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Uniformados motorizados, de la estación de Policía en Kennedy, realizaban labores de patrullaje que terminaron en la captura de tres personas que, al parecer, son integrantes de la banda criminal, Tren de Aragua, dedicados, al parecer, a los delitos de extorsión, homicidio y comercialización de estupefacientes en esa localidad.
Durante las labores de registro y control en la carrera 86 con calle 38 B sur, la Policía les halló 8 cartuchos de fusil calibre 5,56, 15 cartuchos de fusil calibre 7,62, un cartucho calibre 38, un cartucho para escopeta, dos armas de fuego artesanales calibre 16 y calibre 38 y 500 dosis de Marihuana.
Dentro de los capturados, estableció la Policía Metropolitana de Bogotá, se encuentra alias ‘San Vicente’, presuntamente sicario de alias ‘Ratón’ del ‘Tren de Aragua’; alias ‘Yoniker’, este sujeto presuntamente sería el encargado de las extorsiones de los sectores de la 38 con Av. Cali, Bella Vista y Patio Bonito, y por último, alias ‘Mapache’, presuntamente encargado de la comercialización del estupefaciente en los sectores de Llano Grande y Patio Bonito.
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Estos presuntos delincuentes fueron puestos a disposición de la autoridad competente, por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorio, partes y municiones.
La alerta temprana 004 de la Defensoría del Pueblo, advirtió las disputas territoriales que protagonizan las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), y el grupo criminal ‘Tren de Aragua’, principalmente en nueve localidades de Bogotá.
Sumado a Los Mártires, Santa Fe, Puente Aranda y La Candelaria -tal como lo indicó la entidad en 2019 con su Alerta 046- la Defensoría incluyó a 22 UPZ de las localidades de Antonio Nariño, Tunjuelito, Chapinero, Teusaquillo y Barrios Unidos, donde, dicen, la violencia se extendió.
“Esto no es solo de tener más Ejército y más Policía. Con ese seguro se puede disuadir la amenaza. Aquí lo que pasa, y lo decimos en esta alerta, las organizaciones se están aprovechando de la marginalidad que hay en la ciudad, de ciudadanos que no se benefician de la fuerza institucional. Todo esto se ha vuelto un caldo de cultivo para el grupo de delincuencia organizada, en su afán de crecer económicamente y de ganar territorio en los barrios”, explicó Ricardo Arias, defensor del Sistema de Alertas Tempranas (SAT), en entrevista con El Espectador.
La entidad de derechos humanos hizo énfasis en que hay riesgo para todos los habitantes, sin embargo, dijo, existen condiciones críticas para la población socialmente estigmatizada como recicladores y carreteros, personas dedicadas a actividades sexuales en contextos de prostitución, migrantes venezolanos y consumidores de sustancias psicoactivas, “que la hace más susceptible a ser instrumentalizada por los grupos criminales en las localidades advertidas”.
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