Bogotá, ¿preparada para otro éxodo venezolano?
Expertos avizoran una nueva oleada de migración venezolana, tras los resultados de las elecciones en el vecino país. Cerca del 21% termina en la capital, ciudad que, a pesar de los avances en la implementación de la política pública, en temas de la agenda migrante, perdió cobertura y medición en esta administración.
Juan Camilo Parra
“Triste y pensativa”. Así describe María Elisa Ramírez cómo se siente, luego de los resultados de las elecciones en Venezuela, dieron como ganador a Nicolás Maduro, quien será presidente por seis años más. Elisa es una de las 615.000 migrantes del vecino país que vive en Bogotá y una de las miles, que no pudieron votar este domingo. Solo cerca de 1.300 votaron en la capital, con respecto a los más de 4.600 habilitados para los comicios de ayer. “Eran más las personas que no podían votar”, dice Elisa, sobre lo que se vivió en el parque Alfonso López y el colegio Técnico Palermo.
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“Triste y pensativa”. Así describe María Elisa Ramírez cómo se siente, luego de los resultados de las elecciones en Venezuela, dieron como ganador a Nicolás Maduro, quien será presidente por seis años más. Elisa es una de las 615.000 migrantes del vecino país que vive en Bogotá y una de las miles, que no pudieron votar este domingo. Solo cerca de 1.300 votaron en la capital, con respecto a los más de 4.600 habilitados para los comicios de ayer. “Eran más las personas que no podían votar”, dice Elisa, sobre lo que se vivió en el parque Alfonso López y el colegio Técnico Palermo.
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La esperanza que se vivía en las calles capitalinas ayer, hoy es una historia de incertidumbre y rabia para un sector del pueblo venezolano asentado en la capital y que esperaba el triunfo de la oposición. “Me impresionó la imagen de una joven ilusionada con poder votar, llorando al frente del colegio, porque no pudo hacerlo. Es lo que vimos ayer. Insólitamente, personas como yo, que llevamos casi una década en este país, con documentación, no pudimos ejercer el voto”, cuenta Elisa a El Espectador.
Aunque para muchos, los resultados no representan la realidad, ya empiezan a pensar en lo que se viene. Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, piensa que el impacto de las elecciones será directo en Colombia y podría notarse en las próximas semanas. Si la tendencia de años pasados continúa, la capital colombiana debería esperar la llegada de miles de venezolanos.
“En el caso colombiano, nos encontramos en el peor escenario: hemos perdido capacidad institucional para el abordaje y administración de los fenómenos migratorios y, particularmente del venezolano. Durante la administración de Gustavo Petro se perdió la capacidad que se tenía con la gerencia de frontera y Migración Colombia”, dijo a este diario el investigador del Rosario.
Geiver Morillo lleva nueve años viviendo en Bogotá y cuenta que sobre las 11:00 de la noche del domingo, el clima en el parque Alfonso López ya era de desesperanza. Muchos quedaron “con la maleta hecha”, señala, pues varios de sus compatriotas tenían planes de volver a su país. “Sin duda, Bogotá será importante en el nuevo flujo migratorio. Ya estamos escuchando de familias que hacen planes para llegar a la capital de Colombia en su paso hacia Chile u otros países. Otros llegarán a quedarse”, dijo a El Espectador.
Nuevos bogotanos
Iván Mauricio Gaitán, consultor senior en asuntos migratorios, recoge lo que sería un nuevo éxodo que, sin duda, tendrá efectos en la capital: “las encuestas estiman que la voluntad expresada de venezolanos que quieren salir de Venezuela a otros países es de cerca de un millón y medio, una oleada que no es tan grande como la de hace unos años, pero es un número considerable”, señaló a este diario.
Si en Colombia hay, según USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), cerca de 2.839.150 migrantes venezolanas (cifra que agrupa el 39,54 % del total de migrantes en Latinoamérica), Bogotá es la que más concentra migrantes, con el 21 % del total nacional.
La hija de María Elisa llegó a Bogotá a sus 15 años. “Es la menos venezolana de la familia, pero ayer estaba desconsolada y me dejó ver cómo uno siempre lleva a su país en el corazón. Quizá ella no piensa en regresar, pero la ilusión estaba intacta, así como la impotencia, que permanece intacta”, relata la fotoperiodista.
Para finales del 2023, la Alta Consejería de Asuntos Migratorios registró un total de 614.974 venezolanos en la ciudad, cerca del 51 % son mujeres. Desde el inicio de la diáspora, han nacido 27.000 “nuevos bogotanos”, hijos de migrantes que, al nacer aquí, obtienen automáticamente la nacionalidad colombiana. Eso, al menos, en cifras oficiales. De este total, 454.884 personas cuentan con PPT (Permiso por Protección Temporal). Por otro lado, hablamos de una población joven, pues el 69 % son menores de 29 años.
En materia económica el 70% está empleado y 10% estudiando. El 97% de los migrantes en Bogotá vive en renta y en Soacha esta cifra llega al 99,86 %. El 36 % de la población migrante en Bogotá está afiliado al sistema de salud (son 215.652 personas) y las localidades en donde vive más población migrante venezolana son: Suba (16,2 %), Kennedy (15,6 %), Ciudad Bolívar (10 %), Engativá (8,9 %), y Bosa (8,9 %).
La Personería de Bogotá también rindió su informe a finales de 2023, haciendo énfasis en las condiciones de derechos humanos de las mujeres. El ente realizó 200 encuestas a mujeres migrantes, donde halló que el 78% están rezagadas a trabajos del hogar, siendo esta la brecha más grande. Además, un 73% dijo depender del trabajo informal y el 13% de apoyos de personas o entidades. La salud es el otro reto. Por cada 100 mil habitantes nacidos vivos, 67,9 mujeres venezolanas fallecen durante o después del parto. El 59% de encuestadas dijo que los ingresos de su hogar no alcanzan para suplir las tres comidas diarias y el 18%, que la atención en temas anticonceptivos fue insuficiente.
Bogotá, ¿cómo va en cumplimiento de derechos para población migrante?
Desde hace dos años la capital cuenta con la Alta Consejería de Asuntos Migratorios, y desde diciembre del 2023, luego de una década de diáspora venezolana, la ciudad adoptó la Política Pública Distrital de Acogida, Inclusión y Desarrollo para las y los nuevos bogotanos (Población Migrante Internacional). No obstante, a la fecha, la capital no tiene quién responda por estos asuntos.
Para el investigador del Observatorio de Venezuela, al tema migratorio se le ha bajado el perfil, ya que “no atrae políticamente” en los discursos de los gobernantes locales. “Es importante tener en cuenta que en Bogotá no tenemos todavía una persona a cargo del tema migratorio, es un tema pendiente en la alcaldía de Carlos F. Galán, eso a pesar de que hay una estrategia de “internacionalización” en cabeza de Sandra Borda. En términos concretos, la política de migración sigue la inercia de lo que dejó la exalcaldesa Claudia López”.
Gaitán analiza que Bogotá está preparada para una eventual oleada de migrantes, pero debe reforzar los mecanismos y no permitir un retroceso en las acciones del último año. “Bogotá es una ciudad de puertas abiertas y con capacidad económica de absorber favorablemente a migrantes, siempre y cuando estén con estatus “regular”. La ciudad es un país. Aporta una cuarta parte del PIB de Colombia. La población migrante aporta millones de dólares. Los renglones económicos están, pero las vías regulatorias pueden ser más claras para que ese circuito se desarrolle”, añade.
Entre los esfuerzos del Distrito se destacan los centros Intégrate, que son ventanillas especializadas para atender a migrantes en temas de permisos, salud y demás información. A la fecha, Bogotá ha atendido a 512.000 con esta estrategia y cuenta con tres centros: uno en el Super CADE (Av. carrera 30), en Suba y Engativá. Resaltan datos como que la pobreza en migrantes en la capital se redujo del 19 al 13%, según encontró la Consejería con datos del DANE. Por otro lado, ha incentivado ferias de empleabilidad, facilidades para entrega de permisos temporales y, recientemente, logró vincular a los primeros 10 empleados venezolanos que entrarán a operar el transporte público. Se espera que en total sean 260 los que lleguen a integrar el sistema.
“En materia de garantías y goce de derechos para esta población, la ciudad ha avanzado considerablemente. Acceso a salud, educación e inclusión en programas sociales como IMG, son una muestra. Sin embargo, estamos en mora de hacerle seguimiento a la política pública de atención a la población migrante para 2024 y 2025″, explicó Gaitán.
“Sabemos qué está pasando con la población que ya está en Bogotá, pero no sabemos cómo van a llegar los que vienen y que vendrán necesitando PPT, servicios de salud, educación, aspectos en los que hemos avanzado, pero que falta reforzar, y más viendo este nuevo panorama”, indica Geiver.
María Elisa cierra diciendo, “en el primer país en el que esto repercute es Colombia, podemos estar seguro que la gran mayoría de las personas que salgan de Venezuela pasarán por Bogotá, si no es que se quedan”.
Panorama de migrantes venezolanos en Bogotá (infografía)
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