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Por medio de una reciente operación de la Policía de Cundinamarca, se desmanteló una organización criminal apodada como ‘Los Cuatreros’, especializada en el robo de ganado en distintas fincas de la región y posteriormente vendían ilegalmente la carne en Bogotá, incumpliendo las normativas de salubridad y arriesgando la salud de quienes compraban el producto.
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Según la investigación de las autoridades, el modus operandi de la banda consistía en ingresar a las fincas durante la noche, (intimidando con armas de fuego a los mayordomos) y aprovechando la oscuridad, arreaban el ganado hasta donde los cargaban en camiones utilizando rampas. Una vez llegaban a la capital, sacrificaban el ganado en dos bodegas clandestinas ubicadas al sur de la ciudad, donde también almacenaban la carne para posteriormente venderla a comerciantes locales.
La operación policial culminó con la captura de seis integrantes de la banda, incluyendo a su líder, conocido como alias ‘Jhon’. El objetivo de las autoridades ahora será poder esclarecer más de 20 casos de robo de ganado que han sido reportados en diversos municipios de Cundinamarca, como Sesquilé, Chocontá, Pacho, Albán, La Vega, Madrid, Villeta y Facatativá.
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La Policía continúa investigando para determinar la extensión de las actividades delictivas de esta banda y su impacto en la región, mientras que los capturados se enfrentan a procesos judiciales por su participación en estos delitos.
Cayeron ‘Los Cuatreros’; hurtaban ganado y comercializaban la carne sin las condiciones mininas de salubridad. Transportaban el ganado hurtado hasta unas bodegas en la ciudad de Bogotá, donde eran sacrificadas de manera ilegal. #TrinomioDeLaSeguridad pic.twitter.com/Bj2zhXlWYL
— Departamento de Policía Cundinamarca (@PoliciaCmarca) August 29, 2024
Venta de carne sin regulación en curtiembres
El 6 de agosto, un influencer José Ramírez visitó las fabricas de curtiembres en donde se evidenció un hecho que podría poner en riesgo la salud de los capitalinos. El reportaje da cuenta de como algunos comerciantes de este tipo de comida se estarían abasteciendo de “mota”, un subproducto del raspado de carne de huesos y tejidos utilizados en la fabricación de cueros, debido a su bajo costo.
“Esta carne se vende muy muy barata, un kilo puede costar 2.000 o 1.000 pesos. Esta es una carne que no es procesada, y esto se le vende a las personas que comen pinchos, hamburguesas súper baratas y otros alimentos de ese tipo”, detalló Ramírez.
Las imágenes generaron en su momento una ola de preocupación entre los consumidores y poniendo en tela de juicio las prácticas de higiene al momento de comercializar estos productos. Sin embargo, hasta el momento, no se ha dado ninguna respuesta por parte de las autoridades.
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