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Gustavo Petro es el barón electoral en Bogotá, donde se consolidó como la figura política más importante y popular en la actualidad, situación que se repitió en 19 de los 32 departamentos del país. El candidato del Pacto Histórico barrió con sus contrincantes en la capital y con 1’769.1671 votos se ubicó muy por encima de su más inmediato perseguidor, Rodolfo Hernández, quien obtuvo 832.778 respaldos, y con quien se enfrentará en segunda vuelta.
Este triunfo en Bogotá, podría decirse, empezó a gestarse hace dos meses y medio con la consulta interpartidista, en la que el exalcalde obtuvo 887.567 apoyos y se quedó con la candidatura de su coalición de izquierda. Desde entonces el triunfo del Pacto Histórico se avizoraba como fundamental para las aspiraciones de Petro.
Con el resultado de ayer, el candidato no solo ratificó su dominio en la capital, sino que superó los votos que históricamente han obtenido en Bogotá en primera vuelta todos los que han aspirado a la Presidencia de la República. Ahora su siguiente paso es tratar de superar los votos que obtuvo en la segunda vuelta de 2018, cuando sacó 1’889.050.
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Carrera de altos y bajos
El animal político es sagaz, hábil y gana las peleas, así sea a largo plazo. Paciencia, persistencia y resistencia son las aptitudes que mejor definen la carrera electoral de Petro y que hoy, después de la primera vuelta presidencial, lo tiene como una de las figuras políticas más destacadas de Colombia.
El expresidente Álvaro Uribe, el exprocurador Alejandro Ordóñez, el excontralor de Bogotá Juan Carlos Granados, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, entre otros, han sido los rivales y adversarios que tuvo que enfrentar desde distintos cargos, en los cuales tuvo que batirse como gladiador para mantener sus posiciones y ganar en tribunales, plazas públicas, recintos políticos y en las urnas.
De hecho, varias de esas peleas discursivas, y ante los entes de control y tribunales, Petro las ha capitalizado políticamente en los últimos 12 años, sobre todo la destitución de la que fue objeto en 2013; los procesos fiscales que lo tuvieron embargado por la crisis de las basuras en 2012 y haber bajado el precio del pasaje de Transmilenio, y la publicación en medio de una plenaria del Senado del video en el que se le ve recibiendo una bolsa de billetes de Juan Carlos Montes, que lo puso en la picota pública y a dar explicaciones.
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Años después de ocurridos estos sucesos, Petro salió victorioso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de los procesos fiscales que lo tuvieron con su sueldo embargado.
Así ha crecido Petro electoralmente en Bogotá
Desde 1997, el candidato que hoy pica en punta en las presidenciales, se ha postulado a distintos cargos de elección popular, en los que ha tenido derrotas y victorias, así como un apoyo ciudadano que ha crecido con los años, como quedó demostrado este domingo.
Hace 25 años fue la primera aventura electoral de Gustavo Petro. En ese entonces, con 37 años y bajo las toldas de la Alianza Democrática M-19, se presentó a la Alcaldía de Bogotá, pero no marcó ni el 1 % de los votos (7.084). Ese año eligieron a Enrique Peñalosa. Cinco años después, en 2002, volvió al ruedo con el Movimiento Vía Alterna aspirando a la Cámara de Representantes por Bogotá (puesto en el que estuvo entre 1998-2002, como segundo renglón de Antonio Navarro Wolff). En esa ocasión logró 78.895 votos y obtuvo una curul en el Congreso. En 2006 repitió curul con el Polo Democrático, pero dio el salto al Senado con la tercera votación más alta en el país (143.443), por detrás del condenado parapolítico Juan Manuel López Cabrales y de Germán Vargas Lleras.
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Fue en el Congreso en donde se hizo visible por develar los vínculos de decenas de sus colegas con paramilitares y narcotraficantes, y por su fuerte oposición al gobierno de Álvaro Uribe. En 2010, con 50 años, incursionó por primera vez en una carrera presidencial. Esa vez quedó en cuarto lugar y sacó 1’331.267 votos, de los cuales 241.381 provinieron de Bogotá. Un año después, Petro -esta vez con partido propio, Progresistas- salió electo alcalde de Bogotá, con 732.308 apoyos.
Desde entonces volvió al ruedo político en 2018, con más viento en la camiseta y su primera experiencia como administrador. En aquella elección fue protagonista: pasó a segunda vuelta contra Iván Duque y sacó la votación más alta de la izquierda en Bogotá, hasta entonces. Sus resultados en la capital en la consulta interpartidista de marzo y en las dos rondas presidenciales de mayo y junio fueron de 678.803, 1’099.955 y 1’889.050 votos, respectivamente. Este 2022, en la consulta de marzo, obtuvo 887.567 sufragios en Bogotá y en la primera vuelta de ayer, 1’769.671.
El desplome de Fajardo
Contra todo pronóstico, el ingeniero Rodolfo Hernández, candidato por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, sacó la segunda votación más alta en la capital, con 833.016 apoyos (22,15 %), 936.655 por debajo de Gustavo Petro. Por su parte, Fajardo, que en 2018 ganó en primera vuelta en la ciudad con 1’244.477, este año sacó menos de 300 mil votos, situación que se repitió y se vio reflejada a nivel nacional.
Lo cierto es que Bogotá volvió a reflejar que es un pequeño espejo de la realidad nacional, electoralmente hablando, y que esta circunstancia podría repetirse en tres semanas en la segunda vuelta. Y si bien, por primera vez en la historia, la izquierda se ve cerca de la Casa de Nariño, el pronóstico es reservado. Rodolfo Hernández, con el apoyo de Federico Gutiérrez, se perfila como un duro contendor. Será un reñido cabeza a cabeza que tendrá a todos con los pelos de punta.
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