaldía de Bogotá?
Según ese balance —hecho en febrero de 2016 (dos meses después de que saliera del cargo) y en el que le hizo seguimiento a 56 metas en sectores como educación, salud, integración social, desarrollo económico, movilidad y hábitat—, se determinó que tuvo un avance presupuestal del 67 %, puesto que logró invertir 26 de los 39 billones de pesos del presupuesto destinado a inversión directa. Así mismo, frente a la ejecución de esos $26 billones, se encontró que el 86 % ($22 billones) se ejecutaron en los sectores que albergaban esas 56 metas fundamentales.
Ahora, el presidente electo, que se posesionará el próximo 7 de agosto, deberá, al menos en Bogotá, construir una relación armónica con el Palacio Liévano, que estará ocupada por Claudia López hasta diciembre de 2023, en la que prime la cooperación y el respeto por lo construido con su antecesor para que los proyectos de infraestructura, de seguridad y de corte social salgan avantes.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Colombia decidió. Este domingo 19 de junio, el exalcalde y congresista en cuatro oportunidades, Gustavo Francisco Petro Urrego, ganó la presidencia de la República para el periodo 2022-2026. En su triunfo, Bogotá fue fundamental. Y ganó con una votación histórica, tanto en el país como en la capital, pues a nivel nacional obtuvo 11′276.310 votos (con el 99,83 % de las mesas informadas). Uno de cada cinco votos los ganó en Bogotá, con 2′253.997.
Con ese último resultado, de lejos, Petro batió un récord electoral en la ciudad, respecto a las elecciones presidenciales, en los que los números más altos para quien fue elegido presidente los tenían Juan Manuel Santos, que en segunda vuelta de 2010 y 2014 sacó 1′448.930 (61,52 %) y 1′341.963 (52,54 %), respectivamente; y Álvaro Uribe, que en 2002 y 2006 sacó 1′214.379 (57,27 %) y 1′396.155 (64,01 %), respectivamente.
Presidente electo | Año | Votación | Porcentaje |
---|---|---|---|
Álvaro Uribe Vélez | 2002 | 1′214.379 | 57,27 % |
Álvaro Uribe Vélez | 2006 | 1′396.155 | 64,01 % |
Juan Manuel Santos | 2010 (segunda vuelta) | 1′448.930 | 61,52 % |
Juan Manuel Santos | 2014 (segunda vuelta) | 1′341.963 | 52,54 % |
Iván Duque Márquez | 2018 (segunda vuelta) | 1′449.092 | 40,95 % |
Gustavo Petro Urrego | 2022 (segunda vuelta) | 2′253.997 | 58,59 % |
¿Cómo se movió el voto respecto a la primera vuelta?
Los resultados de la segunda vuelta presidencial terminaron por confirmar la tendencia del 29 de mayo: Bogotá es el principal bastión del petrismo —que a partir del próximo 7 de agosto será gobierno—, seguido por la costa atlántica y la costa pacífica, en cuyos departamentos sus resultados estuvieron por encima del 60%.
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Para primera vuelta, con una participación de 3′796.277 de votantes (63,95 %), el ahora presidente electo sacó 1′769.671 (47,05 %) apoyos, seguido por los 833.016 (22,15 %) de Rodolfo Hernández; 723.538 (19,24 %) de Federico Gutiérrez, y los 299.266 (7,95 %) de Sergio Fajardo. Para esta ocasión, con Gutiérrez y Fajardo fuera de combate, se preveía que sus votos tomaría caminos distintos.
Entre tanto, para la segunda vuelta —con una participación de 3′887.345 (65,49 %)— Petro subió en 484.326 los sufragios a su favor y, en el de Hernández, fue un ascenso de 647.182. Aunque el crecimiento del segundo fue más alto que el del primero, lo cierto es que la distancia entre uno y otro fue un de un amplio 20,11 %.
En principio, se podría avizorar que una gran parte de los bogotanos que votaron por Fajardo y que una buena porción de los 118.068 votantes de más, con respecto a la primera vuelta, acompañaron a Gustavo Petro en segunda vuelta, mientras que cerca del 90% del electorado de “Fico” se fueron para las toldas del candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción
Así mismo, que a pesar de la victoria de Petro en la ciudad de la que fue alcalde entre 2012 y 2015, la votación de Rodolfo Hernández (1′480.198) no es, ni cerca, despreciable y también superó a la de Uribe, Santos y Duque en sus respectivos años. Lo que refleja que el voto antipetrista en Bogotá, aunque fue menor, cuando se une puede dar pelea.
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Una carrera política marcada por la persistencia
El sueño de Gustavo Petro se hizo realidad: ser presidente de Colombia, algo que había intentado desde hace 12 años. Y de paso, convertirse en el dirigente político más importante de la izquierda en Colombia y de la política en general. La tercera fue la vencida: pasando por cargos como personero, representante a la Cámara, senador y alcalde.
Desde que aventuró en política electoral, Petro se ha destado por las votaciones destacadas. En 2002, llegó a la Cámara con 78.895 votos; luego, en 2006, dio el salto al Senado con 143.443 apoyos, la tercera votación más alta en el país en ese entonces.
Después, en 2010, aspiró por primera vez a la presidencia. Esa vez quedó en cuarto lugar con 1′331.267 votos, de los cuales 241.381 provinieron de Bogotá; un año después, salió electo alcalde de Bogotá con 732.308 apoyos.
Regresó al ruedo político en 2018, con más viento en la camiseta y su primera experiencia como administrador. Pasó a segunda vuelta contra Iván Duque y sacó la votación más alta de la izquierda hasta entonces. Sus resultados en la capital en la consulta interpartidista de marzo y en las dos rondas presidenciales de mayo y junio fueron de 678.803, 1′099.955 y 1′889.050 votos, respectivamente.
Lea también: Bogotá se consolida como el bastión del petrismo en el país.
Este año, que Petro y Colombia recordarán por décadas, evolucionó y creció electoralmente en la capital, iniciando con 887.567 sufragios en la consulta de marzo, pasando a 1′769.671 en la primera vuelta y finalizando con 2′253.997 este 19 de junio.
Su paso en el Congreso
Fue desde esa corporación que Gustavo Petro creó un haber político que lo situó como un senador brillante, que develó los vínculos de decenas de congresistas con los paramilitares y narcotraficantes; que fue una de las voces más altisonantes de la oposición al gobierno de Álvaro Uribe, y por haberse peleado con su entonces partido, el Polo Democrático, por el escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá, que investigó y denunció, cuando Samuel Moreno Rojas era el alcalde de la capital.
En su último paso por el Senado, entre 2018 y 2022, su papel fue como el líder de la oposición al gobierno de Iván Duque y desde donde pavimentó su llegada a la Casa de Nariño, alternado sus duros choques con el expresidente Álvaro Uribe con sus recorridos por Colombia.
Su gestión como alcalde de Bogotá
Las cifras oficiales de la Veeduría Distrital dejan ver que la “Bogotá Humana” de Petro se caracterizó por fijarse metas retadoras, pero que cumplió a medias, a pesar de que la ejecución presupuestal de los programas más relevantes de su plan de desarrollo hubieran tenido buenos porcentajes.
En contexto: ¿Cómo le fue a Gustavo Petro en la Alcaldía de Bogotá?
Según ese balance —hecho en febrero de 2016 (dos meses después de que saliera del cargo) y en el que le hizo seguimiento a 56 metas en sectores como educación, salud, integración social, desarrollo económico, movilidad y hábitat—, se determinó que tuvo un avance presupuestal del 67 %, puesto que logró invertir 26 de los 39 billones de pesos del presupuesto destinado a inversión directa. Así mismo, frente a la ejecución de esos $26 billones, se encontró que el 86 % ($22 billones) se ejecutaron en los sectores que albergaban esas 56 metas fundamentales.
Ahora, el presidente electo, que se posesionará el próximo 7 de agosto, deberá, al menos en Bogotá, construir una relación armónica con el Palacio Liévano, que estará ocupada por Claudia López hasta diciembre de 2023, en la que prime la cooperación y el respeto por lo construido con su antecesor para que los proyectos de infraestructura, de seguridad y de corte social salgan avantes.
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