CAR suspendió explotación minera ilegal en zona rural de Jerusalén, Cundinamarca
La explotación ilegal a cielo abierto estaba contaminando las fuentes hídricas, los suelos y varios ecosistemas de la región.
En las últimas horas, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, anunció la suspensión de actividades de minería en un predio ubicado en zona rural del municipio de Jerusalén, en el suroccidente del departamento, y la aplicación de medidas preventivas contra los responsables.
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El operativo de verificación que derivó en la aplicación de los correctivos fue llevado a cabo por la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), en el sector conocido como Argelia, ubicado en la vereda la Libertad del citado municipio.
“Como resultado del operativo se encontró material de arena y grava, y se evidenció la presencia de tres retro excavadoras y tres orugas utilizadas para el trabajo, sin licencia minera, de arranque y cargue de arena, sin embargo, no se decomisó la maquinaria al no encontrarse situación de flagrancia”, señaló la CAR.
Tras las respectivas inspecciones, realizadas por la Dirección Regional del Alto Magdalena, la entidad confirmó que el área intervenida con actividades de minería ilegal provocó múltiples afectaciones ambientales, especialmente relacionadas con el ciclo y la producción de agua.
“Hago un llamado a los distintos operarios particulares que insisten en realizar estas prácticas antitécnicas, sin tramitar los correspondientes permisos ante la autoridad ambiental, el peso de la ley debe aplicarse a aquellos que operen de manera irregular”, declaró Camila Velásquez, directora de la CAR Alto Magdalena.
Cabe recordar que las actividades ilegales relacionadas con la extracción minera generan consecuencias que, de acuerdo la entidad, están consideradas como graves debido a los niveles de contaminación que producen y la dificultas para recuperar los ecosistemas y ambientes afectados.
Entre las afectaciones principales, que pueden tardar décadas en resarcirse, se cuenta la contaminación de fuentes hídricas, la destrucción paulatina de diferentes hábitats de especies de fauna y flora, además de la contaminación y erosión de los suelos, situaciones que en últimas, terminan afectando a las mismas personas que las generan, pues la dificultad de acceder a agua limpia en el territorio, por ejemplo, con la presencia de agentes químicos en las fuentes naturales, se vuelve una problemática general cuya solución depende, precisamente de evitar este tipo de atentados al medio ambiente.
Por último, la Corporación Regional recordó que toda actividad minera debe contar con los permisos que exige la ley, de lo contrario cualquier actividad relacionada que no cumpla con la norma será susceptible de la aplicación de las sanciones y multas a las que haya lugar.
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“Como resultado del operativo se encontró material de arena y grava, y se evidenció la presencia de tres retro excavadoras y tres orugas utilizadas para el trabajo, sin licencia minera, de arranque y cargue de arena, sin embargo, no se decomisó la maquinaria al no encontrarse situación de flagrancia”, señaló la CAR.
Tras las respectivas inspecciones, realizadas por la Dirección Regional del Alto Magdalena, la entidad confirmó que el área intervenida con actividades de minería ilegal provocó múltiples afectaciones ambientales, especialmente relacionadas con el ciclo y la producción de agua.
“Hago un llamado a los distintos operarios particulares que insisten en realizar estas prácticas antitécnicas, sin tramitar los correspondientes permisos ante la autoridad ambiental, el peso de la ley debe aplicarse a aquellos que operen de manera irregular”, declaró Camila Velásquez, directora de la CAR Alto Magdalena.
Cabe recordar que las actividades ilegales relacionadas con la extracción minera generan consecuencias que, de acuerdo la entidad, están consideradas como graves debido a los niveles de contaminación que producen y la dificultas para recuperar los ecosistemas y ambientes afectados.
Entre las afectaciones principales, que pueden tardar décadas en resarcirse, se cuenta la contaminación de fuentes hídricas, la destrucción paulatina de diferentes hábitats de especies de fauna y flora, además de la contaminación y erosión de los suelos, situaciones que en últimas, terminan afectando a las mismas personas que las generan, pues la dificultad de acceder a agua limpia en el territorio, por ejemplo, con la presencia de agentes químicos en las fuentes naturales, se vuelve una problemática general cuya solución depende, precisamente de evitar este tipo de atentados al medio ambiente.
Por último, la Corporación Regional recordó que toda actividad minera debe contar con los permisos que exige la ley, de lo contrario cualquier actividad relacionada que no cumpla con la norma será susceptible de la aplicación de las sanciones y multas a las que haya lugar.
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