Bogotano dice que le dispararon en estación de TM por colarse ¿Quién responde?
Milton Javier Manduano Moreno, de 37 años, recibió un tiro debajo del corazón, en la estación Avenida El Dorado, el pasado 8 de julio. Mientras el hombre lucha por su vida, los testigos afirman que fue un vigilante del sistema el que accionó el arma. Transmilenio y las autoridades niegan esta versión. Entonces ¿quién disparó?
Una bala incrustada en su espalda tiene luchando por su vida a Milton Javier Manduano, de 37 años, desde el pasado 8 julio. Alguien le disparó en la estación Avenida el Dorado de Transmilenio. Mientras la versión de un testigo señala a un vigilante, con quien Manduano tuvo una discusión luego de intentar colarse, el fiscal del caso no encontró pruebas de que su arma hubiese sido accionada. Se mantiene la duda y al parecer, nadie quiere responder por lo que ocurrió esa tarde.
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Según dijo a este diario la persona que presenció lo sucedido, esa tarde Milton Manduano volvía de su trabajo en construcción y se dirigía a la localidad de Bosa. Para ello iba a tomar un Transmilenio, en la estación Avenida Calle 26.
“Había un señor arreglando el torniquete y Milton se coló. Luego llegó el vigilante y lo sacó, pero Milton se volvió a meter y, estando en la puerta de atrás, se da una discusión con el vigilante, que dura cerca de un minuto. El vigilante sacó el arma y le disparó. Milton cayó y me dijo que no lo dejara morir”, señaló el acompañante del herido.
De acuerdo con su versión, el agresor “se tiró por la puerta y salió corriendo”. Luego, llegó una patrulla de Policía y se llevó a Milton a la Clínica Palermo, donde todavía se encuentra a la espera de que le retiren la bala de su cuerpo. “Le dije a un Policía que el vigilante que le disparó corrió y el uniformado me dijo que ya lo tenían capturado”, añadió el testigo.
Posteriormente, en el hospital, un patrullero se le acercó al acompañante de Milton y le dijo que él ya terminaba turno, por lo que “ese chicharrón” le quedaba a los que llegaran después. “No me hicieron firmar el testimonio, nada”, añade el testigo.
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Por su parte, familiares del herido están desconcertados. Dicen que, como van las cosas, parece que la investigación está cerrada, pues según escucharon las pruebas iniciales que recopiló la Fiscalía, exoneran al vigilante.
“Al parecer nadie quiere respondernos. A Milton no le han podido sacar la bala, que está en un lugar delicado de la espalda y tiene un pulmón perforado. No hemos visto los videos de las cámaras de seguridad ni sabemos a quién denunciar. Tampoco estamos de acuerdo con que esa haya sido la reacción de la persona que le disparó”, señala Pedro Ballesteros, cuñado de Milton Manduano.
¿Qué dice Transmilenio?
Frente a estos hechos las autoridades indican que sí se capturó al vigilante señalado. Sin embargo, las pruebas de la Fiscalía indican que el arma que presentó el vigilante nunca fue accionada y tenía las balas completas.
Transmilenio, por su parte, dice lo siguiente: “En primera instancia, el guarda de seguridad presuntamente involucrado en el hecho fue trasladado ese mismo día a la URI de Puente Aranda a cumplir con los respectivos procesos judiciales y fue dejado en libertad por el fiscal del caso, luego de analizar que su arma de dotación no fue accionada.”
Añaden que “los hechos son materia de investigación por las autoridades competentes y que el ente gestor está a disposición de colaborar con el proceso, aportando los videos de las cámaras de seguridad y otros requerimientos que sean necesarios”.
Lo cierto en esta historia es que hay un hombre que batalla por su vida, luego de recibir un disparo en una estación de Transmilenio, y que luego de los hechos que denuncia su acompañante, el vigilante huyó del sitio, lo que se pudo prestar para cambiar el arma. Llegar a la verdad es el reto que tienen las autoridades y parte de ella está en los videos de las cámaras de seguridad de la estación, los cuales, se espera sigan a buen recaudo de Transmilenio. El no conservarlos, podría llevar a que este caso quedara en la impunidad.
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Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
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Según dijo a este diario la persona que presenció lo sucedido, esa tarde Milton Manduano volvía de su trabajo en construcción y se dirigía a la localidad de Bosa. Para ello iba a tomar un Transmilenio, en la estación Avenida Calle 26.
“Había un señor arreglando el torniquete y Milton se coló. Luego llegó el vigilante y lo sacó, pero Milton se volvió a meter y, estando en la puerta de atrás, se da una discusión con el vigilante, que dura cerca de un minuto. El vigilante sacó el arma y le disparó. Milton cayó y me dijo que no lo dejara morir”, señaló el acompañante del herido.
De acuerdo con su versión, el agresor “se tiró por la puerta y salió corriendo”. Luego, llegó una patrulla de Policía y se llevó a Milton a la Clínica Palermo, donde todavía se encuentra a la espera de que le retiren la bala de su cuerpo. “Le dije a un Policía que el vigilante que le disparó corrió y el uniformado me dijo que ya lo tenían capturado”, añadió el testigo.
Posteriormente, en el hospital, un patrullero se le acercó al acompañante de Milton y le dijo que él ya terminaba turno, por lo que “ese chicharrón” le quedaba a los que llegaran después. “No me hicieron firmar el testimonio, nada”, añade el testigo.
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“Al parecer nadie quiere respondernos. A Milton no le han podido sacar la bala, que está en un lugar delicado de la espalda y tiene un pulmón perforado. No hemos visto los videos de las cámaras de seguridad ni sabemos a quién denunciar. Tampoco estamos de acuerdo con que esa haya sido la reacción de la persona que le disparó”, señala Pedro Ballesteros, cuñado de Milton Manduano.
¿Qué dice Transmilenio?
Frente a estos hechos las autoridades indican que sí se capturó al vigilante señalado. Sin embargo, las pruebas de la Fiscalía indican que el arma que presentó el vigilante nunca fue accionada y tenía las balas completas.
Transmilenio, por su parte, dice lo siguiente: “En primera instancia, el guarda de seguridad presuntamente involucrado en el hecho fue trasladado ese mismo día a la URI de Puente Aranda a cumplir con los respectivos procesos judiciales y fue dejado en libertad por el fiscal del caso, luego de analizar que su arma de dotación no fue accionada.”
Añaden que “los hechos son materia de investigación por las autoridades competentes y que el ente gestor está a disposición de colaborar con el proceso, aportando los videos de las cámaras de seguridad y otros requerimientos que sean necesarios”.
Lo cierto en esta historia es que hay un hombre que batalla por su vida, luego de recibir un disparo en una estación de Transmilenio, y que luego de los hechos que denuncia su acompañante, el vigilante huyó del sitio, lo que se pudo prestar para cambiar el arma. Llegar a la verdad es el reto que tienen las autoridades y parte de ella está en los videos de las cámaras de seguridad de la estación, los cuales, se espera sigan a buen recaudo de Transmilenio. El no conservarlos, podría llevar a que este caso quedara en la impunidad.
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