Caso Sara Sofía: un nuevo aplazamiento para conocer la verdad

Una niña desaparecida, cuya búsqueda se detuvo hace un mes, un proceso entorpecido por demoras y aplazamientos, y un sentimiento entre impunidad y abandono, son los componentes del caso Sara Sofía. Una historia que cada día parece más enigmática, porque a pesar de que quienes serían los responsables de la desaparición están detenidos en centros penitenciarios, no hay una información verídica sobre lo que ocurrió entre el 15 de enero y el 8 de febrero de 2021, cuando la noticia salió a la luz.

Una niña desaparecida, cuya búsqueda se detuvo hace un mes, un proceso entorpecido por demoras y aplazamientos, y un sentimiento entre impunidad y abandono, son los componentes del caso Sara Sofía. Una historia que cada día parece más enigmática, porque a pesar de que quienes serían los responsables de la desaparición están detenidos en centros penitenciarios, no hay una información verídica sobre lo que ocurrió entre el 15 de enero y el 8 de febrero de 2021, cuando la noticia salió a la luz.

La Fiscalía habla de desaparición forzada agravada, delito que le imputaron a Carolina Galván, mamá de Sara Sofía, y a Nilson Díaz, su supuesto padrastro. Hay otros que se atreven a asegurar que se trató de un homicidio y el episodio fue tan descarnado, que el cuerpo de la niña desapareció en las aguas de un río que divide a Bosa y Kennedy, al suroccidente de Bogotá. Por ahora lo cierto es que, ad portas de cumplirse un año de su desaparición, el único avance han sido dos medidas de aseguramiento y un proceso que no se descarta que termine en vencimiento de términos.

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Si bien la defensa de Carolina Galván asegura que no cabe este recurso, debido a que el aplazamiento de la audiencia para conocer el escrito de acusación se dio porque la abogada que lleva el caso se encuentra en licencia de maternidad, sí son conscientes de que ya pasaron los 60 días que por ley tiene la Fiscalía para presentar el documento, por lo que técnicamente podrían apelar para que la mamá de Sara Sofía quede en libertad.

Pero al ser una situación ineludible y que no relaciona dilataciones o fallas por parte de las autoridades, la defensa de la mujer aseguró que esperarán hasta el próximo 7 de febrero para acudir a la audiencia y cumplir con lo establecido en la ley. Por ahora el objetivo, dicen, es lograr el mejor resultado en este proceso, pero sobre todo buscar resolver la incógnita: ¿qué pasó con Sara Sofía?

El argumento de la defensa

Andrea Abella es directora de la Fundación Dignidad Abolicionista, y desde el primer momento en el que conoció el caso de Sara Sofía se pronunció al respecto y le ha brindado ayuda psicológica, psiquiátrica y jurídica a Carolina Galván. Su organización se ha caracterizado por contar con colaboradores expertos y consultores en derechos humanos, que han generado lineamientos estratégicos contra la trata de personas en todo el país.

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Precisamente, ese trabajo sobre violencia contra la mujer y el enfoque de género fue lo que les permitió desarrollar el argumento con el que están adelantando la defensa de Galván. “Hay que partir de que el contexto no es precisamente el de una pareja, entre Carolina y Nilson no hay condición marital. Lo que hay allí es un caso de un posible proxeneta y una mujer que es víctima del delito de trata de personas”, señaló Abella.

Según la directora de la fundación, el caso se desenvolvió en un contexto diferente al que han señalado las autoridades, pues presuntamente no hubo complicidad de Carolina para ejecutar la presunta desaparición, sino, más bien, “ella percibió la desaparición en una condición de cautiverio y en el marco de una violencia de género que le impedía reaccionar de alguna manera”.

Detractores del trabajo que adelanta la Fundación Dignidad Abolicionista han explicado que su labor reflejaría que “no les importa Sara Sofía”, pero la abogada Abella responde que se trata de todo lo contrario, porque han enfocado su trabajo en dejar en evidencia que sí existe un responsable, y Carolina también sería una víctima más de ese actuar delictivo.

Indignación y ausencias

Xiomara Galván es otro de los rostros de este caso. Ella -tía de Sara Sofía y quien la tenía a cargo desde finales de 2020 porque Carolina la dejó a su cuidado de manera voluntaria- es quien ha estado al frente de la búsqueda, el proceso legal y haciendo cualquier tipo de llamado para que el país no se olvide del nombre de su sobrina.

En conversación con El Espectador, la mujer contó que ni ella ni el abogado que la representa han sido notificados o citados para conocer el escrito de acusación y que se enteraron por este medio de comunicación y por voz de la misma Carolina Galván que la audiencia fue aplazada para el siguiente mes, por lo que cuestionó la actuación de las autoridades.

“Desde agosto, que fue la recaptura de Carolina y Nilson, la Fiscalía no se ha pronunciado en absolutamente nada y no han realizado una audiencia. Lo que nos preocupa es que haya nuevamente vencimiento de términos”, sostuvo Xiomara, quien sigue sin perder la fe de hallar con vida a la pequeña de dos años.

Ese objetivo de encontrar a Sara Sofía fue lo que motivó durante nueve meses a voluntarios de la Defensa Civil, que en principio estuvieron acompañados por autoridades judiciales, buscando a la menor en el río Tunjuelito, lugar en donde Nilson Díaz manifestó que la habría lanzado. Sin embargo, la complejidad de la zona y la falta de pistas para hallar el cuerpo obligó a estas personas a cancelar la búsqueda el pasado 16 de diciembre, bajo un mensaje de desilusión.

“Después de tantos meses decidimos detener la búsqueda. Solo haría falta un sitio que requeriría maquinaria especializada y parece difícil conseguirla. Ya pasaron muchos meses y va a ser prácticamente imposible encontrar el cuerpo, que lo más seguro es que ya no esté acá si en realidad fue que lo lanzaron”, dijo uno de los voluntarios.

Será entonces la primera semana de febrero cuando se conozca un nuevo episodio en el camino hacia el desenlace de la desaparición de Sara Sofía, de quien no se tiene rastro alguno, caso del que se espera hallar justicia.