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Bogotá tiene una nueva exposición sobre la memoria y la resistencia

¿Qué hacer para que la memoria, además de vincularnos con el dolor de las personas sobrevivientes, nos permita reconocer las luchas que han librado y las causas que han defendido?

María Flórez
25 de marzo de 2022 - 09:16 p. m.
Exposición Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
Exposición Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
Foto: Cortesía Germán Moreno / CMPR
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¿De qué manera la memoria nos permite reconocer los proyectos sociales y políticos que han abanderado quienes defienden la paz? ¿Qué dispositivos de memoria nos comprometen con la construcción de otros futuros posibles? ¿Qué es lo memorable?

Estas son algunas de las preguntas que han orientado la curaduría de la nueva exposición central del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) de Bogotá, que abre sus puertas al público este jueves 24 de marzo. Titulada “Resisto, luego existo”, fue producida gracias a los aportes de familiares de víctimas y organizaciones barriales, sindicales, de artistas, víctimas y mujeres.

Como otros procesos pedagógicos y curatoriales realizados por el CMPR, la exposición está basada en la Cartografía Bogotá Ciudad Memoria, un mapa de la ciudad que reconoce los lugares de ocurrencia de hechos victimizantes, acciones por la memoria y movilizaciones por la paz. “Resisto, luego existo” destaca los dos últimos procesos, con la pretensión de que, además de reconocer las violencias sufridas por distintos sectores sociales, la memoria nos permita reflexionar acerca de ideas y procesos de organización, resistencia y acción colectiva.

Jose Antequera, director del CMPR, explica al respecto: “En el país se ha naturalizado que el hacer memoria significa, sobre todo, rememorar y conmemorar públicamente acontecimientos de grave violación a los derechos humanos, en la medida en que eso se constituye en una base para la transición política de la guerra a la paz. Desde el CMPR, y desde muchos sectores que trabajan el tema, hay un consenso cada vez más claro acerca de que también tiene que hacerse memoria sobre los procesos sociales de organización, de logros democráticos, que son esenciales porque son fundamento del régimen democrático y porque también aluden a la capacidad de resistir”.

Partiendo de archivos audiovisuales, sonoros, fotográficos y de prensa; objetos; piezas gráficas y dispositivos tecnológicos, la exposición sugiere preguntas acerca de lo que elegimos recordar públicamente y de lo que el pasado tiene para decirnos acerca de problemas contemporáneos. Así, las distintas secciones que la componen recogen elementos de las luchas por la igualdad de género, la libertad de prensa, la reparación de las víctimas, la democratización, la protección del medio ambiente y los derechos de las personas migrantes.

“Resisto, luego existo” también acoge la apuesta de larga data del CMPR por reflexionar acerca de la relación entre memoria y espacio público, resaltando los lugares de memoria que existen en Bogotá como resultado de distintos esfuerzos sociales e institucionales. Allí aparecen representados desde el busto que el Concejo y la Alcaldía de Bogotá emplazaron en el barrio Chicó Alto en memoria de la periodista Diana Turbay, hasta el lugar de memoria del joven estudiante Dylan Cruz, que ha sido sostenido por artistas y familiares en el centro de la ciudad, donde fue asesinado. Esta sección de la exposición, titulada “Resisto por amor a”, busca destacar la determinación de quienes han insistido en preservar estos espacios.

La exposición, además, reconoce las luchas y los procesos organizativos que existen en los territorios rurales de Bogotá, donde la memoria se articula con la defensa de humedales, cerros, ríos y páramos. Allí están vinculadas reflexiones producidas por líderes y organizaciones sociales de San Cristóbal, Sumapaz, Suba y la cuenca del río Tunjuelo.

Los contenidos, que cambiarán cada cierto tiempo con la aspiración de abarcar todos los casos incorporados en la Cartografía, buscan generar conversaciones frente a los desafíos sociales del presente. En palabras de Antequera: “Los lugares de la exposición están pensados, sobre todo, para dialogar. Este no es ni el cierre de un relato sobre lo que ha pasado en la historia reciente del país, ni tampoco algo que haya que disputar para se hable o no de la memoria en los términos en los que es conveniente para un gobierno. Es para dialogar y construir colectivamente en torno al futuro”.

De hecho, la sección “Causa común” está compuesta por un semicírculo que invita a las personas asistentes a conversar, teniendo como punto de partida procesos de reconciliación y construcción de paz impulsados por actores sociales diversos en torno al deporte, la cultura, la economía solidaria o la educación para la paz, entre otros temas.

Este esfuerzo del CMPR se suma a otros realizados por instituciones, académicos y organizaciones sociales, de víctimas y de defensores de derechos humanos para incorporar a los trabajos de la memoria los procesos de resistencia de personas y sectores victimizados en el marco del conflicto armado y la violencia política. El Centro Nacional de Memoria Histórica, durante la dirección de Gonzalo Sánchez (2012-2018), materializó importantes apuestas en relación con la memoria de las resistencias del campesinado, los pueblos étnicos y las organizaciones de víctimas.

“Resisto, luego existo” está abierto al público de martes a viernes de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Está incorporada, además, a la oferta de visitas guiadas del CMPR. Su versión itinerante circulará en distintas localidades de Bogotá.

Por María Flórez

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