Bonos verdes, ¿qué son y cómo aportan a la mitigación del cambio climático?
El Distrito presentó el marco de referencia del programa ‘Bonos verdes sociales y sostenibles’, que empezará su derrotero el otro año con una inyección de US $400 millones para financiar proyectos que se traduzcan en beneficios ambientales y sociales para la ciudad. Revisamos el anuncio y su incidencia en relación con la actual coyuntura medioambiental de la región.
Con el campanazo que se dio en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), en la mañana de este martes 15 de octubre, el alcalde Carlos Fernando Galán; las secretarias de Ambiente, Adriana Soto, y de Hacienda, Ana María Cadena; el director de Crédito Público del Distrito, Jhon Sarmiento, y el gerente de la BVC, Andrés Restrepo, lanzaron oficialmente el programa de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles, con los que buscan financiar proyectos que se traduzcan en beneficios ambientales para la ciudad.
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Con el campanazo que se dio en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), en la mañana de este martes 15 de octubre, el alcalde Carlos Fernando Galán; las secretarias de Ambiente, Adriana Soto, y de Hacienda, Ana María Cadena; el director de Crédito Público del Distrito, Jhon Sarmiento, y el gerente de la BVC, Andrés Restrepo, lanzaron oficialmente el programa de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles, con los que buscan financiar proyectos que se traduzcan en beneficios ambientales para la ciudad.
El anuncio se da luego del fracaso de crear nuevos impuestos para financiar las metas del Plan de Desarrollo del Distrito, hecho que generó que la administración Galán apuntara a nuevas estrategias. Por un lado, el cupo de endeudamiento, y ahora, la emisión de bonos. Pero, ¿en qué consiste? ¿Qué los hace novedosos? ¿Cómo reaccionará el mercado?
Piense en los bonos como una gran recolecta organizada por la administración, para reunir el dinero suficiente para proyectos específicos, con la promesa de devolverles los recursos a los inversionistas con cierta rentabilidad. En esta oportunidad, según el marco de referencia del programa, la estrategia busca, por el frente ambiental, robustecer los proyectos enfocados en mitigar problemáticas frente al cambio climático como la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI).
Para ello, anunció que los bonos se adjudicarán en relación con seis categorías verdes y cinco categorías sociales, que fueron seleccionadas según los principios de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales ICMA. Entre las categorías verdes, por ejemplo, está la que busca alcanzar un modelo de transporte limpio, acorde con los desafíos que exige la coyuntura global frente a las emisiones de GEI, y las que buscan el manejo sostenible, tanto de la oferta de agua potable como de aguas residuales, entre otros. Por el lado de los proyectos sociales, le apuntan a proyectos enfocados en la generación de empleo, la equidad y la independencia económica de las mujeres y la reducción del riesgo de desastres.
El marco de referencia se cuenta con la opinión de la firma Standard & Poor’s, la cual asegura que la estrategia se encuentre alineada con los estándares internacionales. Por otro lado, el desarrollo del programa cuenta con la asistencia técnica del Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI), en el marco de la Iniciativa Global de Bonos Verdes, alineada con la Agenda de Inversión de Global Gateway de la Comisión Europea. Finalmente, la Bolsa de Valores de Colombia, por su parte, participa en su rol de operador líder de la infraestructura del mercado de capitales del país, dentro del Programa de Aceleración de Bonos.
El dinero
Aunque no se tienen detalles sobre el valor o la rentabilidad, lo que sí se tiene claro es que la administración espera que la primera emisión de bonos se haga en el segundo semestre de 2025, según confirmó la secretaria de Hacienda, Ana María Cadena. “Estamos pensando que sea una emisión cercana a los US$400 millones”. Este dinero, según le confirmó la entidad a El Espectador, no hace parte ni depende del nuevo cupo de endeudamiento que se está tramitando en el Concejo, sino que responde al cupo para hacer operaciones de crédito público y autorizaciones del CONFIS Distrital, para el próximo año. “Estamos pensando en hacer emisiones de mediano plazo, alrededor de 15 años podría ser”, añadió Cadena.
Por su parte, el alcalde Galán indicó que “este marco de referencia cumple con los estándares internacionales y nacionales y será un referente a nivel nacional y regional. La apuesta es identificar aquellos sectores que requieran una inversión en los que tengamos la posibilidad de lograr resultados rápidos e impacten los objetivos de desarrollo sostenible”. Vale recordar que los objetivos a los que se refiere el mandatario apuntan a un modelo de ciudad sostenible, hambre cero, producción y consumo responsable, acción por el clima y protección de ecosistemas.
Los proyectos a financiar y el control sobre ellos
La revitalización de más de 28 estructuras de colegios; el proceso de renovación de flotas de transporte de carga (que son los vehículos que más GEI generan); proyectos clave como la segunda línea del metro; la restauración de 1.300 hectáreas de vegetación de la reserva de los Cerros Orientales, que buscan mitigar posibles contingencias por incendios, y aumentar las recargas hídricas de la zona, además de la protección de las cuencas hídricas que abastecen a Bogotá son algunos de los proyectos que podrían beneficiarse de esta estrategia.
En cuanto a los inversionistas, la tendencia global señala que actualmente el interés y la demanda por este tipo de bono está creciendo. “Cada vez los inversionistas son más conscientes de querer participar en inversiones que permitan avanzar en los objetivos de sostenibilidad. Así, la ciudad adquiere un compromiso que va más allá de los estipulados en el Plan de Desarrollo y entra en un escenario de compromisos cuantificables y medibles con esos inversionistas”, señaló la secretaria de Hacienda.
Si bien es temprano para hacer mediciones o señalar vacíos en la estrategia, es importante que el control de la asignación de recursos y su consiguiente ejecución se centre en que en realidad se mitiguen aspectos socioambientales y la estrategia no se convierta en “un mecanismo para mejorar las relaciones públicas”, como señala el artículo “Bonos verdes y su importancia socioambiental en el mercado de Colombia”, de la Universidad Externado de Colombia,
Señala el citado artículo que con estas estrategias se corre el riesgo de caer en el llamado Greenwashing, es decir, “que las empresas hacen que los productos o actividades parezcan ser ecológicas o protejan al medio ambiente, cuando en realidad no lo son”. En ese sentido, un adecuado sistema de validación y verificación, que sea independiente y que cuente con los estándares internacionales, resulta clave para verificar la real incidencia de los bonos verdes.
Por ahora, el Distrito define los detalles que le darán cuerpo a la estrategia, la cual, se avizora, arrancará en un periodo máximo de 10 meses. Se espera, a corto plazo, resultados medibles como descensos en los índices de emisiones GEI y, en consecuencia, una mejor calidad del aire. Además, de la protección de la biodiversidad en ecosistemas urbanos y rurales, tema fundamental que, en últimas, determina nuestra capacidad de preparación y resiliencia frente a los fenómenos relacionados con el cambio climático que, entre otras cosas, se prevén cada vez más fuertes y duraderos.
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