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La primera llamada del día que recibió, el 24 de febrero, la concejal Gloría Díaz le comunicó que la joyería de su familia acababa de ser robada. El encargado de darle la noticia fue el peluquero de su mamá, quien apenas escuchó la voz de Díaz, le contó todo lo que había pasado: “su hermano menor llegó acá con los labios morados, diciendo que en uno de nuestros locales se habían metido una cantidad de hombres en la madrugada y se habían llevado todas las cosas de mi familia”, contó la concejal durante la última plenaria del Concejo.
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Aproximadamente ocho hombres movilizados en dos camionetas llegaron durante la noche del 23 de febrero a la joyería de la familia Díaz, asentada por varios años en la Localidad de Santa fe, en el centro de la ciudad. Utilizando la soledad de la noche como cómplice, forzaron la puerta del establecimiento para ingresar y robarse joyas, dinero, y otros objetos de valor que la familia Díaz almacenaba en el lugar. Las perdidas, arrojaron las estimaciones iniciales, ascendían a los $2.000 millones.
Como suele hacerse en estos casos, la concejal efectuó durante varios meses las denuncias del caso frente a la Fiscalía y demás autoridades distritales, asesorada por su abogado, el exfiscal Mario Iguarán. En respuesta a la diligencia, el Cuerpo Técnico de la Fiscalía comenzó las pesquisas para dar con el paradero de los responsables.
Mientras avanzaban las investigaciones, el teléfono se convirtió nuevamente en el canal de infortunios para la concejal y su familia. Conscientes de las denuncias realizadas por la concejal, los presuntos delincuentes que robaron su joyería en febrero, llamaron por varios días a la casa Díaz para amenazar a su mamá y a otros miembros de su familia para que detuvieran las denuncias.
Ella, pese la perturbación que las amenazas le causaban a su tranquilidad, enfrentó la situación con discreción para no interrumpir el cause de las investigaciones que llevaron a la caída de sus presuntos verdugos, 7 meses después.
Durante la mañana del sábado se desplegó una inspección sorpresa a un inmueble en el que se escondían, ‘Los Búhos’, una señalada banda de delincuencia común a la que se le seguía el rastro desde meses atrás. Tres de sus presuntos integrantes, fueron detenidos con 38 cartuchos de munición, aretes y dijes de oro con incrustaciones de esmeralda, y 9 teléfonos celulares.
Al tiempo de que los detenidos eran puestos a disposición de la Fiscalía, la Concejal hacía público todo el drama que ella y su familia vivió los últimos 7 meses. “Como familia, esperamos que se haga justicia, al igual que muchos otros ciudadanos que desean trabajar sin temor”.
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