CAR y autoridades buscarán nuevas alternativas para enfrentar crisis de sequía
Este lunes, el alcalde Carlos Fernando Galán y el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, instalarán una mesa técnica junto a la CAR, para construir un plan de acción que responda a seguir garantizando el agua potable a los habitantes de Bogotá y la Sabana
Bogotá y la Sabana comenzaron el segundo ciclo de racionamiento en Bogotá y la Sabana. Una medida tomada por la administración distrital, ante el bajo nivel crítico del sistema Chingaza, que surte el 70 % de agua potable a la ciudad.
Con corte al 20 de abril, el consumo de agua volvió a aumentar levemente (15,73 m3/seg) mientras que el embalse aumentó a 15,28 % respecto a los tres días anteriores, gracias a las tenues lluvias que se han registrado. Aun así, se necesita cerca de 6 meses, para que el nivel se pueda recuperar.
Ante ello y sin fecha de caducidad de la medida de racionamiento, el director de la CAR Alfred Ballesteros, informó que este lunes, a las nueve de la mañana, se instalará una mesa técnica junto con el gobernador de Cundinamarca y el alcalde de Bogotá, con el fin de analizar medidas alternativas de corto, mediano y largo plazo, para superar la crisis de sequía en los embalses.
“Construiremos un plan de acción para la gestión del recurso hídrico en la cuenca alta y media del Río de Bogotá. La sociedad no puede resignarse a vivir escuchando las noticias negativas del desabastecimiento, tenemos que adaptarnos a la nueva realidad del cambio climático”, aseguró Ballesteros.
LEA MÁS: Actuar y no solo esperar a que llueva: balance inicial del racionamiento
Dentro de las alternativas de soluciones, mencionó que se puede evaluar “el aprovechamiento de las aguas lluvias, las aguas grises y residuales; de construir fuentes alternas de abastecimiento de agua potable para la región: nuevos embalses, caudales de las aguas subterráneas; de invertir de manera conjunta en la adquisición de predios en los corredores y en las áreas de importancia ambiental que abastecen nuestras microcuencas; de trabajar de la mano con las comunidades para restaurar y recuperar las condiciones ambientales de las microcuencas abastecedoras del recurso hídrico”.
Con ello, indicó Ballesteros, se darían posibles medidas a tomar, más allá de la medida de racionamiento, “que empiecen a dar soluciones a los ciudadanos de Bogotá y la Sabana. La mesa técnica deberá trabajar de manera permanente”.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Bogotá y la Sabana comenzaron el segundo ciclo de racionamiento en Bogotá y la Sabana. Una medida tomada por la administración distrital, ante el bajo nivel crítico del sistema Chingaza, que surte el 70 % de agua potable a la ciudad.
Con corte al 20 de abril, el consumo de agua volvió a aumentar levemente (15,73 m3/seg) mientras que el embalse aumentó a 15,28 % respecto a los tres días anteriores, gracias a las tenues lluvias que se han registrado. Aun así, se necesita cerca de 6 meses, para que el nivel se pueda recuperar.
Ante ello y sin fecha de caducidad de la medida de racionamiento, el director de la CAR Alfred Ballesteros, informó que este lunes, a las nueve de la mañana, se instalará una mesa técnica junto con el gobernador de Cundinamarca y el alcalde de Bogotá, con el fin de analizar medidas alternativas de corto, mediano y largo plazo, para superar la crisis de sequía en los embalses.
“Construiremos un plan de acción para la gestión del recurso hídrico en la cuenca alta y media del Río de Bogotá. La sociedad no puede resignarse a vivir escuchando las noticias negativas del desabastecimiento, tenemos que adaptarnos a la nueva realidad del cambio climático”, aseguró Ballesteros.
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Dentro de las alternativas de soluciones, mencionó que se puede evaluar “el aprovechamiento de las aguas lluvias, las aguas grises y residuales; de construir fuentes alternas de abastecimiento de agua potable para la región: nuevos embalses, caudales de las aguas subterráneas; de invertir de manera conjunta en la adquisición de predios en los corredores y en las áreas de importancia ambiental que abastecen nuestras microcuencas; de trabajar de la mano con las comunidades para restaurar y recuperar las condiciones ambientales de las microcuencas abastecedoras del recurso hídrico”.
Con ello, indicó Ballesteros, se darían posibles medidas a tomar, más allá de la medida de racionamiento, “que empiecen a dar soluciones a los ciudadanos de Bogotá y la Sabana. La mesa técnica deberá trabajar de manera permanente”.
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