Caso Dilan Santiago: “No puede ser un caso más sin justicia ni verdad”
Versiones contrapuestas y señalamientos rodean el extraño caso. La Fiscalía continúa interrogatorios y Medicina Legal analiza las causas de la muerte del niño. La familia materna habló con El Espectador.
Juan Camilo Parra
Cuatro días tardaron todas las especialidades de la Policía de Bogotá en dar con señales de Dilan Santiago Castro Rivas, de dos años, en un cultivo de papa. Fue, sin embargo, un trabajador de una finca de la zona, voluntario en las labores, quien dio con el cuerpo del niño a 1.500 metros de donde vivía. El hallazgo se dio a primera hora del día, a las 7:00 de la mañana. Su cuerpo no tenía signos de violencia, pero las evidencias preliminares tienen a las autoridades, revisando cada una de las versiones entregadas y analizando la evidencia, para esclarecer la muerte del niño.
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Cuatro días tardaron todas las especialidades de la Policía de Bogotá en dar con señales de Dilan Santiago Castro Rivas, de dos años, en un cultivo de papa. Fue, sin embargo, un trabajador de una finca de la zona, voluntario en las labores, quien dio con el cuerpo del niño a 1.500 metros de donde vivía. El hallazgo se dio a primera hora del día, a las 7:00 de la mañana. Su cuerpo no tenía signos de violencia, pero las evidencias preliminares tienen a las autoridades, revisando cada una de las versiones entregadas y analizando la evidencia, para esclarecer la muerte del niño.
Dilan nació el 30 de septiembre del 2021 en Neiva, Huila. Pero, poco después de llegar al mundo, sus padres se trasladaron al Líbano (Tolima), tierra de su papá. Después de casi cuatro años de relación, la separación de la pareja marcó la llegada de Derly Rivas, de 19 años, y su hijo Dilan, a la zona rural de Usme. Se encontraban allí desde el 15 de enero de este año, en una finca de la vereda Curubital, donde Derly trabaja como cuidadora y cocinera.
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Y es que desde el martes 6 de febrero se volvió casi inexplicable la desaparición de Dilan. La madre sostuvo que en horas de la tarde se encontraba cocinando cuando perdió de vista al niño unos minutos y al percatarse, este ya no estaba por ningún lado. “No pensamos que alguien fuese a hacerle algo a una criatura inocente; evitamos hacer calumnias y solo hemos dicho lo que sabemos y los antecedentes que nos preocupan, pero está en manos de los investigadores, quienes siguen rindiendo interrogatorios a todas las personas que pudieron estar cerca, incluidos nosotros y el papá del niño. Todos están dispuestos a declarar”, dijo a El Espectador, Blanca Juárez, abuela de Dilan.
Entre las preocupaciones están el hecho de que el menor apareció sin ropa de la cintura para abajo. No tenía pañal y alrededor del cultivo de papa donde lo encontraron, estaban algunas de sus prendas. Además, durante los primeros días de búsqueda se hicieron barridos con drones que sobrevolaron la zona donde finalmente fue hallado su cuerpo. “Desde el martes se activó un equipo con Policía Nacional y Ejército. Fue encontrado a un kilómetro de distancia de donde desapareció. Por parte de Policía Judicial inicia un plan metodológico para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar de la muerte del menor”, señaló el coronel Juan Arévalo, comandante operativo de seguridad ciudadana de la Mebog.
“¿Cómo no se vio ningún rastro anteriormente de su ropa, si cada noche se hicieron barridos en la zona donde apareció?”, se pregunta la abuela. También ha causado suspicacia el rol del padre del niño, Marlon Castro, de 20 años. Esto porque, según Blanca Rivas, su hija y el bebé decidieron llegar a esa finca luego de atravesar una difícil temporada con el padre del menor. Entonces circularon versiones que podían señalar al joven, cosa que él mismo salió a desmentir en medios.
“No se entendían, se separaron a inicios de este año. Ella lo denunció (a Marlon) por violencia intrafamiliar. Le había pegado a mi hija y tenían muchos problemas. La denuncia fue impuesta en el Líbano, pero parece que él nunca se presentó”, añadió Blanca. Por su parte, Marlon dio declaraciones a su llegada a la Fiscalía, afirmando que no veía al niño y a la mamá desde el 3 de enero. “Varias versiones ha sacado la mamá a la luz, las cuales no se han podido esclarecer. El día que desapareció Dilan, yo estaba trabajando en la vereda Primavera Alta (debajo del Nevado del Ruíz), ahí me dieron la razón de su desaparición”, señaló Castro.
Sin respuestas
Medicina Legal se encuentra analizando las causas de la muerte del pequeño, pero las dudas continúan asechando este caso que impacta al país, pese a su similitud con otros lamentables sucesos que llevan la misma marca: extrañas muertes de menores de la primera infancia, en circunstancias poco claras, respuestas difusas y contextos familiares adversos. Por ahora, la familia se dispone a dar oficialmente su versión ante la Fiscalía. “Queremos que se investigue a fondo, que nos expliquen qué pasó, que no quede engavetado el caso y no quede como otro más sin justicia ni verdad”, cerró la abuela de Dilan.
Así lo recuerda Xiomara Galván, tía de Sara Sofía Galván, pequeña de dos años, cuyo caso sigue sin verdad y sin condenas desde que el 15 de enero de 2020 su rastro desapareció y se diluyó entre las diversas versiones de la madre y el padrastro de la niña. Xiomara estuvo pendiente del caso de Dilan y sigue sin creer que estas historias sigas sucediendo.
“Es una situación muy triste. Si nos damos cuenta, desde nuestro hogar, desde nuestros núcleos le estamos haciendo daño a los niños y niñas, para lo cual tenemos que unir fuerzas entre las instituciones. Sara Sofía, Dilan, son muchos nombres que no alcanzaríamos a mencionar y que sus casos están quietos, como los tres años que se cumplieron de la desaparición de Sara”, señaló Xiomara a este diario.
Nombres como el de Yenrri Josues Cabrales, de cinco años, quien fue reportado como desaparecido el pasado 5 de noviembre de 2023, se suman a la triste lista de niños que fallecieron extrañamente. Así como Dilan, Yenrri duró cuatro días desaparecido. Vivía con sus padres en el barrio Santa Rita, en Suba, y tenía autismo. El 9 de ese mes, las autoridades confirmaron que el cuerpo había sido hallado en el río Bogotá. Sus padres habían salido a hacer una visita y el niño salió de la casa sin que nadie se diera cuenta. Desde ese momento no volvieron a saber de él hasta la tarde del jueves, cuando los llamaron de la morgue.
Jonathan Camilo Galindo, de nueve, años, desapareció el viernes 13 de mayo de 2022 cuando salió a comprar una gaseosa en el barrio San Joaquín, en Ciudad Bolívar. Dos días después, tras una ardua búsqueda, su ropa fue hallada con sangre, y su cuerpo semidesnudo en un canal de aguas. Pese a que la causa de muerte fue ahogamiento, las autoridades abrieron una investigación para esclarecer el caso.
Peligros en la primera infancia
Según Medicina Legal, en 2023, en Colombia murieron 1.898 niños y niñas en circunstancias adversas, de los cuales 436 eran menores entre los 0 y 9 años. En 607 casos la causa fue homicidio; 535 en accidentes de tránsito; 476 por muertes accidentales y 280 suicidios.
Bogotá encabeza la ciudad con más casos en 2023, pues fallecieron 119 menores. La capital también concentra la mayor cantidad de casos de desaparición: entre 2011 y 2020 se han registrado 13.489 desapariciones, seguida de Antioquia, con 1.907 casos.
El registro del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó, entre enero y julio del 2023, la desaparición 397 niños y adolescentes en Bogotá y no hay rastro de 139 de ellos, mientras que 180 regresaron a sus hogares. Las localidades más afectadas son Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy, último escenario en el que vivió Sara. La realidad muestra que los adolescentes entre los 15 y 17 años son quienes más desaparecen en la ciudad, pues solo en el primer semestre de ese año se reportaron 152 casos.
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