Ana María Castro: Testigo estrella de Fiscalía y Mateo Reyes declararon en juicio
En la audiencia, que se extendió por cinco horas, fue escuchado el testimonio de cinco testigos de cargo, entre los que se encontraba un perito forense de Medicina Legal. La diligencia continuará este martes.
El juicio por el presunto feminicidio de Ana María Castro, ocurrido el 5 de marzo de 2020, se reanudó este lunes con la comparecencia de cinco testigos llamados por la Fiscalía, entre los que se encontraban Mateo Reyes Gómez, el otro sujeto que iba junto a la joven y a los acusados por este caso, y Daniel Vega, único en este caso que asegura haber visto cómo a la universitaria la arrojaron de un vehículo.
En principio, declaró la patrullera Sandy Villamil, quien acudió al lugar de los hechos, calle 80 con carrera 69P, para hacer el informe policial de accidente de tránsito. En su declaración, la uniformada explicó que realizó el bosquejo topográfico de la escena luego de que Ana María fuera trasladada del lugar por una ambulancia y que en este registró el lago hemático (de sangre) que había en el sitio y que no halló huellas de frenado de vehículo.
El testigo estrella de la Fiscalía, ¿qué dijo?
Posteriormente, fue llamado a declarar Daniel Alejandro Vega Novoa, testigo estrella de la Fiscalía: un testimonio esperado en este caso por su importancia en la línea investigativa e hipótesis del caso para el ente acusador. Vega reiteró que vio, a 20 metros aproximadamente, que a una mujer la arrojaron de una camioneta “azul oscuro y con vidrios polarizados” desde la puerta trasera derecha, de donde cayó “estática” al asfalto. “No para totalmente (la camioneta), pero reduce la velocidad, abren la puerta y vuelve a arrancar duro”, dijo en el juicio. Afirmó que Mateo Reyes, alterado, salió de la parte derecha de la avenida a pedirle ayuda y que no vio ningún otro carro en el lugar.
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En contrainterrogatorio, el abogado John Jairo Cadena, apoderado de Paul Naranjo, lo interrogó sobre el tiempo que tardó para parquearse y llegar al punto donde estaba Ana María, que, según respondió, fueron seis minutos. En sus respuestas, Vega, quien en marzo de 2020 trabajaba con una plataforma digital de transporte, aseguró que no vio un automóvil marca Sedan, ni una van tipo escolar y tampoco una motocicleta en esa vía delante de él (vehículos que se ven en los videos de la cámara de seguridad).
Al abogado Gilberto Rondón, defensor de Julián Ortegón, le ratificó que la camioneta “hizo una maniobra, bajó la velocidad, no frenó totalmente, quedó casi detenida y ahí fue cuando la botaron y arrancó” después de hacer un zigzagueo entre el carril derecho y el central.
Incluso, la juez del caso le preguntó cuánto tiempo tardó en llamar a la línea de emergencias 123 luego de que Mateo Reyes le pidiera ayuda, a lo cual contestó que “por mucho cinco minutos”.
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Mateo Reyes, el testimonio más esperado
Luego fue el turno de Mateo Reyes Gómez, cuyo interrogatorio fue el más extenso de los cinco. A las preguntas de la fiscal, contó que conoció a Ana María Castro en medio de un ambiente social de fiestas en Cajicá y de varios amigos en común. Narró cómo fue la tarde-noche del 4 de marzo de 2020 cuando terminaron, con varios amigos y conocidos, en la zona de bares de la calle 116 junto a la joven fallecida y a Paul Naranjo y Julián Ortegón.
Así mismo, haciendo hincapié en las lagunas mentales que tiene de esa madrugada, contó que recuerda que alguna persona manifestó que querían ir a la casa de otra persona a seguir la fiesta y después ir en un carro con junto a Castro y otros dos hombres que iban adelante.
—¿Qué recuerda después?—, preguntó la fiscal.
—Ir en un carro, en rumbo a la casa que te digo, luego me dicen que no puedo ir y que me tengo que bajar-, respondió Mateo.
—¿Qué más recuerda?
—Me bajo, estoy como en el andén o en la calle, y después una camioneta negra a mi derecha, no sé a qué distancia estaba, arranca y Ana cae al suelo. Salgo a ayudarla lo más rápido que puedo.
—Cuando se acerca a ayudarla, ¿qué recuerda?
—Me impactó que ella queda en el piso y no se mueve, ni se queja ni nada, pero no está en una posición natural. Estaba muy quieta. Eso me impacta y lo primero que hago es atravesármele a los carros y hacerlos parar para que la ayudaran.
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En su declaración, mencionó la versión que dio a varias personas esa madrugada y al día siguiente -incluida Nidia Romero, madre de Ana María- en la que dijo que él iba en otro carro detrás de la camioneta marca Kia manejada por Paul Naranjo y que desde allí vio la caída de la joven. Explicó que dio esa versión porque fue la que más le parecía coherente, en medio de su alto estado de alicoramiento, por la distancia a la que estaba de donde vio la escena.
Señaló que, mientras departieron todas las personas en los bares de la 116, no se presentó ninguna discusión ni pelea y que habían ingerido Whisky y aguardiente.
Al momento de contrainterrogarlo, el abogado Cadena recibió un “no me acuerdo” como respuesta a la mayoría de sus preguntas, como en qué lugar iba sentado en la camioneta, quién era el conductor, qué hablaron en el trayecto hasta la calle 80, quién lo bajó del vehículo, a cuántos metros quedó del mismo luego de que lo bajaran, quién fue el primero en ayudarlo y si había visto determinados carros en la vía.
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Fue enfático en que cuando se atravesó en la calle para parar los carros y pedir ayuda nadie paraba, que Ana María se golpeó la cabeza al caer y no volvió a moverse y que había quedado “bocarriba, con los pies dando hacia la calle y la cabeza hacia al andén”.
Paula, la última amiga en verla con vida
Terminado el interrogatorio a Mateo, la siguiente en la lista era Paula Ramírez Rubio, amiga de la universitaria que estaba en el grupo de amigos y que vio a Ana María, Mateo, Julián y Paul salir de esa zona rosa en la camioneta Kia.
Paula relató que, entrada la madrugada del 5 de marzo, vio que su amiga -con quien llevaba sin hablarse dos años- estaba muy embriagada y decidió ayudarla cuando entraron a otro bar de la zona. Al salir de allí, contó, intentó convencerla de que se fuera con ella o que se dejara llevar a su casa, pero que Castro se negó y manifestó que quería irse con ellos a seguir bebiendo alcohol.
En contexto: Caso Ana María Castro: ¿qué indica la valoración psicológica a Mateo Reyes?
Expresó que dejó de insistirle a la joven cuando Mateo se puso agresivo con ella al empujarla para que no bajara a Ana del vehículo y que Julián Ortegón se bajó y “me retiró para que se pudieran ir, para que no hubiera discusiones y me alejó del vehículo”.
La interpretación del físico forense
El último en declarar esta jornada fue el ingeniero mecánico Pedro Javier Lizarazo Ávila, perito forense de Medicina Legal y quien realizó el informe pericial de física forense el 18 de enero de 2021.
En su narración, se remitió al informe que hizo en el que señaló que no es posible asociar la disipación de energía que presentó el cuerpo de la víctima “a un impacto con la superficie de la calzada, luego de la caída de un vehículo en movimiento, o por un atropello”, así como que se podría “descartar que la víctima hubiese tenido un contacto con otro vehículo diferente al implicado”.
A la 01:30 de la tarde continuará este juicio ante el Juzgado 42 penal del circuito de Bogotá.
El juicio por el presunto feminicidio de Ana María Castro, ocurrido el 5 de marzo de 2020, se reanudó este lunes con la comparecencia de cinco testigos llamados por la Fiscalía, entre los que se encontraban Mateo Reyes Gómez, el otro sujeto que iba junto a la joven y a los acusados por este caso, y Daniel Vega, único en este caso que asegura haber visto cómo a la universitaria la arrojaron de un vehículo.
En principio, declaró la patrullera Sandy Villamil, quien acudió al lugar de los hechos, calle 80 con carrera 69P, para hacer el informe policial de accidente de tránsito. En su declaración, la uniformada explicó que realizó el bosquejo topográfico de la escena luego de que Ana María fuera trasladada del lugar por una ambulancia y que en este registró el lago hemático (de sangre) que había en el sitio y que no halló huellas de frenado de vehículo.
El testigo estrella de la Fiscalía, ¿qué dijo?
Posteriormente, fue llamado a declarar Daniel Alejandro Vega Novoa, testigo estrella de la Fiscalía: un testimonio esperado en este caso por su importancia en la línea investigativa e hipótesis del caso para el ente acusador. Vega reiteró que vio, a 20 metros aproximadamente, que a una mujer la arrojaron de una camioneta “azul oscuro y con vidrios polarizados” desde la puerta trasera derecha, de donde cayó “estática” al asfalto. “No para totalmente (la camioneta), pero reduce la velocidad, abren la puerta y vuelve a arrancar duro”, dijo en el juicio. Afirmó que Mateo Reyes, alterado, salió de la parte derecha de la avenida a pedirle ayuda y que no vio ningún otro carro en el lugar.
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En contrainterrogatorio, el abogado John Jairo Cadena, apoderado de Paul Naranjo, lo interrogó sobre el tiempo que tardó para parquearse y llegar al punto donde estaba Ana María, que, según respondió, fueron seis minutos. En sus respuestas, Vega, quien en marzo de 2020 trabajaba con una plataforma digital de transporte, aseguró que no vio un automóvil marca Sedan, ni una van tipo escolar y tampoco una motocicleta en esa vía delante de él (vehículos que se ven en los videos de la cámara de seguridad).
Al abogado Gilberto Rondón, defensor de Julián Ortegón, le ratificó que la camioneta “hizo una maniobra, bajó la velocidad, no frenó totalmente, quedó casi detenida y ahí fue cuando la botaron y arrancó” después de hacer un zigzagueo entre el carril derecho y el central.
Incluso, la juez del caso le preguntó cuánto tiempo tardó en llamar a la línea de emergencias 123 luego de que Mateo Reyes le pidiera ayuda, a lo cual contestó que “por mucho cinco minutos”.
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Mateo Reyes, el testimonio más esperado
Luego fue el turno de Mateo Reyes Gómez, cuyo interrogatorio fue el más extenso de los cinco. A las preguntas de la fiscal, contó que conoció a Ana María Castro en medio de un ambiente social de fiestas en Cajicá y de varios amigos en común. Narró cómo fue la tarde-noche del 4 de marzo de 2020 cuando terminaron, con varios amigos y conocidos, en la zona de bares de la calle 116 junto a la joven fallecida y a Paul Naranjo y Julián Ortegón.
Así mismo, haciendo hincapié en las lagunas mentales que tiene de esa madrugada, contó que recuerda que alguna persona manifestó que querían ir a la casa de otra persona a seguir la fiesta y después ir en un carro con junto a Castro y otros dos hombres que iban adelante.
—¿Qué recuerda después?—, preguntó la fiscal.
—Ir en un carro, en rumbo a la casa que te digo, luego me dicen que no puedo ir y que me tengo que bajar-, respondió Mateo.
—¿Qué más recuerda?
—Me bajo, estoy como en el andén o en la calle, y después una camioneta negra a mi derecha, no sé a qué distancia estaba, arranca y Ana cae al suelo. Salgo a ayudarla lo más rápido que puedo.
—Cuando se acerca a ayudarla, ¿qué recuerda?
—Me impactó que ella queda en el piso y no se mueve, ni se queja ni nada, pero no está en una posición natural. Estaba muy quieta. Eso me impacta y lo primero que hago es atravesármele a los carros y hacerlos parar para que la ayudaran.
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En su declaración, mencionó la versión que dio a varias personas esa madrugada y al día siguiente -incluida Nidia Romero, madre de Ana María- en la que dijo que él iba en otro carro detrás de la camioneta marca Kia manejada por Paul Naranjo y que desde allí vio la caída de la joven. Explicó que dio esa versión porque fue la que más le parecía coherente, en medio de su alto estado de alicoramiento, por la distancia a la que estaba de donde vio la escena.
Señaló que, mientras departieron todas las personas en los bares de la 116, no se presentó ninguna discusión ni pelea y que habían ingerido Whisky y aguardiente.
Al momento de contrainterrogarlo, el abogado Cadena recibió un “no me acuerdo” como respuesta a la mayoría de sus preguntas, como en qué lugar iba sentado en la camioneta, quién era el conductor, qué hablaron en el trayecto hasta la calle 80, quién lo bajó del vehículo, a cuántos metros quedó del mismo luego de que lo bajaran, quién fue el primero en ayudarlo y si había visto determinados carros en la vía.
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Fue enfático en que cuando se atravesó en la calle para parar los carros y pedir ayuda nadie paraba, que Ana María se golpeó la cabeza al caer y no volvió a moverse y que había quedado “bocarriba, con los pies dando hacia la calle y la cabeza hacia al andén”.
Paula, la última amiga en verla con vida
Terminado el interrogatorio a Mateo, la siguiente en la lista era Paula Ramírez Rubio, amiga de la universitaria que estaba en el grupo de amigos y que vio a Ana María, Mateo, Julián y Paul salir de esa zona rosa en la camioneta Kia.
Paula relató que, entrada la madrugada del 5 de marzo, vio que su amiga -con quien llevaba sin hablarse dos años- estaba muy embriagada y decidió ayudarla cuando entraron a otro bar de la zona. Al salir de allí, contó, intentó convencerla de que se fuera con ella o que se dejara llevar a su casa, pero que Castro se negó y manifestó que quería irse con ellos a seguir bebiendo alcohol.
En contexto: Caso Ana María Castro: ¿qué indica la valoración psicológica a Mateo Reyes?
Expresó que dejó de insistirle a la joven cuando Mateo se puso agresivo con ella al empujarla para que no bajara a Ana del vehículo y que Julián Ortegón se bajó y “me retiró para que se pudieran ir, para que no hubiera discusiones y me alejó del vehículo”.
La interpretación del físico forense
El último en declarar esta jornada fue el ingeniero mecánico Pedro Javier Lizarazo Ávila, perito forense de Medicina Legal y quien realizó el informe pericial de física forense el 18 de enero de 2021.
En su narración, se remitió al informe que hizo en el que señaló que no es posible asociar la disipación de energía que presentó el cuerpo de la víctima “a un impacto con la superficie de la calzada, luego de la caída de un vehículo en movimiento, o por un atropello”, así como que se podría “descartar que la víctima hubiese tenido un contacto con otro vehículo diferente al implicado”.
A la 01:30 de la tarde continuará este juicio ante el Juzgado 42 penal del circuito de Bogotá.