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Durante un retén de la Policía Nacional en el municipio de Venecia, Cundinamarca, fue encontrado un mono Humboldt lanudo gris que estaba en manos de una mujer que se movilizaba por las vías del departamento. Según la Corporación Autónoma Regional (CAR), la señora explicó que lo traía desde San Vicente del Caguán, sin detallar hacia dónde iba y por qué lo llevaba.
De esta manera, el mono fue decomisado por la autoridad ambiental y trasladado al Centro de Atención y Valoración de fauna silvestre -CAV, ubicado en Tocaima, donde luego de una valoración médica realizada por profesionales de la dirección regional Sumapaz, determinaron que el mono lanudo al parecer llevaba un largo período de domesticación. “Será atendido por profesionales expertos para determinar cuál es el manejo adecuado para protegerlo y hacer menos compleja su rehabilitación y liberación” agregó la directora de la seccional Sumapaz CAR, Érika Álvarez.
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Por su parte, la mujer que iba con el animal, fue puesta a disposición de la Fiscalía y tendrá que responder por el delito de posesión y tráfico de fauna silvestre. “Hacemos un llamado a la comunidad para que denuncie este tipo de prácticas que atentan contra el medio ambiente y la supervivencia de las especies, que, como esta, se encuentra en peligro de desaparición”, instó la CAR.
Un animal en peligro de extinción
Cabe recordar que el mono lanudo colombiano o mono Humboldt, es una especie que se encuentra en estado crítico de extinción y su hábitat natural es en las regiones de la Amazonía y la Orinoquía colombiana.
“Es una de las especies más vulnerables, debido a múltiples factores como la cacería y la pérdida de los bosques en los que habita. Y es que la expansión agrícola, acuícola, urbana, minera, ganadera y la extracción ilegal de madera han relegado sus poblaciones a sitios remotos y limitados”, explicó el Parque de la Conservación.
Los monos lanudos colombianos son animales sociales que forman grupos numerosos, integrados por individuos de todas las edades. Su dieta está compuesta principalmente por frutos, lo que hace de ellos verdaderos dispersores de semillas, contribuyendo a la germinación de nuevas plantas en los bosques.
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“Como la cacería y la deforestación son las principales amenazas de esta especie, los ciudadanos pueden aportar a su conservación informándose sobre la historia natural de la especie, qué la afecta y qué ha causado la destrucción de sus ecosistemas. Igualmente deben analizar su rol como consumidores, pues en la medida que haya conciencia de la procedencia de los productos adquiridos, se podrá exigir la presencia de prácticas medioambientales sostenibles e incidir en la promulgación de normas más benévolas con la naturaleza. Así mismo, acciones como la denuncia de situaciones de cacería o de maltrato, la divulgación y la educación ambiental siempre serán herramientas que tendrán los ciudadanos para la protección del mono lanudo”, recordó el Parque.
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