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En el occidente de Bogotá, en el barrio Normandía, en lo que parecía un establecimiento comercial de arreglo de flores, se encontró un taller de ensamblaje de armas de fuego, al parecer al cargo del denominado “guru” de las armas, quien sería uno de los mayores fabricantes y traficantes de este tipo de armas para organizaciones criminales en el país.
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De acuerdo con la investigación presentada por la Fiscalía, el hombre se habría dedicado durante 15 años a la obtención, ensamblaje y venta de fusiles, ametralladoras, lanzagranadas, entre otros elementos de guerra, que eran extraídos de sedes militares en Cundinamarca, Meta, y Tolima; así como de mercados clandestinos.
Las armas, que preparaba en un taller artesanal que tenía en su lugar de residencia, eran comercializadas a estructuras de Clan del Golfo en Antioquía y Córdoba, a las disidencias de las FARC en Meta, Caquetá y Cauca, y al ELN en el sur occidente del país.
“Llama la atención que presuntamente vendía de manera paralela armas a grupos disidentes y al ELN en el Cauca para se enfrentarán entre sí por las rutas y el control de narcotráfico”, detalló Carlos Roberto Izquierdo, director especializado contra las organizaciones criminales de la Fiscalía.
El “Guru” de las armas, como era conocido en el mundo criminal, fue capturado junto con su esposa en el inmueble que tenía como fachada una floristería, donde se encontró, además del taller, algunas piezas de fusil.
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Dos locales a cargo del capturado ya habían sido objeto de operativos de registro y allanamiento en Bogotá en 2020. Durante uno de los procedimientos, en un local comercial de San Andresito, en el centro de la ciudad, fueron incautados cuatro fusiles, tres lanzagranadas, 700 partes de ametralladoras y munición y $34 millones en efectivo.
La Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas, o explosivos, y enriquecimiento ilícito de particulares.
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