CAR otorga licencia ambiental a Lagos de Torca para ampliar la avenida Boyacá
La Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) dio luz verde para la extracción de las 20 hectáreas de la Van der Hammen que implica la extensión de la avenida.
Tras revisar los argumentos de la comunidad y de los representantes del proyecto Lagos de Torca planteados en la audiencia pública de septiembre, la CAR emitió la resolución en la que otorga la licencia ambiental para la extensión de la avenida Boyacá.
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Gracias a esta última victoria que los impulsores del proyecto obtuvieron frente a la máxima autoridad ambiental del departamento, 20 hectáreas de la reserva Thomas Van der Hammen serán extraídas para llevar a cabo las obras de ampliación de la avenida; desde la calle 170 hasta la 183. Específicamente en los tramos entre la Av. Guaymaral y la calle 221; Av. Calle 215 y la Av. El Polo y sobre la calle 200.
Este punto de la obra, que toca el 1,49 % de la reserva forestal Thomas Van der Hammen, es el que ha figurado como el punto más álgido de la discusión en torno al proyecto. Si bien el proyecto Lagos de Torca ya tenía una autorización previa de la CAR, fue necesaria una ratificación en segunda instancia —la cual se acaba de emitir con la licencia— dadas las inquietudes de la sociedad civil, en las que figuraban los defensores de la reserva y el propio Ministerio de Ambiente.
Por un lado, los opositores a la extensión argumentaban que la extracción de las 20 Ha de la reserva infligiría un daño ambiental considerable, al impedir la tan ansiada consolidación de la Van der Hammen. Entre tanto, el Distrito argumentó, con base en los estudios previos a la obra, de que dicha extracción no implicaba una interrupción abrupta entre la reserva, los cerros orientales y el Río Bogotá, por lo cual, según ellos, no existía al detrimento ecológico que vaticinaron los opositores.
Finalmente, los argumentos del Distrito y Lagos de Torca terminaron pesando más para la CAR, que decidió emitir finalmente la licencia. Frente a la decisión, todavía no se ha generado una reacción por parte del Gobierno.
Vale la pena resaltar, con base en el contenido del documento en el que se emitió la licencia, algunos incisos que los representantes de Lagos de Torca deberán respetar para conservar el permiso. Entre ellos, además de la cancelación de los derechos por seguimiento ambiental de la obra, radica el cumplimiento de las obligaciones pactadas con la CAR para llevar a cabo la extensión. Asimismo, en caso de que en el transcurso de los trabajos se generen efectos ambientales no previstos, la CAR se reserva el derecho de suspender la licencia.
El otro round que perdió Lagos de Torca
Si bien la licencia le da al proyecto luz verde para ejecutar uno de los proyectos de movilidad neurálgicos que garantizan su viabilidad, semanas atrás un fallo judicial limitó el rango de predios urbanizables en el marco de Lagos de Torca.
Un fallo del Juzgado 4º Administrativo de Bogotá declaró nulos dos artículos que permitían el desarrollo la urbanización del megaproyecto Lagos de Torca en un área protegida que hace parte de la reserva Van der Hammen. Si bien la zona que ya no podrá ser urbanizada no representa una gran pérdida para el proyecto, los desarrolladores deberán replantear sus planes en el área ambiental.
Los artículos que fueron declarados nulos son el 21 y 129 del Decreto 088 de 2017 (Plan Zonal del Norte de Bogotá ‘Ciudad Lagos de Torca’). De acuerdo con los argumentos de la demanda, interpuesta por la concejal María Fernanda Rojas (Alianza Verde) en 2019, la Alcaldía de Bogotá no tuvo en cuenta que la totalidad de la reserva regional del norte constituye suelo de protección, y que, por lo tanto, la franja de conexión ambiental AP-2, correspondiente a la zona de conexión entre la reserva Thomas Van der Hammen y los Cerros Orientales, no podía urbanizarse
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Este punto de la obra, que toca el 1,49 % de la reserva forestal Thomas Van der Hammen, es el que ha figurado como el punto más álgido de la discusión en torno al proyecto. Si bien el proyecto Lagos de Torca ya tenía una autorización previa de la CAR, fue necesaria una ratificación en segunda instancia —la cual se acaba de emitir con la licencia— dadas las inquietudes de la sociedad civil, en las que figuraban los defensores de la reserva y el propio Ministerio de Ambiente.
Por un lado, los opositores a la extensión argumentaban que la extracción de las 20 Ha de la reserva infligiría un daño ambiental considerable, al impedir la tan ansiada consolidación de la Van der Hammen. Entre tanto, el Distrito argumentó, con base en los estudios previos a la obra, de que dicha extracción no implicaba una interrupción abrupta entre la reserva, los cerros orientales y el Río Bogotá, por lo cual, según ellos, no existía al detrimento ecológico que vaticinaron los opositores.
Finalmente, los argumentos del Distrito y Lagos de Torca terminaron pesando más para la CAR, que decidió emitir finalmente la licencia. Frente a la decisión, todavía no se ha generado una reacción por parte del Gobierno.
Vale la pena resaltar, con base en el contenido del documento en el que se emitió la licencia, algunos incisos que los representantes de Lagos de Torca deberán respetar para conservar el permiso. Entre ellos, además de la cancelación de los derechos por seguimiento ambiental de la obra, radica el cumplimiento de las obligaciones pactadas con la CAR para llevar a cabo la extensión. Asimismo, en caso de que en el transcurso de los trabajos se generen efectos ambientales no previstos, la CAR se reserva el derecho de suspender la licencia.
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