La única clínica (Zerenia) que cuenta con todas las licencias en Bogotá, cerró dos sedes en el Country y el Parkway. A pesar de los esfuerzos de la capital, expertos están de acuerdo en que las reglas del juego, a nivel nacional, no favorecen a los actores de esta industria.
Foto: Sebastián Torres
Tres años sin poder vender su primer producto y poco más de 500.000 dólares, ha invertido Germán González y su equipo en la consolidación de Cannagustin, una empresa de productos a base de cannabis, que ha intentado crecer en Bogotá y cuyos cultivos se encuentran en el Huila. “Seguimos aguantando”, dice el cofundador de la empresa, como un reflejo de la situación que atraviesan los apostadores del negocio, cuya bonanza se vendió en el mundo como el ‘oro verde’.
Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com