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Según lo descrito por la alcaldesa Claudia López, la capital pasa por el cuarto pico de la pandemia, el cual ha sido agravado por las aglomeraciones enmarcadas en las manifestaciones del paro nacional. Recientemente, la Secretaría Distrital de Salud dio a conocer que la ciudad superó el 98 % de ocupación en camas UCI para pacientes Covid.
Lo anterior significa que de las 2.262 camas destinadas para personas que padecen los síntomas graves de esta enfermedad, 2.218 ya están ocupadas. Al revisar la ocupación general (las destinadas a otras afecciones y accidentes de tránsito) el sistema reporta una del 96,5 %, o lo que es lo mismo, 2.639 camas de 2.736.
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Y es que la situación en la ciudad se ha complejizado en los últimos días, pues actualmente registra 1.041 casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes. Esto es más de 80.600 casos activos en toda Bogotá, cifra que es mayor a los poco más de 77.000 que se registraron el 3 de junio.
Del mismo modo, la tasa de mortalidad pasó a ser, en el caso de los hombres, de 335,2 por cada 100.000 habitantes, y de 179,1 por cada 100.000 habitantes, para el caso de las mujeres.
Hay que decir que, según estimaciones del equipo epidemiológico del Distrito, se espera que para el 8 de junio estas cifras se estabilicen, de allí que la alcaldesa Claudia López haya anunciado que para esa fecha está programada la reactivación total de la economía bogotana. Decisión que ha sido cuestionada ante la alta ocupación de camas UCI, pero defendida por el la administración distrital, con el argumento de que no tiene sentido seguir cerrados mientras que haya miles de personas aglomeradas en las calles.
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Una esperanza para los bogotanos es el avance en la vacunación que se ha registrado en las últimas semanas, con la aplicación de 2,2 millones de dosis. Así las cosas, la capital consolida un 29,2 % de primeras dosis y 11,7 % en segundas dosis aplicadas en su población.
¿Qué pasa si se llega al 100 %?
Si el sistema hospitalario de la capital colapsa, podría llegarse al punto de que se implemente el denominado triaje ético, que no es más que la decisión del personal de la salud para, con base en ciertos criterios, decidir a quién se le da una cama y a quién se le niega.
Pero el que la capital llegue a ese punto no necesariamente se traduce en que se implemente el triaje ético, pues lo más probable es que los pacientes sean destinados a otros centros de atención ubicados en el departamento de Cundinamarca. Aunque hay que decir que dicho territorio también cuenta con un estrecho margen de acción, pues su ocupación de camas UCI se encuentra en el 92 %.
Es por esto que la aparente recuperación de la “vieja normalidad” no debe despistar a la ciudadanía para bajar guardia. No, el virus sigue latente y se requiere de un estricto cumplimiento en las normas de autocuidado, como lo es el lavado de manos, uso adecuado de mascarilla, distanciamiento social y confinamiento en casa (con el sistema DAR, el cual es coordinado con las EPS) en caso de presentar síntomas.
