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Dos años duró el seguimiento que la Dijin, la Interpol, la Fiscalía y la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI) realizaron para lograr la desarticulación y captura de siete personas vinculadas a una organización criminal dedicada al almacenamiento y comercialización de medicamentos oncológicos, los cuales eran alterados y comercializados en farmacias y ofrecidos a precios mucho menores que los establecidos en el mercado.
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En el 2021, funcionarios de la Dijin empezaron con la investigación tras conocer evidencias de que en varias zonas de Soacha y Bogotá se estaban comercializando medicamentos oncológicos alterados, varios de ellos de uso institucional. Producto de esas primeras indagaciones, las autoridades establecieron la manera en que la banda operaba: usaban estos medicamentos alterados o de contrabando para comercializarlos en droguerías o directamente con personas que contactaban a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería.
La red también estaba integrada por funcionarios corruptos del Instituto Nacional de Cancerología y de varios reconocidos hospitales de la región, tratantes de pacientes con diagnósticos de cáncer, VIH y Diabetes. Los funcionarios alteraban los contenedores de las medicinas para posteriormente ofrecerlas a precios “irrisorios”, de acuerdo con las autoridades.
Según la investigación, se estima que el promedio mensual de comercialización oscilaba entre las 420 y 450 cajas de fármacos, el equivalente a más de 4.200 tabletas, cápsulas o ampolletas.
“De igual forma se pudo establecer que la organización criminal ocultaba medicamentos de uso institucional, vencidos, alterados y de control especial, en sus lugares de residencia con el fin de evadir las revistas o controles del el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) y de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá. También contaban con un servicio de entrega puerta a puerta el cual llevaban a cabo en vehículos de su propiedad”, señalaron las autoridades.
Robaban medicamentos a pacientes con enfermedades graves
A través de múltiples actividades de inteligencia, los investigadores lograron identificar a cada integrante de la organización y el rol interno que cumplían. Ubicaron, además, los inmuebles y droguerías en donde almacenaban y comercializaban los medicamentos.
Como si fuera poco, la investigación permitió comprobar que las personas hoy capturadas, de manera coordinada con personal médico y sanitario que realizaba visitas a pacientes diagnosticados con cáncer de hígado, riñón o de tiroides, urdían una estrategia de engaño para no suministrar los medicamentos recetados con el fin de robárselos para posteriormente venderlos. Los establecimientos en donde estos medicamentos eran comercializados fueron allanados por las autoridades.
Capturas
Con ese material probatorio entre manos las autoridades actuaron. Entre los capturados se encuentran dos enfermeros que realizaban tratamientos a pacientes oncológicos y una persona encargada de extraer de forma irregular medicamentos de una clínica privada y del Instituto Nacional de Cancerología. También fueron capturados los encargados de transportar los medicamentos y quienes los manipulaban
Durante las diligencias de allanamiento, llevadas a cabo en Soacha y Bogotá, se incautaron más de 55 millones de pesos en efectivo; 15.052 cápsulas de medicamentos oncológicos y 432 empaques para estos, además de 414 productos alimenticios y sanitarios alterados.
Dichas medicinas, según el análisis de funcionarios del INVIMA, de la Secretaría de Salud Distrital de Bogotá y de Cundinamarca, se encontraban en vencidos o mal almacenados, hechos que desencadenaron la contaminación de su composición química, siendo este una agravante, pues la alteración de sus principios activos perjudica especialmente a pacientes oncológicos y cardiacos.
Los capturados tendrán que responder por los delitos de concierto para delinquir, corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico y enajenación ilícita de medicamentos y estímulo al uso ilícito; durante las audiencias de control de garantías dos de ellos aceptaron los cargos que la fiscalía les imputó.
Cabe aclarar que el cabecilla de la banda aún continúa en libertad, al parecer, en España, razón por la cual la Interpol emitió circular azul para dar con su paradero.
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