“Buscábamos la salida, sin entender qué pasaba”: lo que vino después del atentado en Andino
Trabajadores y visitantes del centro comercial en Bogotá narran los momentos de angustia tras la explosión de este sábado. En la Clínica del Country, el panorama también era de dolor. Nathalie Nadine, antes de ingresar, se enteró por boca del alcalde Peñalosa que su hija Julie era la primera fallecida en el hecho.
Laura Dulce Romero / @Lauradulcero
Cuando ocurrió la explosión, no todos escucharon el estruendo. Juan Carlos Navarro, operario de la línea de Cine Colombia, se paró de su puesto al ver la evacuación de la sala 3. La gente, desconcertada, caminaba rápido, preguntándose qué había sucedido. Olía a quemado. Cuando Navarro salió hacia uno de los corredores del tercer piso del centro comercial Andino, se dio cuenta que del baño del segundo piso salía humo. Dos horas después supo que se trató de un artefacto explosivo que dejó al menos ocho personas heridas y tres muertas. (Lea aquí: Santos dice que no hay indicios de que ocurra otro atentado en Bogotá este domingo)
Gloria Garzón tampoco escuchó porque se encontraba en el último piso. Trabaja en un restaurante, en la plazoleta de comida. “Nosotros solo corríamos detrás de todo el mundo. En un momento las escaleras estaban llenas de personas. Todos estaban angustiados y buscaban la salida, pero no entendíamos qué pasaba. El centro comercial siempre está lleno, pero como era el día antes del Día del Padre, había más gente”. (En fotos: Lo que se sabe y lo que no del atentado en centro comercial de Bogotá)
Otros trabajadores se enteraron porque los celadores del centro comercial fueron local por local, pidiéndoles a los empleados cerrar los lugares y evacuar de inmediato. Y otros, más alejados del lugar donde ocurrió el hecho, se enteraron porque los clientes los llamaron porque no podían entrar a recoger productos que ya eran suyos.
Estas historias las narraron la noche de este sábado los testigos mientras esperaban a que se abriera de nuevo el centro comercial. Durante cuatro horas, al menos 100 personas estuvieron en los alrededores de Andino. Algunos debían esperar porque tenían adentro sus pertenencias. Otros debían apagar los dispositivos de sus locales y saber si debían trabajar el domingo. Y un puñado no quería irse hasta no saber en detalle qué ocurrió a las 5:00 de la tarde, tal vez una de las hora pico Andino.
En la espera, los empleados del centro comercial manifestaba su repudio. “Es un canalla quien metió ese explosivo. Es un baño de mujeres. Usualmente, ellas entran con sus hijos. Pudieron matar un niño”, dijo Navarro. “Peor aún: el Día del Padre, cuando vienen más personas”, indicó Garzón.
Hacia las 5p.m. del sábado 17 de junio explotó un artefacto en el segundo piso del centro comercial Andino, en Bogotá. / Foto: Juan Zarama Perini
Un testigo, en medio de la incertidumbre, expresó que vio salir a un hombre del baño de mujeres y que su actitud era sospechosa.
Poco a poco las autoridades fueron desenredando la pita de la confusión. El alcalde Enrique Peñalosa llegó a los 20 minutos. Lo acompañaron el general Jorge Nieto, director de la Policía; Daniel Mejía, secretario de Seguridad, y Miguel Uribe, secretario de Gobierno. Como en las calles sólo rondaban las especulaciones, las primeras declaraciones oficiales fueron a las 7:30 p.m. (Lea aquí: Explosión en CC. Andino: segundo atentado del año en Bogotá con víctimas fatales)
Peñalosa, en ese primer reporte, aseguró que se trataba de “un ataque terrorista”. Alguien instaló un explosivo en uno de los inodoros del baño de mujeres en el segundo piso. Como consecuencia del hecho, murió una ciudadana francesa llamada Julie Huynh, de 23 años, quien prestaba labores sociales en un colegio de la capital del país, y 11 heridos, tres de ellos en situación crítica.
/ Foto: Juan Zarama Perini
El alcalde, con voz opaca, sugirió ser prudentes con otorgar responsabilidades y descartó amenaza en otros centros comerciales. Recordó que se creó un grupo especialista en este caso y lamentó los hechos.
En medio de las declaraciones un periodista preguntó si era cierto que otras dos personas fallecieron. En ese momento Peñalosa dijo no tener otro reporte. La masa de periodistas se disolvió y el alcalde se dirigió hasta la Clínica del Country, donde llegaron la mayoría de los heridos (siete). Tan solo 15 minutos después, la Clínica reportó que Ana María Gutiérrez, de 41 años, y Lady Paola Jaime, de 31 años, se sumaban a la lista de fallecidos en el atentado.
En la Clínica del Country
La última herida que llegó a la Clínica del Country fue la mamá de la ciudadana francesa. Nathalie Nadine Veronique Levrand, de 48 años, pelo rubio y ojos claros, tapaba su dolor mientras la bajaban de la ambulancia. Antes de ingresar por heridas leves, recibió la noticia de la muerte de su hija en el centro comercial. La Alcaldía buscaba un traductor porque la mujer no sabía español. El alcalde, quien habla su idioma (francés) y llegó al lugar a los 20 minutos, le explicó lo sucedido. (Lea aquí: Estos son los nombres de las personas heridas en atentado en Andino)
Los familiares llegaron rápidamente. Dos mujeres y un hombre corrían de una sede a otra en busca de Ana María Gutiérrez, una de las jóvenes fallecidas. Decían que eran los tíos, que necesitaban verla y confirmar las versiones de los medios de comunicación. Una mujer los atendió y los llevó hasta el tercer piso. A la clínica sólo podían ingresar los familiares de los pacientes. A medida que llegaban, la designada, con radio en mano, los llevaba a la sala de espera.
También arribaron los familiares de Lady Paola Jaime, quienes aún no sabían de su muerte. Cuando le preguntaron al celador si sabía algo, el hombre miró el papel y, sin pensarlo, les dijo: “A ella ya la van a bajar”. La mujer que pedía ayuda le contra preguntó: “¿Bajar a dónde?”. El guarda de seguridad se puso nervioso y llamó rápido a otra compañera, quien, sin nombrar palabra, los llevó también al tercer piso. A Lady Paola la trasladarían pronto a Medicina Legal.
A parte de los familiares, también entraron policías y dos representantes de la Embajada de Francia. El alcalde Peñalosa volvió a dar declaraciones en este punto, confirmando el reporte del centro médico: “Tenemos tres mujeres muertas y una gravemente herida, Pilar Moreno, aunque no hay riesgo de muerte. Lamentamos profundamente lo sucedido. Llamamos a la Embajada de Francia para atender a las víctimas”.
/ Foto: Juan Zarama Perini
La llegada del presidente
Aunque estaban cerrados, la mayoría de los locales tenían las luces y los televisores prendidos. Los medios de comunicación fueron los primeros en entrar al centro comercial, después de que el presidente Juan Manuel Santos, quien estaba en Cartagena cuando ocurrió la explosión, anunciara una rueda de prensa en la que daría detalles de la explosión.
El punto de encuentro fue en el tercer piso. Desde ahí se veía la entrada del baño donde ocurrió la explosión, siempre vigilada por un policía. El sanitario se encontraba entre un local de maletas y otro de ropa. Mientras Santos llegaba a Andino, los investigadores continuaban con su labor. Subían al baño del tercer piso, miraban la infraestructura y entraban de nuevo al sitio afectado.
Pasadas las 10:00 p.m., Santos llegó junto con el general Óscar Naranjo, vicepresidente de la República, y Guillermo Rivera, Ministro del Interior. Desde el comienzo el mensaje fue claro: “Los que quieren aguar la fiesta de la paz no lo lograrán”. Por eso, la primera orden que dio fue reabrir el centro comercial inmediatamente y les pidió a los colombianos no dejarse amedrentar por el terrorismo y celebrar el Día del Padre con normalidad.
El primer mandatario calificó el hecho como “ un acto vil, cruel, cobarde” y agregó que no van a descansar hasta capturar a los responsables. “Que tengan la plena seguridad los colombianos que a los responsables los vamos a capturar y llevar ante la justicia”. Aunque aclaró que aún no hay indicios de quién pudo ser responsable, dijo convencido que pronto encontrarán a los implicados, pues los investigadores ya tienen experiencia en estos casos.
De hecho, este domingo, a las 10:00 a.m, habrá un consejo de seguridad en el que se establecerán los montos de recompensa para quien brinde información, se diseñarán los protocolos de seguridad de las autoridades y se darán más detalles de la investigación.
Frente a los rumores sobre la responsabilidad del ELN respondió: "No quiero hacer ninguna especulación. No sería prudente insinuar o descartar cualquier hipótesis. Cuando podamos tener resultados de la línea investigación lo daremos a conocer. Antes, sería irresponsable hacer cualquier tipo de afirmación". Minutos antes, esa guerrilla aseguró en un comunicado que repudiaba el atentado y que no tenía vinculación con éste. "El ELN jamás haría acciones cuyo objetivo sea afectar a la población civil".
Hasta ahora se conoce que el explosivo que usaron fue amonal, compuesto por nitrato amónico, TNT y polvo de aluminio. La investigación, que está a cargo de un fiscal antiterrorista, no se detendrá, dijo Santos, hasta que se capture al responsable.
A las 11:00 p.m., cuando finalizó la rueda de prensa, ya no había nadie en las inmediaciones del centro comercial Andino. Incluso, en los bares vecinos, siempre atiborrados de bogotanos y turistas, preponderaban las mesas vacías y la música a todo volumen. A pesar del llamado del presidente, los habitantes de la capital prefirieron resguardarse en sus hogares.
/ Foto: Presidencia de la República
Cuando ocurrió la explosión, no todos escucharon el estruendo. Juan Carlos Navarro, operario de la línea de Cine Colombia, se paró de su puesto al ver la evacuación de la sala 3. La gente, desconcertada, caminaba rápido, preguntándose qué había sucedido. Olía a quemado. Cuando Navarro salió hacia uno de los corredores del tercer piso del centro comercial Andino, se dio cuenta que del baño del segundo piso salía humo. Dos horas después supo que se trató de un artefacto explosivo que dejó al menos ocho personas heridas y tres muertas. (Lea aquí: Santos dice que no hay indicios de que ocurra otro atentado en Bogotá este domingo)
Gloria Garzón tampoco escuchó porque se encontraba en el último piso. Trabaja en un restaurante, en la plazoleta de comida. “Nosotros solo corríamos detrás de todo el mundo. En un momento las escaleras estaban llenas de personas. Todos estaban angustiados y buscaban la salida, pero no entendíamos qué pasaba. El centro comercial siempre está lleno, pero como era el día antes del Día del Padre, había más gente”. (En fotos: Lo que se sabe y lo que no del atentado en centro comercial de Bogotá)
Otros trabajadores se enteraron porque los celadores del centro comercial fueron local por local, pidiéndoles a los empleados cerrar los lugares y evacuar de inmediato. Y otros, más alejados del lugar donde ocurrió el hecho, se enteraron porque los clientes los llamaron porque no podían entrar a recoger productos que ya eran suyos.
Estas historias las narraron la noche de este sábado los testigos mientras esperaban a que se abriera de nuevo el centro comercial. Durante cuatro horas, al menos 100 personas estuvieron en los alrededores de Andino. Algunos debían esperar porque tenían adentro sus pertenencias. Otros debían apagar los dispositivos de sus locales y saber si debían trabajar el domingo. Y un puñado no quería irse hasta no saber en detalle qué ocurrió a las 5:00 de la tarde, tal vez una de las hora pico Andino.
En la espera, los empleados del centro comercial manifestaba su repudio. “Es un canalla quien metió ese explosivo. Es un baño de mujeres. Usualmente, ellas entran con sus hijos. Pudieron matar un niño”, dijo Navarro. “Peor aún: el Día del Padre, cuando vienen más personas”, indicó Garzón.
Hacia las 5p.m. del sábado 17 de junio explotó un artefacto en el segundo piso del centro comercial Andino, en Bogotá. / Foto: Juan Zarama Perini
Un testigo, en medio de la incertidumbre, expresó que vio salir a un hombre del baño de mujeres y que su actitud era sospechosa.
Poco a poco las autoridades fueron desenredando la pita de la confusión. El alcalde Enrique Peñalosa llegó a los 20 minutos. Lo acompañaron el general Jorge Nieto, director de la Policía; Daniel Mejía, secretario de Seguridad, y Miguel Uribe, secretario de Gobierno. Como en las calles sólo rondaban las especulaciones, las primeras declaraciones oficiales fueron a las 7:30 p.m. (Lea aquí: Explosión en CC. Andino: segundo atentado del año en Bogotá con víctimas fatales)
Peñalosa, en ese primer reporte, aseguró que se trataba de “un ataque terrorista”. Alguien instaló un explosivo en uno de los inodoros del baño de mujeres en el segundo piso. Como consecuencia del hecho, murió una ciudadana francesa llamada Julie Huynh, de 23 años, quien prestaba labores sociales en un colegio de la capital del país, y 11 heridos, tres de ellos en situación crítica.
/ Foto: Juan Zarama Perini
El alcalde, con voz opaca, sugirió ser prudentes con otorgar responsabilidades y descartó amenaza en otros centros comerciales. Recordó que se creó un grupo especialista en este caso y lamentó los hechos.
En medio de las declaraciones un periodista preguntó si era cierto que otras dos personas fallecieron. En ese momento Peñalosa dijo no tener otro reporte. La masa de periodistas se disolvió y el alcalde se dirigió hasta la Clínica del Country, donde llegaron la mayoría de los heridos (siete). Tan solo 15 minutos después, la Clínica reportó que Ana María Gutiérrez, de 41 años, y Lady Paola Jaime, de 31 años, se sumaban a la lista de fallecidos en el atentado.
En la Clínica del Country
La última herida que llegó a la Clínica del Country fue la mamá de la ciudadana francesa. Nathalie Nadine Veronique Levrand, de 48 años, pelo rubio y ojos claros, tapaba su dolor mientras la bajaban de la ambulancia. Antes de ingresar por heridas leves, recibió la noticia de la muerte de su hija en el centro comercial. La Alcaldía buscaba un traductor porque la mujer no sabía español. El alcalde, quien habla su idioma (francés) y llegó al lugar a los 20 minutos, le explicó lo sucedido. (Lea aquí: Estos son los nombres de las personas heridas en atentado en Andino)
Los familiares llegaron rápidamente. Dos mujeres y un hombre corrían de una sede a otra en busca de Ana María Gutiérrez, una de las jóvenes fallecidas. Decían que eran los tíos, que necesitaban verla y confirmar las versiones de los medios de comunicación. Una mujer los atendió y los llevó hasta el tercer piso. A la clínica sólo podían ingresar los familiares de los pacientes. A medida que llegaban, la designada, con radio en mano, los llevaba a la sala de espera.
También arribaron los familiares de Lady Paola Jaime, quienes aún no sabían de su muerte. Cuando le preguntaron al celador si sabía algo, el hombre miró el papel y, sin pensarlo, les dijo: “A ella ya la van a bajar”. La mujer que pedía ayuda le contra preguntó: “¿Bajar a dónde?”. El guarda de seguridad se puso nervioso y llamó rápido a otra compañera, quien, sin nombrar palabra, los llevó también al tercer piso. A Lady Paola la trasladarían pronto a Medicina Legal.
A parte de los familiares, también entraron policías y dos representantes de la Embajada de Francia. El alcalde Peñalosa volvió a dar declaraciones en este punto, confirmando el reporte del centro médico: “Tenemos tres mujeres muertas y una gravemente herida, Pilar Moreno, aunque no hay riesgo de muerte. Lamentamos profundamente lo sucedido. Llamamos a la Embajada de Francia para atender a las víctimas”.
/ Foto: Juan Zarama Perini
La llegada del presidente
Aunque estaban cerrados, la mayoría de los locales tenían las luces y los televisores prendidos. Los medios de comunicación fueron los primeros en entrar al centro comercial, después de que el presidente Juan Manuel Santos, quien estaba en Cartagena cuando ocurrió la explosión, anunciara una rueda de prensa en la que daría detalles de la explosión.
El punto de encuentro fue en el tercer piso. Desde ahí se veía la entrada del baño donde ocurrió la explosión, siempre vigilada por un policía. El sanitario se encontraba entre un local de maletas y otro de ropa. Mientras Santos llegaba a Andino, los investigadores continuaban con su labor. Subían al baño del tercer piso, miraban la infraestructura y entraban de nuevo al sitio afectado.
Pasadas las 10:00 p.m., Santos llegó junto con el general Óscar Naranjo, vicepresidente de la República, y Guillermo Rivera, Ministro del Interior. Desde el comienzo el mensaje fue claro: “Los que quieren aguar la fiesta de la paz no lo lograrán”. Por eso, la primera orden que dio fue reabrir el centro comercial inmediatamente y les pidió a los colombianos no dejarse amedrentar por el terrorismo y celebrar el Día del Padre con normalidad.
El primer mandatario calificó el hecho como “ un acto vil, cruel, cobarde” y agregó que no van a descansar hasta capturar a los responsables. “Que tengan la plena seguridad los colombianos que a los responsables los vamos a capturar y llevar ante la justicia”. Aunque aclaró que aún no hay indicios de quién pudo ser responsable, dijo convencido que pronto encontrarán a los implicados, pues los investigadores ya tienen experiencia en estos casos.
De hecho, este domingo, a las 10:00 a.m, habrá un consejo de seguridad en el que se establecerán los montos de recompensa para quien brinde información, se diseñarán los protocolos de seguridad de las autoridades y se darán más detalles de la investigación.
Frente a los rumores sobre la responsabilidad del ELN respondió: "No quiero hacer ninguna especulación. No sería prudente insinuar o descartar cualquier hipótesis. Cuando podamos tener resultados de la línea investigación lo daremos a conocer. Antes, sería irresponsable hacer cualquier tipo de afirmación". Minutos antes, esa guerrilla aseguró en un comunicado que repudiaba el atentado y que no tenía vinculación con éste. "El ELN jamás haría acciones cuyo objetivo sea afectar a la población civil".
Hasta ahora se conoce que el explosivo que usaron fue amonal, compuesto por nitrato amónico, TNT y polvo de aluminio. La investigación, que está a cargo de un fiscal antiterrorista, no se detendrá, dijo Santos, hasta que se capture al responsable.
A las 11:00 p.m., cuando finalizó la rueda de prensa, ya no había nadie en las inmediaciones del centro comercial Andino. Incluso, en los bares vecinos, siempre atiborrados de bogotanos y turistas, preponderaban las mesas vacías y la música a todo volumen. A pesar del llamado del presidente, los habitantes de la capital prefirieron resguardarse en sus hogares.
/ Foto: Presidencia de la República